El sindicalista convocó a Manzur a dejar atrás la historia reciente del Poder Judicial
El sindicalista Julio Piumato consideró que ya no hay más margen para los abusos en el Poder Judicial de Tucumán y aseguró que la dirigencia local de su gremio, la Unión de Empleados de la Justicia Nacional (UEJN), denunciará los excesos. “La Justicia no puede seguir como está: la sociedad la rechaza”, definió en una conversación con este diario en presencia, entre otros, del filósofo Alberto Buela; del intelectual francés Alain de Benoist y de Alejandra Martínez, secretaria general de la filial tucumana de la UEJN. De Benoist, Buela y Piumato vinieron a esta ciudad a propósito de una conferencia sobre populismo organizada por el Gobierno provincial, la Universidad Nacional de Tucumán y el Centro de Estudios Estratégicos Sudamericanos.
De paso, Piumato, titular de la UEJN y dirigente de la Confederación General del Trabajo (CGT), dijo que había venido a respaldar a Martínez y a los judiciales “que están dando una pelea brava” en Tucumán. “En este momento han denunciado al fiscal Claudio Bonari, perseguidor y acosador serial. Bueno, hay un correlato entre cómo este magistrado maltrata a su personal y los desastres que hace en las causas”, dijo (se informa por separado). Según Piumato, no puede haber justicia hacia afuera si no hay justicia en el interior de los Tribunales. El sindicalista adelantó que Martínez y sus compañeros estaban preparando otra denuncia contra una jueza civil. “Pero daremos el nombre cuando formalicemos la presentación”, añadió.
A diferencia de otras visitas recientes en las que exigió una auditoría para esclarecer por qué no avanzan las denuncias de corrupción y criticó al jefe de los fiscales, Edmundo Jiménez, esta vez Piumato se mostró más conciliador. “Nos costó bastante sacar a la procuradora general de la Nación (Alejandra Gils Carbó). Con esta experiencia de haberla cuestionado cuando estaba en la cima del poder, digo que el Gobierno actual de la provincia tiene que dejar atrás la historia reciente del Poder Judicial porque, si no, la historia se lo va a llevar puesto”, advirtió. Piumato precisó que dejar atrás la historia significaba empezar a cambiar la Justicia. “Pero lo importante no es que vengan una intervención federal o veedores de la Nación (para las causas sensibles), sino que la propia provincia encuentre la solución a sus problemas”, reflexionó.
Reconocer a los buenos
El sindicalista manifestó que creía en la fortaleza de los trabajadores judiciales y en su deseo de prestar un servicio digno a la comunidad. “Ellos y la gente que va a pedir una solución para sus conflictos son los que más quieren que la Justicia funcione como corresponde. Y todos son víctimas del autoritarismo, de la arbitrariedad y de la impunidad. Hay una afectación de la salud de la sociedad. Por eso todas las veces que sea necesario, yo voy a estar aquí”, prometió.
Piumato manifestó que, como era obvio, las transformaciones no iban a llegar de la noche a la mañana, pero que la UEJN estaba comprometida con la responsabilidad de denunciar a los malos magistrados y de subrayar la tarea de los buenos: “hay que poner en marcha los mecanismos institucionales existentes para sacar a los que incurren en mal desempeño. A la vez, vamos a destacar a aquellos jueces que respetan a las personas. Por eso, empezaremos a marcar las zonas libres de acoso, donde se puede trabajar decentemente. Queremos mostrar que no todo está mal y que hay sectores que se esfuerzan por sacar adelante al Poder Judicial”.
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