Agrupaciones de izquierda y movimientos sociales realizaron cortes en distintos puntos del país; pidieron que se impulse un plan de lucha que continúe con las medidas de fuerza y defendieron este tipo de manifestación, pese a las críticas sindicales
La regla en todos ellos fue poca presencia policial y un moderado efecto sobre el tránsito, dada la escasa circulación vehicular durante toda la jornada, sobre todo por que mucha gente se quedó para evitar los bloqueos. Sorprendió el contraste que presentó la fuerte custodia policial que siguió al piquete en Panamericana, donde un centenar de gendarmes llegaron a protagonizar choques aislados que resultaron en por lo menos tres manifestantes heridos y un detenido que fue liberado horas más tardes. Las fuerzas de seguridad informaron que seis integrantes fueron heridos, pero LA NACION no pudo corroborar esta afirmación.
Sumaron su militancia a estos cortes las principales agrupaciones de izquierda, comisiones internas combativas y organizaciones sociales. Llevaron reclamos por un salario mínimo de 9000 pesos, la aplicación del 82% móvil, el fin de las causas judiciales por casos de conflictividad social y pedidos de aumentos para los planes sociales, entre otras consignas.
En la Panamericana, donde el corte se inició más temprano, el diputado del Partido Obrero (PO) en el Frente de Izquierda Néstor Pitrola celebraba el éxito de la huelga: "Creo que se abre una nueva etapa, que empezó con las grandes huelgas docentes, especialmente en la provincia de Buenos Aires". A pocos metros, coincidió con esta apreciación Vilma Ripoll (MST) al afirmar que "el paro es un éxito rotundo, la gente quiere repudiar la política de este gobierno".
Sobre el puente Pueyrredón unos mil manifestantes convocaron a iniciar un plan de lucha contra la política económica nacional de ajuste, pero marcaron sus diferencias con Hugo Moyano y Luis Barrionuevo .
El metrodelegado Claudio Dellecarbonara aplaudió que se realizaran los piquetes como una medida de protesta activa: "La burocracia sindical no quería nuestra lucha en las calles. Ellos sólo llaman a estos paros folklóricos, una vez cada tanto, para demostrar fuerzas, nada más".
Por su parte, el coordinador nacional de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, también reivindicó esta modalidad de protesta: "El Gobierno nos conduce a los cortes, ya que no escucha los reclamos de los más humildes y no toma medidas para defender el poder adquisitivo de los sectores más vulnerables".
Los cortes en el puente que une Avellaneda con la Capital y en la Panamericana se prolongaron hasta cerca de las 13. Un poco más temprano había concluido la movilización en el Acceso Oeste, que contó con la presencia de dirigentes de la seccional de la Unión Ferroviaria, dirigidos por Rubén "Pollo" Sobrero. Durante la noche, habían garantizado el paro total de la línea Sarmiento en los talleres de Castelar.
En La Matanza, unas 150 personas se concentraron en la intersección de la ruta 3 con la vía del ferrocarril Belgrano Sur, en Isidro Casanova, en el partido de La Matanza. Empezaron a llegar hacia las 7.
Más temprano, un grupo había quemado algunas gomas frente a la sede de la jabonera Alicorp. Aportaron una parte importante de los movilizados los dirigentes opositores a la dirección del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Suteba) y a los partidos del Frente de Izquierda.
Luego llegaría la columna de la Corriente Clasista Combativa que se movilizó desde el kilómetro 22, cerca de su base central en Gregorio de Laferrère, con la conducción de Carlos Alderete.
Allí todo transcurrió con tranquilidad. Un solo patrullero, apostado a dos cuadras del corte, custodiaba los acontecimientos, pero no hizo falta que los policías intervinieran.
"Estamos acá para garantizar que el paro sea efectivo", dijo a LA NACION Graciela Calderón, secretaria adjunta del Suteba matancero. Pero no hizo falta que los manifestantes impidieran el paso de vehículos porque no hubo ningún intento de atravesar el piquete.
En La Plata, el piquete en la subida a la autopista Buenos Aires-La Plata comenzó a las 9 y terminó pasado el mediodía. Fueron unas 100 personas de diferentes organizaciones de izquierda, que no provocaron incidentes. Sólo quemaron gomas y ramas. "Nosotros vinimos a pedir la recomposición salarial y a rechazar el impuesto a las ganancias", dijo el delegado del Astillero Río Santiago, Diego Seimandi. En 7 y 50, donde se había programado un piquete, finalmente, no hubo interrupción del tránsito.
Comentá la nota