El pica pica de Larreta y Juez, De Loredo entre dos fuegos y la campaña de Mestre

El senador despotricó en los medios, pero dicen que se apichonó en el mano a mano. La dirigencia PRO le pone un plazo al poliamor. El peronismo mete púa.

Por: Yanina Passero.

Luis Juez se mueve como pez en el agua en los medios de comunicación. Su pericia política, combinada con una personalidad extrovertida, le asegura su condición de panelista permanente en los prime time televisivos. Desde allí reclamó la centralidad política.

En Canal 10 de Córdoba contó detalles de la reunión con Horacio Rodríguez Larreta de la semana pasada. Se hizo el duro: “No quería hacerlo, porque estaba de mal humor, pero me insistieron y fui. Sentí que no confiaron, que se habían comido una operación. Me dio sus explicaciones, pero para mí me soltaron la mano… Y después apareció el audio de Gerardo Morales. Parecía que no querían ganar Córdoba. Ahora se están lamentando todos”.

Todo encuentro tiene tantas versiones como protagonistas. Altas fuentes de la calle Uspallata contaron su mirada del mano a mano entre el precandidato presidencial y el senador con motivo de aquel coqueteo aliado con el gobernador Juan Schiaretti.

No desmienten que Juez llegó muy caliente con Larreta. Dicen que escuchó en silencio cada uno de los reclamos del senador, pero que no cedió ni un centímetro en su postura.

En otras palabras, Larreta le repitió lo mismo que a la dirigencia radical con la que almorzó en Río Tercero días atrás. La voluntad acuerdista del referente del PRO sigue intacta, aunque reconoció que el contexto interfirió en la correcta interpretación de una postura -dicen- “histórica”.

Si alguien cree que todo quedó allí, no es así. Cuando Larreta comenzó a monopolizar el uso de la palabra -relatan- el senador se habría empezado a apichonar. Uno por uno, el jefe de Gobierno porteño le fue recordando todo el apoyo que le dio para su campaña.

“¡Por favor, Luis! Hasta agarraste los focus group que te di para usarlos en mi contra después”, dicen que le espetó Larreta al cordobés.

De Loredo, contra las cuerdas

El candidato de Juntos por el Cambio a la intendencia de Córdoba, Rodrigo de Loredo, logró un cierre de campaña bien local, sin presencia de figuras nacionales de la coalición opositora. “Una campaña de Córdoba para Córdoba”, definió el sentido de sus acciones, después de agradecer la comprensión correspondiente a los referentes aludidos en el acto en el club Atenas.

En el sprint final movió algunos hilos para lograr una vigilia, también local, del escrutinio provisorio en el búnker que estará ubicado en el salón Alto Botánico, de barrio Quebrada de las Rosas. Como anticipó Letra P, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta serán de la partida.

¿Se va a pronunciar por alguna precandidatura si le toca subir al escenario a festejar una victoria? Las fuentes del nido halcón lo cuentan adentro; las del palomar, también. No dan los números.

Lo cierto es que entre un campamento y otro la guerra de hipótesis arde. Dice el bullrichismo: “Larreta logró la foto con De Loredo en el patio de la casa del legislador Alberto Tucho Ambrosio, después de un sinfín de condiciones. Casi que se arrodilló”.

Contesta el larretismo: “De Loredo está furioso con Bullrich, porque una de las candidatas que el peronismo intentó bajar la puso la gente de Patricia y cuando le preguntaron, la jefa silbó bajito”.

¿A quién elegirá el codiciado dirigente radical a la hora de definir su apoyo en la interna presidencial de JxC? La pregunta puede leerse con la voz en off de los cierres de las novelas de la tarde de los ’90.

Peronistas meten púa

El exintendente de Córdoba Ramón Mestre subió algunas fotos de fajina en los barrios en el tramo final de la campaña de De Loredo. Algunas fuentes desconfiadas del partido centenario dijeron que se trató de un aporte testimonial a la causa. Otras, defendieron el compromiso de un hombre de partido.

No es un secreto la relación de tensión entre un radical que manejó los resortes del partido y el otro que espera que un triunfo este domingo le dé acceso a semejante responsabilidad. Mientras, peronistas con asiento en el Palacio 6 de Julio se mostraron afectos a sembrar la discordia con mensajes que hicieron correr por algunas seccionales.

“La ausencia del mestrismo es llamativa. Incluso hubo reuniones entre peronistas y mestristas donde los radicales piden salvoconducto para hacer la plancha. Están enojados porque sienten que los quieren usar sin ofrecerles nada a cambio”, contaba un peronista de dudosa empatía con los referentes boinablanca.

En el campamento de JxC salieron al cruce de esta versión al asegurar que si esos contactos existieron, tienen el aval para cruzarse de bando. “Nos hacen un favor, como nos lo hicieron con Orlando Arduh y Myrian Prunotto ”, recuerdan los pases más emblemáticos al cordobesismo new age.

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