Canterbury tomó el lugar del gigante estadounidense Nike, que llevaba nada menos que 15 años trabajando codo a codo con el rugby inglés. El nuevo contrato sería más que jugoso: £ 5 millones por año.

El nuevo diseño propuesto, que será estrenado en los tests de noviembre, es un regreso a lo básico. La camiseta, toda blanca, incorpora medias azul oscuro, cosa que no ocurría desde la RWC 2003.

Por otro lado, el kit alternativo es púrpura y podría llegar a estrenarse en el primer partido de la venidera ventana internacional, que será el 10 de noviembre en Twickenham ante Fiji, que también usa camiseta blanca. El resto de los compromisos en semanas seguidas son Australia, Sudáfrica y Nueva Zelanda.

Un detalle: el interior de la manga de las camisetas tiene bordada la leyenda: "ENGLANDCONNECTED".

"Queremos poner a los clubes en el corazón del juego", anunció Sophie Goldschmidt, la jefe comercial de la RFU. "Es por eso que por primera vez lanzamos la nueva indumentaria en un club amateur. Drybrook fue seleccionado para demostrar cuánto importa el rugby en la comunidad. La camiseta de Inglaterra es una gran fuente de pasión y orgullo para nuestros jugadores. El nuevo diseño es fantástico y trae a la vida el legado y la tradición que ambas marcas tienen", cerró.