El radicalismo está buscando que el máximo debate nacional tenga impacto en Mendoza. De allí se desprenden varias propuestas, entre ellas, la posibilidad de elevar el rango de la Dirección de Inteligencia provincial y que su autoridad máxima tenga aprobación legislativa. 

La idea es casi un reflejo del anuncio que hizo la presidenta Cristina de Kirchner en la primera cadena nacional después de la muerte del fiscal Alberto Nisman. Cristina informó sobre la disolución de la polémica Secretaría de Inteligencia y acerca de la creación de una Agencia Federal de Inteligencia, cuyas autoridades deberán tener acuerdo del Senado Nacional. 

En Mendoza, el área respectiva se denomina Dirección de Inteligencia Criminal (DIC), aunque no se la puede comparar con la ex SIDE. Es una dependencia menor dentro del Ministerio de Seguridad, la cual, de todas maneras, maneja bastante dinero y casi no rinde cuentas por ello. 

Según Alejandro Salomón, ex funcionario de Seguridad y actual asesor del senador nacional Ernesto Sanz, la conducción de la DIC "debería ser un cargo muy importante con aprobación de la Legislatura".

 "Así es en Estados Unidos: todos los directores de Inteligencia tienen que tener aprobación del Congreso", insistió Salomón, quien es también docente en el Instituto de Seguridad Pública mendocino. 

El asesor legislativo y otros radicales apuntaron también en las últimas horas al control de la DIC y los recursos que maneja. Son muchas las críticas a la situación mendocina: en el partido opositor creen que el organismo no tiene planificación alguna ni trabaja en coordinación con otras provincias. "Inteligencia es hablar de prevención y si Inteligencia no previene, fracasa. Aquí el problema es que se pone a la gente a trabajar sobre lo que pasó", sostuvo Salomón. 

"Es mentira que no se puede hacer control sobre la inteligencia. El presupuesto debería ser controlado por la Bicameral de Seguridad y que digan cuáles son los lineamientos estratégicos y cuál es el plan provincial anual", precisó Salomón. 

Los montos de los que dispone Inteligencia suben todos los años. Son los famosos "fondos reservados" que aprueba sin cuestionar el Tribunal de Cuentas en cada ejercicio y cuyo uso prácticamente no se informa a ningún organismo. 

Para 2015 el presupuesto prevé 7 millones de pesos. El ministro de Seguridad, Leonardo Comperatore, reconoció a MDZ que en 2014 se gastaron unos 500 mil pesos por mes en pagos a "buchones" a cambio de información sobre delitos y delincuentes. 

El problema es que, según el ojo opositor, ese dinero (mucho o poco) no se gasta bien y, en años como el que se está iniciando, hasta podría tener usos electorales. "Inteligencia debería hacer un mapa de lo que está pasando, por ejemplo, con la droga en el oeste del Gran Mendoza. Pero en cambio, se sigue trabajando todo judicializado. Todo es en torno a una causa judicial, en lugar de casos, y se deja de lado la prevención. No se hacen operaciones legítimas de inteligencia", opinó Salomón. 

Las angustias de 2001 

En la DIC que los mendocinos tenemos hoy, el director cambia cada tanto sin que la gente siquiera se entere. Uno de ellos se hizo famoso, pero porque logró escalar a un puesto mucho más importante: Carlos Aranda era jefe del área cuando fue elegido para remplazar a Carlos Ciurca como ministro de Seguridad. 

Así funcionan las cosas desde hace más de 10 años. El periodo previo a la creación de la DIC, no obstante fue peor: hasta 1999 existió el oscuro D2, un departamento de la Policía que se ocupaba de la persecución política y que por ello tuvo mucho trabajo durante la dictadura militar.

El problema es que, en 2001, ya no había D2, pero tampoco existía la DIC. Nadie hacía, bien o mal, inteligencia de algún tipo. Vino entonces la crisis, los estallidos y la ola de saqueos a supermercados, fenómeno que para muchos estuvo planificada con el objetivo de empujar al gobierno de Fernando de la Rúa a su caída definitiva.

 En aquel momento, Salomón era subsecretario de Seguridad y convocó a personas de las fuerzas seguridad que supuestamente hacían inteligencia para tratar de conseguir información sobre los saqueos que se organizaban en los barrios. Pero no consiguió nada. "Era como estar ciego", recordó con dramatismo.

"En diciembre de 2001 no había nada de Inteligencia y mi desesperación era saber qué supermercado me iban a saquear esa tarde. Convoqué a gente y fue nada. Estaban en otro mundo, en otro plano, la información que me daban no me servía. Era como estar ciego, era estar en una oficina esperando que me avisaran qué supermercado estaban saqueando", narró el ex funcionario.

En aquel tiempo, el área de Inteligencia estaba en formación y su existencia generaba prejuicios y resistencia, por el antecedente del D2. La gran duda es si, 14 años después, hubo mejoras importantes.