La titular de Capital Humano volvió al centro de la escena a partir de la masiva marcha universitaria. Cuenta con el apoyo incondicional de Milei, pero las constantes bajas en su cartera no dejan de ponerla en jaque.
Pedro Lacour
No fue una semana más para la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. La masiva Marcha Federal Universitaria, que desbordó las calles porteñas y que se replicó en varios puntos del país, volvió a poner a una de las funcionarias más poderosas del gobierno de Javier Milei en el centro de todas las miradas. No sólo porque de su megacartera depende el área educativa, cuyo secretario, Horacio Torrendell, brilló por su ausencia. También porque, pocas horas antes de la movilización, renunció Maximiliano Keczeli, una figura clave en su organigrama, que estaba al frente del área de legales.
La ministra de Capital Humano confirmó el depósito del "100% de los gastos de funcionamiento de las universidades"
Todo eso configuró un escenario incierto del que el oficialismo intentó escapar de la manera que mejor le sale: discursivamente. El miércoles por la noche, Pettovello se mostró junto al Presidente en en la cena de la Fundación Libertad, pero ninguno de los dos participó de la reunión de gabinete que tuvo lugar este jueves y que encabezó la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. “Nada tiene que ver la marcha”, repetían en Casa Rosada en un intento por bajarle el tono a los ruidos que se generaron tras la convocatoria del martes.
Sandra Pettovello junto a Javier Milei.
“Si se van a juntar, no lo sé, pero te puedo garantizar que no se van a juntar a hablar como principal tema de agenda el tema de las universidades”, deslizó ayer el vocero presidencial Manuel Adorni durante su conferencia matutina, en la que el portavoz también aclaró que el Milei “destaca permanentemente” el trabajo “maravilloso” que realiza la ministra “en todas las áreas que le competen”.
Rodeada de un hermetismo particular, hace casi dos meses que Pettovello no concede entrevistas y quienes la frecuentan aseguran que está “concentrada en su tarea cotidiana”. Confía en que su lugar nunca estará puesto en cuestión por el Presidente, quien la considera una de sus amigas, pero un factor importante no la deja de poner en jaque desde que asumió al frente de la cartera más voluminosa del gabinete: el constante acecho del jefe de gabinete Nicolás Posse, quien logró acaparar la Secretaría de Trabajo con un hombre de su confianza como es el ex-Techint Julio Cordero.
El desplazamiento de Omar Yasin de ese área tras haber sido responsabilizado por el Presidente del escándalo por la suba del 48% de su sueldo no fue una baja más para Pettovello. El abogado laboralista, apuntado públicamente por el propio Milei como el único responsable del aumento, era uno de sus alfiles puertas adentro de Capital Humano. La confianza que la ministra le tenía a Yasin era muy parecida a la que hasta este martes le profesaba a Keczeli, quien había pasado por varios puestos distintos desde el comienzo de la gestión: a principios de enero fue designado al frente del Consejo de Políticas Sociales y, sólo nueve días después de aquel nombramiento, pasó a la secretaría de Coordinación Legal, ambas áreas bajo la órbita de Pettovello.
Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano. Captura de video
El argumento formal de la renuncia de Keczeli fue que se encontraba “desbordado” y que su deseo era volver a la actividad privada. Tanto él como Gerardo Marcelo Hita, quien también renunció esta semana de su cargo al frente de la dirección del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, estaban oficializados en sus áreas. Pero la lista de bajas en los últimos cinco meses es larga y se suma a otro problema que complica el día a día de Pettovello: la cantidad de puestos que son ocupados por personas sin designación en el Boletín Oficial. Según argumenta el Gobierno, varios de los nombres de “caídos” que trascendieron a la prensa en realidad nunca habían sido confirmados en sus cargos.
Lo cierto es que, a diferencia de los funcionario que la precedieron en el extinto Ministerio de Desarrollo Social, Pettovello se enfrenta a un desafío mucho mayor. Bajo su órbita no solo se encuentran los programas sociales. También tiene a cargo la ANSES y el PAMI, además de que debe dar cuenta de los temas laborales, como la homologación pendiente en varias paritarias que superan el techo impuesto por el Ministerio de Economía. Una cuestión que se mantiene abierta y que se suma a la incertidumbre alrededor del presupuesto universitario.
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