Con el vínculo completamente deteriorado tras el ataque a las oficinas de la Presidencia del Senado, y en medio de pedidos desesperados para que vuelvan a conversar, Alberto Fernández volvió a enviarle este lunes un mensaje a Cristina Kirchner al asegurar que "es imprescindible la unidad del Frente de Todos para enfrentar los problemas de la Argentina y evitar que vuelva la derecha".

Fernández eligió otra vez a Roberto Navarro a través de un contacto telefónico para mandar una señal al corazón del kirchnerismo en momentos de extrema tensión entre la Casa Rosada, la ex Presidenta y La Cámpora.

"Es necesario que se mantenga unido el Frente de Todos pese a las diferencias para que Juntos por el Cambio no vuelva a gobernar", abundó el jefe de Estado después de que el periodista K publicara un dura editorial sobre el estado de situación del Frente de Todos.

Fernández, según su entorno, parece dispuesto a sostener la "unidad" de la coalición de gobierno como sea, pese a los constantes repudios del kirchnerismo a la gestión que tuvieron su pico más álgido con el rechazo de los diputados que responden a la agrupación liderada por Máximo Kirchner y los senadores que se referencian en la vicepresidenta al acuerdo celebrado con el Fondo Monetario.

La tensión quedó exhibida como nunca antes tras la lluvia de piedras de hace dos jueves sobre el despacho de Cristina Kirchner.

Andrés "El cuervo" Larroque fue el encargado de plantear la fractura a través de sus redes sociales: "Aturden el silencio y la parsimonia del gobierno frente al ataque al despacho de la Vicepresidenta", escribió el secretario general de La Cámpora, históricamente el más componedor de la cúpula de la agrupación K, después de que ni la ex Presidenta ni su secretario privado respondieran los mensajes telefónicos del jefe de Estado.

Fernández y Cristina Kirchner no hablaban desde hacía varios días. Y hasta ayer no habían vuelto a hacerlo.

El mensaje presidencial no fue aislado: el domingo, el canciller Santiago Cafiero había publicado una carta en el sitio El Cohete a la Luna en la que reconoció "el momento político crítico" que atraviesa el Frente de Todos y reclamó diálogo entre los principales socios de la coalición.

En la misma línea se expresaron en las últimas horas dirigentes como Aníbal Fernández, Agustín Rossi, Luis D'Elía, Fernando "Chino" Navarro o Eduardo Valdés. Navarro reconoció sin embargo que la ruptura "es una posibilidad". Y Valdés apeló a una cita del Papa Francisco por si con ayuda religiosa podía forzar un encuentro entre Fernández y su vice.

Desde el kirchnerismo no hay, por el momento, señales de tregua con la Casa Rosada. La semana pasada, desde la Secretaría de Energía a cargo de Dario Martínez filtraron adrede un documento con fuertes críticas al ministro Martín Guzmán por la falta de fondos destinados, por ejemplo, a la provisión de gas.

Siguen los cruces

Durante el fin de semana arreciaron además críticas al anuncio magro del viernes con el que el Presidente oficializó la "guerra" contra los aumentos de precios. Y el jueves no cayó para nada bien en La Cámpora y en el Senado que la portavoz Gabriela Cerruti enfatizara públicamente en el gesto de la vicepresidenta de no contestarle el teléfono a Fernández mientras todavía apedreaban el despacho del Senado. 

El documento filtrado por Martínez -adjudican la publicación a La Cámpora- evidencia lo que ya es vox populi puertas adentro: las internas y el parcelamiento de los ministerios empieza a complicar seriamente la gestión. 

Por si fuera poco, un grupo de periodistas, artistas e intelectuales K publicó este lunes una durísima carta contra la gestión el Gobierno en la que pusieron en duda el valor de la "unidad", en respuesta a un documento de hace poco más de una semana de funcionarios y dirigentes que sostienen al Presidente.

Desde la semana pasada, buena parte de su círculo más cercano viene reclamando un gesto de firmeza por parte de Fernández. Ya no con funcionarios que responden a La Cámpora: lo presionaron, por ejemplo, para que corriera a Claudio Lozano, uno de los directores del Banco Nación que militó activamente contra el acuerdo con el Fondo.

"No está en la esencia de Alberto", aseguran en el entorno presidencial.