La ejecución de los subsidios energéticos alcanzó los $301.110 millones durante el primer trimestre del año. Lejos de reducirse, tal como se comprometió el Gobierno nacional ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), las transferencias económicas hacia el sector continúan creciendo. En marzo, registraron una suba interanual del 166%, mientras que en el acumulado enero – marzo avanzaron un 186% en relación al mismo período del año pasado.

Así se desprende de un análisis realizado por el Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES), en base a los datos públicos difundidos por el Gobierno nacional a través de su base de datos de presupuesto abierto.

Del total de recursos distribuidos, el 88 por ciento de las transferencias económicas fueron para la energía eléctrica y el 12% para el gas natural. El dato difundido por GERES incluye la variación nominal de los subsidios.

Si la inflación de marzo llegase a ubicarse en torno al 6%, la interanual alcanzaría un promedio del 52 por ciento. En este caso, los subsidios habrían avanzado un 87,7% en términos reales durante los primeros tres meses del año.

La semana pasada, la empresa estatal IEASA licitó 8 barcos de gas donde convalidó un precio promedio de 40 dólares el millón de BTU. Por esta importación tuvo que erogar casi USD800 millones. De convalidarse estos valores internacionales, el Estado debería destinar casi USD6000 millones más que los previstos al comienzo del año, básicamente por la disparada del precio a partir de la guerra entre Rusia y Ucrania.

“En 2021, el GNL se importó a un precio promedio de USD8,33 el millón de BTU, mientras que para este año se estima en torno a los 40 dólares. Por el momento, tenemos un cálculo aproximado de que los subsidios energéticos podrían equivaler este año al 2,6% del PBI. Sin embargo, este cálculo implica ver el comportamiento sobre las tarifas, las negociaciones con Bolivia y Brasil, y el posible reemplazo de GNL por otros combustibles líquidos”, explicó a BAE Negocios Tomás Paez, integrantes de GERES.

"Alberto Fernández le planteó a Arce (presidente de Bolivia) la necesidad de resolver la cuestión de la provisión de gas durante su encuentro en Chile”, sostuvo esta semana Ariel Basteiro, embajador argentino en Bolivia, quien ratificó que el acuerdo incluye la posibilidad de que el país vecino envíe durante el invierno 14 millones de metros cúbicos diarios.

Además del volumen, también se está negociando con Bolivia el precio a pagar, el cual podría ubicarse más cerca de los 25 dólares el millón de BTU que convalidó Brasil. Este número sería el triple del acuerdo original pero casi la mitad del valor del GNL a nivel internacional.

Si bien la electricidad – CAMMESA - se lleva la mayor cuantía de los subsidios, también se destacan otras áreas vinculadas al sector. Según un análisis realizado por el Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi”, entre enero y febrero los productores y fraccionadoras de GLP recibieron  $1932 millones, se destinaron otros 405 millones para el Plan Gas IV, y 4700 millones para cubrir un remanente de transferencias de la Resolución 46, de la época de Juan José Aranguren. Dentro de la cuenta subsidios también se incluyeron los envíos para Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, que en los dos primeros meses del año recibió $607 millones, una merma del 6,7% en la comparación interanual.