Las versiones de posible contaminación del río producto de las crecidas siguen latentes. Y aunque los organismos dijeron que "no existen riesgos", se insta a una mayor información al respecto. Ambientalistas reclaman información de los análisis oficiales sobre la calidad del agua.
La crecida de los ríos Paraná y Paraguay, además de las inundaciones, ocasionó otro tipo de preocupación para la comunidad en general, principalmente tras algunas versiones difundidas acerca de la posible contaminación del agua, en un principio por el probable desborde de piletas de oxidación en el vertedero de basura paraguayo de Cateura. Esta posibilidad fue inmediatamente descartada días atrás por las propias autoridades paraguayas, y de las provincias vecinas. De la misma forma en el Chaco se aseguraron muestreos y análisis del agua y también se descartó esta hipótesis, máxime teniendo en cuenta que las plantas de Sameep toman agua del río para su proceso de potabilización y distribución.
En este sentido, tras consultarse a consultar al ambientalista, responsable de la fundación Encuentro por la Vida, Ramón Vargas, quien aseguró no contar con más información que la que circula oficialmente. "La información que ha llegado desde el Paraguay es que no hay todavía vuelcos que se temían por las piletas que estaban cercanas al río, no hemos recibido otras noticias. No hay ningún derrame".
No obstante consideró que "está bien que se hagan los muestreos por las dudas, porque siempre habría que hacerlos, no por estas circunstancias, ya que estamos hablando de la salud pública y siempre se tendría que tomar esta precaución, pero no tengo otra información más allá de eso".
Sin embargo, instó a averiguar "dónde están tomando las muestras, cuántas muestras se obtienen, quiénes son los que realizan estas tareas, teniendo en cuenta que el personal está de licencia. Da la sensación que hacen los controles pero de ahí que lo estén haciendo ya es otra cosa", consideró.
Cercanía al negro
Más adelante Vargas señaló que "nos preocupamos mucho por lo que viene del Paraguay pero no nos preocupamos por todo el agua que están bombeando desde el río Negro que va directamente a las bombas de Sameep y el río Negro está contaminado", recordó, por lo que a los informes oficiales sobre las muestras y pruebas que se realizan al agua, señaló que se debe indagar: "Cómo está afectando esto, cómo están analizando, qué están analizando: pesticidas, metales pesados, bacteriológicos, químicos, o hacen análisis de rutinas".
"Sameep hace análisis de rutina varias veces al día pero analiza cuatro o cinco parámetros, y en este caso tendrían que analizar más parámetros. Estuve en la obra de control y realmente el olor que sale ahí de lo que se está bombeando del río Negro es fuerte y molesto, entonces ahí pondría el acento", alertó.
A modo de ejemplo recordó que "el Ministerio de Agricultura de Asunción tenía unos depósitos de pesticidas muy cercanos al puerto de Asunción, que en un momento se prendió fuego, y el agua que utilizaron para sofocar el incendio fue a parar directamente al Paraguay, y en ese momento en 2002 o 2003, sí detectamos presencia de pesticidas. Ahora no sabemos si seguirán esos depósitos ahí, siempre existe la posibilidad de crecer el río, que el agua llegue a lugares donde haya contaminantes que no sabemos".
Volviendo al tema de la planta potabilizadora, Vargas indicó que "varias personas de Barranqueras me comentaron del color que estaba saliendo el agua, pero Barranqueras está muy cerca de la planta potabilizadora, probablemente sea eso, pero están tomando en cuenta que en este momento desde el río Negro de su desembocadura hasta la toma de agua no hay más de 500 metros. Hay muchas cloacas y muchas industrias que tiran sus desechos sobre el río Negro. Esa es una preocupación cercana que debería tomarse", consideró. "Yo no hay doy abasto en mis quejas. El olor que salía de la espuma que levanta el bombeo era realmente desagradable".
La versión de Sameep
Días atrás fue el mismo presidente de Sameep, Claudio Wettstein junto con el gerente General, Ricardo Requena, y a la jefa del Departamento de Calidad, Cristina Llugdar, quienes expusieron los detalles técnicos del proceso y de los controles que lleva adelante el organismo provincial para garantizar la óptima calidad del agua potable que entrega a sus usuarios.
Wettstein brindó tranquilidad a la población al asegurar "se trata de agua segura para el consumo, controlada y totalmente libre de cualquier sustancia que genere dudas".
Por otro lado afirmó que "se trabaja de manera rutinaria como los 365 días del año, en la toma de muestras cada dos horas, para que si en caso llegaran a arrojar algún valor que no corresponda, automáticamente se efectúe el trabajo correspondiente para resolverlo".
Por su parte, la ingeniera química Cristina Llugdar explicó que "desde Sameep se hace un control riguroso en las plantas potabilizadoras, no sólo del agua cruda, sino también de todas las etapas del proceso de potabilización, por lo que cualquier inconveniente que pueda detectarse dentro de este proceso se lo corrige en la planta para que lo que se entregue sea agua segura". Desde el pasado 27 de diciembre no se volvieron a pronunciar al respecto.
No obstante, se pudo saber que desde la empresa estatal están constatando reclamos en el interior provincial respecto al estado del agua potable en distintas localidades de la provincia aunque no hay información oficial sobre qué se hizo desde la última semana de diciembre hasta ahora.
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