Juan Pablo Kavanagh

El Ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello sigue en estado de ebullición, con un asesor clave de la cartera que sigue sin designación oficial, Lucas Aparicio, con versiones de renuncia incluidas. Los reclamos opositores por el tema alimentos y los pedidos sindicales por salarios también aparecen a la orden del día y por el momento sin resolución.

En la última semana, comenzó a deslizarse la posibilidad de que la última incorporación de peso de la cartera de Pettovello, la de Aparicio, un hombre del PRO con pasado en la Secretaría de Trabajo de la era Mauricio Macri, iba a dar un paso al costado a menos de un mes de arribar como el segundo de la ministra, un puesto para el cual hasta el momento no fue oficializado.

La posibilidad de dimisión, de acuerdo a fuentes libertarias, se empezó a gestar desde el propio ministerio y obedece a desacuerdos de integrantes de Capital Humano con la aparición del dirigente amarillo, que en un principio iba a hacerse cargo de la Jefatura de Gabinete que dejó vacante Fernando Szereszevsky pero que finalmente será asesor. “Todavía no le encuentra la vuelta y hay algunos funcionarios disconformes con el día a día”, son algunas de las palabras que circulan sobre lo que sucede.

Otros libertarios, por el contrario, dicen que el problema no es de Aparicio sino del estilo de conducción de Pettovello. En concreto, remarcan que “Sandra va a fondo, es de la línea de Milei, destapó curros y va a continuar así. Pero tiene muchas dificultades para armar y conducir equipos de trabajo, por eso se fueron tantas personas del ministerio”. Y dicen que es clave mostrar gestión rápidamente.

Ante la consulta de PERFIL, en el oficialismo remarcan que el hombre del PRO está firme, que es asesor de la ministra y nunca se evaluó que fuera jefe de Gabinete. Y subrayan que continúa en funciones, con poder y relación con los distintos secretarios, aunque todavía sin designación oficial, algo que estiman que ocurrirá en breve, con una demora propia de los “tiempos de la administración pública”.

La cartera estuvo cruzada este año por múltiples renuncias de distintos cuadros, con un escándalo mediante: denunciaron por corrupción y “falta de transparencia” al exsubsecretario de Niñez, Adolescencia e Infancia, Pablo de la Torre, un dirigente del PRO. El exfuncionario eligió no apuntar contra la funcionaria preferida de Javier Milei porque siempre fue consciente de que el oficialismo le iba a responder desde diversos medios, en particular las redes sociales.

Además, tiene desafíos constantes que afrontar, con poco margen de tiempo. Por caso, el ministerio, que tiene a su cargo la Secretaría de Educación y de Trabajo, debe contener a los gremios docentes de la CGT que reclaman que exista una negociación salarial que eleve la remuneración mínima. Caso contrario, prometen un nuevo paro nacional. El pedido es de largo aliento y lo encabeza Sergio Romero, el secretario de políticas educativas de la central obrera y principal referente de UDA, que rechaza el ofrecimiento oficial para llevar el haber mínimo a 400 mil pesos.

Pese a que aseguran desde el lado de Pettovello que hay conversaciones en marcha, Romero disparó señalando que no y que hay desfinanciamiento a la educación en todo el país. “Algo que se siente en cada jurisdicción, con caída en la ejecución presupuestaria de infraestructura”, declaró el dirigente sindical.

 Un grupo de diputados nacionales de la Unión Cívica Radical, ligados a Martín Lousteau, sigue esperando que Pettovello se presente a la Comisión de Salud y Acción Social para que brinde explicaciones sobre qué pasó con los alimentos que estuvieron almacenados en galpones y no se entregaron en comedores. Y sobre todo, qué va a suceder tras el escándalo que se generó y el fallo judicial que obliga a que se repartan los productos.

Los pedidos son encabezados por las diputadas Carla Carrizo, quien ya elaboró un pedido de informe sobre el tema, junto con Danya Tavela, Lisandro Nieri y Marcela Antola. Un grupo de legisladores que espera que finalmente se dé curso a la citación de la ministra en la comisión, un tema que incomoda al Gobierno y que se excusa en señalar que los procedimientos para citar a Pettovello no fueron correctos.

En concreto, la Casa Rosada blindó a la funcionaria y evitó que se exponga con un tema que escaló y que mostró respuestas ambivalentes. En principio, negó que existan alimentos en galpones, luego lo reconoció y hasta el día de hoy se resiste a brindar información de cuándo y cómo se van a entregar, con un pedido ante la Corte Suprema para revocar el fallo que obliga a que se brinden en comedores y merenderos a cargo de las organizaciones sociales.

Ofelia Fernández al frente de las colectas del MTE de Grabois

En este marco, para este sector de la UCR es clave conocer no solo qué sucedió con los productos, sino también qué pasos se realizarán, con detalles de cómo se van a repartir, y sobre todo en qué estado están. “Las cantidades exactas y tipos de alimentos almacenados, sus fechas de elaboración, adquisición y vencimiento; las razones por las cuales los alimentos no han sido distribuidos a los comedores comunitarios; descripción del plan actual del ministerio, y las acciones llevadas a cabo por organismos de control y supervisión”, son algunos de los puntos del último pedido de información del radicalismo a la funcionaria de Milei. Y prometen insistir hasta obtener respuestas.

También, otros bloques piensan continuar haciendo foco en la problemática. Vale destacar que desde el 10 de diciembre la ejecución en políticas alimentarias cayó un 54% en términos reales y por el momento no se prevé ninguna acción por parte del ministerio para continuar con programas y asistencias de alimentos. De hecho, de acuerdo al presupuesto del área, ni siquiera existieron gastos para comprar alimentos. Las organizaciones sociales continuarán pidiendo un cambio de rumbo.