De la mano del verano llega también la falta de presión del más preciado de los bienes. La oposición traslada al Ejecutivo los reclamos de los vecinos. Qué dicen desde el municipio y la Cooperativa de Agua y Luz. Cada vez más palabras, cada vez menos agua.
La imposibilidad de viajar afuera hizo que Pinamar potencie su característica de destino top. Por caso, los hoteles de 5 estrellas tuvieron una mayor ocupación que el resto. Además, los propietarios no residentes que por el Covid no se fueron a Brasil o a Europa decidieron instalarse la temporada completa. Playa, sol, bosques, hermosos negocios y mucho más.
Excelencia. Pero hay que contar también al otro clásico del verano: la falta de agua.
El problema viene de años. Atraviesa a todos los gobiernos; peronistas, vecinalistas y macristas. Eso sí, la solución parece alejada. Mientras tanto, los diferentes actores intentan desligarse de las pertinentes responsabilidades y le apuntan al vecino de enfrente o al de al lado; lo mismo es. ¿Yo, señor? No, señor. Pues entonces, quién. Y en la canilla, a la tardecita, apenas un hilito de agua.
¿Qué dicen desde el ente encargado de brindar y cobrar el servicio? "En verano aumenta la demanda de agua potable y, por lo tanto, la necesidad de evitar su derroche. Al tratarse de un recurso limitado, su abuso por parte de un usuario o un sector tiene consecuencias para el resto de los consumidores como menor presión o falta de agua", señala a través de sus redes la Cooperativa de Agua y Luz de Pinamar Limitada (CALP).
Emprendimientos urbanísticos en la ciudad
Y agrega que por tal motivo se "recuerda que es obligatoria la instalación de cisterna y tanque de reserva de agua para evitar la escasez del recurso", destacando a su vez que "a Ordenanza Municipal 3794/09 prohíbe el riego en parques y jardines, como así también el lavado de todo tipo de vehículos durante el horario de 8 a 23 horas". ¿Yo, señor? No, señor.
El problema, obviamente, va más allá de los vecinos. La ciudad crece hacia arriba y los lados, y en menor medida hacia abajo. Así aseguran desde el Frente de Todos. “No hay plan posible de ningún tipo, ni edificios modelos a construir, si Pinamar no soluciona el problema del agua”, se quejaban desde el bloque K, horas después del temporal de principios de enero, y destacaban que “en muchos hogares no se puede beber o falta, y cuando llueve, sobra por todos lados”.
Martín Yeza
En tanto, desde Propin, la otra fuerza opositora con representación en el deliberativo, Marcos Guerrero, cuenta que el del agua “es un problema grave, que se arrastra hace años” y que “si no se empiezan a controlar las perforaciones y el riego, no se hacen las obras pluviales necesarias para que la lluvia no se vaya directo al mar y no se realiza una planta depuradora para que las napas no se contaminen, Pinamar se va a quedar sin agua. La poca que hay se va a salinizar”.
Por supuesto, ante este panorama, las consecuencias también asoman sombrías. “A partir de ese momento pueden ocurrir dos cosas. O no se va a poder tomar más agua de la canilla o va a haber que traer el agua de otro lado, situación para lo cual no está preparado el distrito a nivel infraestructura”, enfatizó Guerrero, basándose en un estudio del Geólogo Leandro Rodríguez Capítulo.
Temporal e inundaciones
Por su parte, tanto desde el municipio, que es quien concesiona a la Cooperativa de Agua y Luz el servicio, como desde la propia Cooperativa, se escudan en la geografía y en la política. “El acuífero del que tomamos agua se nutre exclusivamente de la lluvia. Esa agua es todo lo que hay. Cuando se acabe o se salinice nos quedamos sin nada; lo que ya le pasó a Santa Teresita”, comenta Javier Mendía, Secretario de Servicios Públicos, quien además defiende a capa y espada la gestión Yeza en lo relativo a obra pública.
“Seguimos trabajando en diversos proyectos, y a medida que vayamos teniendo posibilidades avanzamos con las diferentes obras. La infraestructura de la ciudad debe continuar avanzando en todos los niveles. Plantear ‘hicieron veredas y no hicieron pluviales y red de agua y cloaca’ no es cierto. Hicimos veredas y también pluviales y redes de agua y cloacas”, completa el funcionario.
Por el lado de la CALP, como no podía ser de otra manera, se escudan en el valor de la tarifa que hace años el Concejo deliberante no autorizaba a aumentar. “Se hacen las inversiones que se pueden. Hasta el 31 de diciembre el metro cúbico de agua salía 1,28 pesos, cuando la tarifa más barata en la Provincia, que es la de ABSA, está alrededor de los 12 o 13 pesos. Llenar una pileta de 35 mil litros, o sea 35 metros cúbicos, costaba 40 pesos. Era más mucho barato cambiarle el agua todos los días que contratar un piletero”, afirma Bruno Nicolini, vicepresidente de la Cooperativa.
Palabras más, palabras menos; con el incremento del 900 por ciento en la tarifa y con la promesa de un control más férreo por parte de la Comuna, la madre naturaleza debería dejar de ser parte de las excusas y pasar al equipo de las soluciones. Hay que tener en cuenta que el escenario es Pinamar, distrito en el cual durante años la política fue más politiquería que política. Ojo, aquí no está en juego una banca en el HCD ni el sillón del intendente, sino el agua, nada más y nada menos.
HCD de Pinamar
Javier Mendía, Secretario de Servicios Públicos de Pinamar
“Es cierto que no ha habido un estricto control, pero lo vamos a revertir”
-¿Crece hacia bajo la ciudad en la misma medida que crece hacia arriba?
-Todos los loteos nuevos, ya sea de Cariló o del norte de Pinamar, se entregan con la infraestructura completa, la red de agua, cloacas, electricidad, gas, cable, etc.
-¿Entonces es un mito que el crecimiento de la urbanización hace que la presión del agua sea menor?
-Alguna vez va a haber que planearse si la napa de Pinamar está en condiciones de abastecer a una ciudad de 100 mil o 200 mil habitantes permanentes. Ahora tenemos picos de consumo, pero después son 10 meses en los que las napas se recuperan. El día de mañana, si viene más gente y se impermeabilizan más lotes, por construcción, calles y demás podrían generarse problemas. Por eso hay que empezar a prepararse.
-¿Es el municipio responsable de la falta de presión en el agua, más de las cuestiones vinculadas con la naturaleza?
-El responsable directo, el operador, es la Cooperativa de Agua y Luz. Ellos son responsables tanto en lo que respecta al caudal como a la calidad del agua. Hay que tener en cuenta que durante muchos años la tarifa que cobraba CALP por el metro cúbico de agua era ridícula. Un peso contra 10 o 12 pesos del valor promedio de mercado. Eso les significaba trabajar a perdida en la parte hidráulica, que compensaban con la energía eléctrica.
-Pero eso ya se acaba de corregir, no hay más excusas…
-Exactamente
-De todos modos, la responsabilidad del control de que la cooperativa cumpla es del municipio.
-Sí. Ya tuvimos un par de reuniones. La idea es ir poniendo en orden las cosas, y que la cooperativa cumpla acabadamente lo que indica el contrato de consecion. Una de las cuestiones es presentar el plan de obra. Es cierto que hasta ahora no hubo control demasiado estricto del tema y estamos empezando a revertir eso.
Javier Mendía
Bruno Nicolini, Vice de la CALP
“Mucha gente no tiene los recursos para hacer la instalación correspondiente”
“En verano, al tener una mayor afluente de gente, no contamos con la misma presión en la red que la que contamos en inverno. Pero el 99 por ciento de los problemas surgen en aquellos domicilios en los que no tienen una adecuada instalación interna, o sea una cisterna a nivel de piso y un tanque de reserva”, señala ante La Tecla el vicepresidente de la Cooperativa de Luz y Agua de Pinamar, Bruno Nicolini.
-¿Quién debe ejercer ese control?
-El control le correspondería a la cooperativa. Pero mucha gente no cuenta con los recursos para hacer esa instalación. O son viviendas de hace 25 o 30 años, cuando no se solicitaba nada de eso. Esto no es una reglamentación solo de la cooperativa. ABSA exige exactamente lo mismo.
-¿Usted dice que no es un problema en general, sino solo de los que no cumplen con la reglamentación?
-Que hay menor presión de agua en verano eso no se puede negar. Pero la gran mayoría de los que llaman a la cooperativa reclamando por la falta de presión, cuando se les pregunta por la cisterna y el tanque de reserva no lo tienen.
-¿La cooperativa hace las inversiones necesarias para que la presión del agua deje de ser un problema, más allá de la falta de cisternas y tanques en los domicilios?
-La cooperativa va haciendo las inversiones en la medida que económicamente pueda. Hasta el 31 de diciembre el metro cúbico de agua salía 1,28 pesos, cuando la tarifa más barata en la Provincia, que es la de ABSA, está alrededor de los 12 o 13 pesos.
La cooperativa “no invierte” y el municipio “no incentiva”
"Al haber mucha afluencia de turismo empieza a faltar el agua, es algo que pasa siempre. Hay mucha gente en la ciudad. Eso hace que la presión sea cada vez menor. Es un problema que nunca pudo resolver la Cooperativa de agua y luz", relata el titular de Anses, Gregorio Estanga. Y consultado sobre cómo se resuelve el problema, no se anduvo con vueltas: "Hay que invertir y planificar", señaló el ex postulante a la intendencia, resaltando que "el municipio debería ocuparse de este tema, sobre todo incentivando a la cooperativa a hacer las inversiones pertinentes".
Gregorio Estanga
La queja del funcionario que alguna vez fue opositor
Falta el agua en Pinamar. Y también hace cinco años atrás. Por aquel entonces, el hoy Secretario de Seguridad, Lucas Ventoso, era un acérrimo opositor al gobierno y enojado contaba a través de sus redes que “en el partido de Pinamar se proyectan nuevas urbanizaciones multifamiliares, hoteleras (¡y hasta un parque acuático!) sin contemplar la falta de agua como un dato científico que nos aboque a todos los concejales y el intendente a tratar el problema de una manera planificada y responsable”. Además, responsabilizaba al municipio por la falta de controles.
Lucas Ventoso
Infraestructura
“Estamos peor que en muchos lugares del Conurbano”
“Pinamar depende del agua de lluvia. La demanda del partido en los meses de verano hace colapsar el acuífero. O sea, es mucha más el agua que se consume que la que llega a partir de las precipitaciones”, comenta Marcos Guerrero, integrante del espacio Propin. Y destaca a su vez que “lamentablemente el tema del agua no figura en la agenda del oficialismo. Se habla mucho y se hace poco.”, apura el dirigente.
-¿Qué ha hecho el gobierno de Yeza al respecto?
-Durante la era Macri, el gobierno recibió en obra pública el equivalente a un presupuesto anual, y en vez dedicar el dinero a hacer obras pluviales o a la planta depuradora, lo destinó a hacer ‘embellecimiento’, con obras que fueron caras y mal hechas. Por ejemplo, la obra de la Avenida Bunge y el Mar.
-¿Qué sucede con el resto de los servicios?
-El del agua no es el único problema, tampoco tenemos gas. Hoy si construís una casa tenés que poner un tubo. Y no solo pasa en Pinamar, en toda la región. A nivel infraestructura estamos peor que en el Conurbano, sin desmerecer al Conurbano. Cuando se habla de pobreza, lejos está Pinamar de entrar en esa categoría; pero en materia de infraestructura estamos peor que en muchos lugares de la Provincia.
-¿Cómo se reparten las responsabilidades en cuanto al agua?
-La cooperativa tiene una enorme responsabilidad. Y como concesión pública el estado tiene que ver que de alguna manera se cumplan los pliegos de bases y condiciones. Además, la información pública que existe sobre la cooperativa es prácticamente nula. Pero lamentablemente se mezcla la política. La CALP es una fuente de trabajo de todo el año, y por ende una fuente de votos. Nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato. Sin dudas que como concesión pública no tiene control estatal o es prácticamente nulo.
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