Edmundo Jiménez insistió en que, si bien él fue ministro de Gobierno y Justicia de la gestión del ex gobernador José Alperovich durante 11 años, nada tiene que ver con la producción de la crisis judicial que denuncia desde enero. “(Julio) Piumato dice que he armado una Justicia a mi medida. Es lógicamente imposible que yo sea el responsable”, expresó el titular del Ministerio Público Fiscal y Pupilar en una conversación con la prensa.
Piumato, secretario general de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación había dicho el lunes que Jiménez parecía salido de un repollo. “Algunos de sus planteos dan risa”, había opinado. Además, había dicho que en la Justicia hay un serio problema de corrupción y pedido una auditoría para el fuero penal. “Jiménez es el gran responsable de todas las carencias estructurales y de medios de los Tribunales”, había reprochado Piumato.
Jiménez dijo que él no nombraba a los magistrados sino el gobernador (Alperovich) a partir de las ternas que confecciona el Consejo Asesor de la Magistratura (este sistema comenzó a funcionar en 2009; entre 2003 y 2006, Alperovich designó jueces en forma discrecional). También recordó que la Corte Suprema de Justicia de Tucumán preside el Consejo y que él, que había asumido como jefe de los fiscales y de los defensores oficiales en agosto de 2014, era el único que hablaba sobre las falencias estructurales del Poder Judicial.
“Yo denuncié la crisis; la falta de respuestas a la sociedad; la ausencia de justicia, y la inseguridad jurídica y personal que ello genera. Es lógico pensar que, quien según esta persona (por Piumato) ha armado el Poder Judicial, no va a ser quien esté denunciando sus falencias”, explicó. Esta visión de la coyuntura institucional incrementó las diferencias entre Jiménez y la Corte. Ese cuerpo sostiene que el fuero civil está mejorando su rendimiento, y que la situación crítica se circunscribe a causas particulares y al fuero penal. En paralelo, el ministro público exige la autarquía, ampliación de potestades que le permitirá librarse de los controles que el alto tribunal practica sobre el presupuesto y el personal. “Jiménez está enloquecido y medio zafadito”, había dicho el vocal René Goane respecto de esa exigencia.
Buscar un culpable
“Me parece bien que se haga la auditoría en el fuero penal (que pidió Piumato), pero creo que no hace falta para advertir lo que sucede”, replicó Jiménez. Y precisó que en Salta hay 30 fiscales para 850.000 habitantes y 40 camionetas. “Nosotros tenemos siete fiscales para la capital y dos vehículos. Ellos disponen de laboratorios móviles y nosotros no contamos con ninguno”, reiteró.
El jefe de los fiscales y defensores aseguró que la Justicia estaba totalmente ausente también en lo laboral, en lo contencioso administrativo y en los demás fueros. Y dijo que la solución era trabajar juntos: “hoy estamos en un momento de confrontación porque apareció una realidad que algunos no veían porque estaban cómodos. Entonces, cuando se les plantea que esto está en crisis, se sorprenden. ¿Cuál es su primera reacción? Enojarse y tratar de buscar un culpable”.
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