Una mujer había expresado la “filtración” desde la obra social de datos de abuelos solos. Falta de respuestas por parte de las autoridades. 18 de diciembre de 2014 En la editorial del domingo pasado, el director de LA VERDAD, Omar Bello, expuso la situación de una mujer que denuncia la “filtración” de datos filiatorios de abuelos que viven solos, desde las oficinas locales de PAMI.
A pesar de un largo peregrinaje por las oficinas, llegando incluso a la interventora Melina Zulaica, la mujer no obtuvo respuestas. Su mamá se había comunicado al mediodía con PAMI Escucha, para preguntar sobre el servicio de acompañantes que brinda la obra social, y apenas unas horas después apareció una mujer en su domicilio. Pero que no guarda relación laboral con el Instituto.
“La trampa del PAMI”, se tituló la nota periodística. Y ante la falta de respuestas oficiales y públicas desde la obra social, se hicieron eco ahora los dirigentes de la Asociación Trabajadores del Estado y su Centro de Jubilados, que presentaron una nota ante la Justicia exigiendo que se investigue el tema.
“Viendo el silencio de las autoridades de la institución, la Seccional Junín ha presentado una nota ante el juez pidiendo una amplia investigación sobre lo sucedido”, dijo José Luis Álvarez, dirigente de los jubilados.
Según señaló, “también elevamos la nota al orden nacional, para que tomen las medidas que corresponden”. Álvarez puntualizó: “No me gusta el silencio, necesitamos explicaciones sobre todo esto”.
El caso
La denuncia efectuada por LA VERDAD trata sobre una afiliada al PAMI, de 75 años, que vive sola pero tiene tres hijos.
Debía hacerse una intervención quirúrgica, por lo cual llamó a mediados de noviembre a PAMI Escucha para averiguar sobre la ayuda que prestaba el organismo en cuanto a un cuidador para el post operatorio.
“La atendió una persona que le tomó los datos por teléfono. Ese mismo día, alrededor de las 5 de la tarde, apareció una mujer en una camioneta particular en la casa de mi mamá, y se presentó como la mujer que la cuidaría. Le dijo que le iba a hacer todos los trámites que necesitara”, contó la mujer.
“Después nos enteramos que en esa ocasión esta persona sacó a mi mamá de la casa, la llevó supuestamente a las oficinas de PAMI de Álvarez Rodríguez y luego a su casa particular, para presentarle al esposo. Nos dijo mi mamá que le habían hecho firmar unas planillas, incluso en un horario fuera de atención al público”, agregó.
La mujer denuncia que “los datos personales de mi mamá surgieron de la sede de PAMI de Álvarez Rodríguez, y las tres asistentes sociales con las que luego hablé personalmente me dijeron que las demás personas que están en el lugar escuchan las conversaciones y sacan información y datos personales de abuelos”.
La denunciante dice que “empecé un largo camino para que se investigue. El primer escalón fui a entrevistar al encargado de las asistentes sociales, que es Pedro La Blunda. Lo vi fuera de cualquier preocupación a pesar de mi planteo, y solamente me contestó: ‘¿Usted se da cuenta que una persona se va a quedar sin trabajo?’. Recién ahí lo identifiqué y le pregunté por su jefe”.
“Tras haber hecho la denuncia ante fiscales que justo llegaron de Buenos Aires, me pude entrevistar con la interventora de PAMI Junín, Melina Zulaica. Le conté toda la historia, parecía que se preocupaba por el caso”, agrega.
“A los quince días me comunicaron que me presentara nuevamente pero no había respuesta, solamente que el tema había sido derivado a Legales pero la responsable estaba con parte de enfermo. Hasta hoy no tengo ningún tipo de solución, respuesta o medida que se haya tomado, cuando estoy totalmente convencida que los datos surgieron del propio PAMI”, remarca la mujer.
“Mal año para los jubilados”
“Hemos visto todo lo que pasamos en el año, muy malo, porque fuimos ignorados totalmente, se nos cortaron todos los derechos y padecemos aún más que los trabajadores. Para vivir con la mínima que recibe un jubilado, hay que ser un mago”, analizó con crudeza el dirigente del Centro de Jubilados de ATE, José Luis Álvarez.
Según apuntó, “ahora nos encontramos que también tenemos problemas con la salud. Hace más de un mes que en Junín estamos sin traumatólogo. Si alguien tiene un problema, no se sabe si lo atenderán en el Hospital o sino sacar la poca plata del bolsillo para pagar privado”.
“En este año no hubo nada bueno para nosotros. Nos dieron un 11% de aumento y antes de cobrarlo, la inflación ya se lo había absorbido. En cualquier país serio cuando se llega al 10% se toman medidas, pero acá llegamos al 40% y nadie hace nada, porque total pagan los trabajadores”, detalló.
También dijo que “esto lo sufren los trabajadores y los jubilados, sobre todo por la edad que tenemos. Yo tengo 80 años, no tengo futuro, pero sí queremos vivir mejor. Si inicio un juicio al Estado y lo gano, no sé por qué no me lo pagan”.
“Nosotros hemos hecho el país, nuestros padres y abuelos, pero seguimos padeciéndolo aún más cada vez”, agregó.
Sobre las expectativas para el año próximo, Alvarez dijo que “no veo que haya pasta para sacar al país inmediatamente. Vamos a seguir sufriendo las consecuencias”.
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