El senador y excandidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio analizó el contexto político, social e internacional en el que se da la transición presidencial. Pidió que Alberto Fernández tenga los atributos del mando, cuestionó la "cultura del pobrismo" para conseguir votos y reclamó un alineamiento con Brasil y Estado Unidos.
El senador y ex candidato a la vicepresidencia por Juntos por el Cambio, Miguel Pichetto, pasó por La Plata por primera vez después de las elecciones para participar de un encuentro con una organización civil afín al actual oficialismo y de una reunión con el intendente Julio Garro y los sectores peronistas que lo acompañaron en el proceso electoral que terminó con su reelección. En ese marco, el rionegrino que vence mandato y queda por primera vez en muchos años fuera del Congreso dejó una estela de declaraciones fiel a su estilo, polémicas y desafiantes. Entre otras cosas cuestionó la "cultura del pobrismo" en la que que involucró tanto al Frente de Todos como al Iglesia en la figura del Papa Francisco, planteó que hoy en la Argentina "en la que se reivindica el ser pobre es la Argentina de la oscuridad" y en la que "hacer planta es ser malo" y lanzó su definición más provocadora: "No les alcanzaba con la pobreza que ahora inventaron el hambre".
El encuentro fue organizado por la asociación civil PUENTE, integrada por un grupo de jóvenes profesionales de distintas ramas, afín a juntos por el cambio, que se propone para pensar políticas de inclusión en el contexto de un mercado laboral atravesado por las nuevas tecnologías. Y entre quienes acompañaron la cita estuvieron el concejal que vence mandato, Fabián Lugli, el secretario general del Sindicato de Municipales Darío Alfano, la concejala electa de ese mismo sector Romina Marascio y la diputada bonaerense Carolina Barros Schellotto. Entre los presentes también estuvo el ex ministro de Economía Jorge Remes Lenicov.
El marco político de la movida lo da el rol que el peronismo vinculado a Pichetto, con Lugli a la cabeza, jugó en la campaña previa a la reelección, especialmente en el trabajo relacionado la promoción del corte de boleta. Eso fue reconocido durante la cita por el propio Garro, quien dijo que "ese espacio va a tener lugar en nuestro equipo de Gobierno". Y por Pichetto, quien sumó como componente el rechazo que tuvieron algunas candidaturas peronistas "como la de (Florencia) Saintout en La Plata y la de (Fernanda) Raverta en Mar del Plata".
En sus palabras antes los integrantes de PUENTE, Pichetto trazó un cuadro crítico de la transición en la Argentina con escepticismo sobre lo que pueda ocurrir después del 10 de diciembre. Fue en ese marco que dijo que "el desafío de la Argentina es la del crecimiento, esta cultura del pobrismo y del hambre nos lleva a la noche más oscura. No les alcanzaba con la pobreza que tenemos, que es estructural del 35%, ahora inventaron el hambre". Y lo definió como "una invención episcopal y de algunos muchachos que querían derrotar a Macri, pero exageran". Y cuestionó la reunión organizada por Alberto Fernández para promover el Plan Nacional contra el hambre: "Fueron algunos señores gordos, en autos de alta gama, pero lo que digo es que el hambre famélica, al estilo africano, no existe en la Argentina. Puede haber algunas familias con dificultades, pero hay una contención extraordinaria de la estructura social del Estado. Y si hay una familia que se detecta que está en dificultades porque la madre tiene dificultades o problemas enseguida se atiende".
En otro tramo, dijo que "si creemos que se viene una etapa de distribución para todos, vamos a terminal mal". Y planteó que ahora, con la derrota de Juntos por el Cambio consumada, "hay que esperar que el gobierno que viene no se equivoque, esperar que no se peleen en el poder, esperar que el presidente gobierne y tenga los atributos del mando. Esperar que la política internacional sea la que mejor le convenga a los argentinos, que no esté ideologizada la política internacional. Es el peor de los mundos cuando miramos la política exterior desde el punto de vista ideológico no nos compremos la noche oscura bolivariana, solo quedan tres dictaduras en América Latina y la boliviana iba camino a eso, a ser otra dictadura con cobertura democrática".
Y planteó que está disconforme con la derrota: "En la política no es bueno perder. No me compro eso y cuando fui con Macri fui para ganar. Y uno tiene que saber respetar el voto popular. Si tal vez hubiéramos hechos cosas antes, si hubiéramos ido con la gente antes esta elección no la hubiéramos perdido, pero no hay que llorar sobre la leche derramada".
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