Funcionario de círculo de amistades presidencial, se enfrentó a Martín Guzmán y ahora a Sergio Massa. Con esta corrida, cedió poder después de reunirse con Fernández.
Por Eugenia Muzio - Gabriela Pepe
“Ahora está cediendo un poco”, admitieron en el Banco Central. Con una cotización del dólar blue que en las últimas 48 horas rompió todos los récords, Miguel Ángel Pesce resiste al frente del BCRA los embates del segundo ministro de Economía con el que mantiene una relación tirante. A diferencia de la era de Martín Guzmán, a quien sobrevivió, el titular de la entidad monetaria sortea las turbulencias con Sergio Massa mostrando un grado de flexibilidad. Todo en medio con una frenética corrida cambiaria, la falta de reservas y la pretendida renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI),
Este martes, el Banco Central intervino en la operatoria de títulos para calmar los dólares financieros en medio de una frenética corrida del blue. Siempre considerado por el Gobierno como "marginal" el mercado informal de la moneda norteamericana, la entidad apeló a las reservas, el prohibido que tenía Pesce y Massa como parte del acuerdo con el Fondo. Cuando el dólar informal rozó los $500, mercado siempre minimizado por el Gobierno como "marginal", Massa salió a anunciar por Twitter que estaba dispuesto a intervenir para frenar la corrida cambiaria. “Vamos a utilizar todas las herramientas del Estado”, fue la advertencia.
Sin embargo, el acuerdo no se cayó porque Massa le anticipó al FMI lo que estaba por hacer, aseguraron a Letra P desde el círculo del tigrense. Fuentes del organismo salieron rápido a confirmar que se sentarán con el equipo económico a renegociar el acuerdo y que las conversaciones avanzan de forma “productiva”.
Con el aval del FMI en el bolsillo, la presión massista a Pesce surtió efecto. La tensión entre ambos no es nueva: desde que desembarcó en Hacienda, Massa tuvo en la mira al radical que forma parte del círculo de amigos históricos de Alberto Fernández. El tigrense intentó, sin éxito, ubicar en su silla a Lisandro Cleri, que también había trabajado con Guzmán. pero no pudo. El Presidente mantuvo a Pesce y Cleri fue nombrado vicepresidente segundo.
Desde entonces, el Ministerio de Economía nunca se preocupó por desmentir los rumores sobre la mala relación con el Central. En privado, lo mismo hace Pesce: corre a Massa por izquierda y lo califica como demasiado liberal.
Lo que no pudo Guzmán
Luego de la reunión con Fernández en la Casa Rosada del lunes, Pesce cedió a lo que tanto se resistió ante el aprendiz de Joseph Stiglitz. Entre varios choques, en 2020 tuvieron fuertes diferencias sobre qué hacer con el régimen cambiario. Guzmán quería avanzar hacia la salida del cepo generando un mercado formal para los servicios y esperaba que hubiera superávit en el comercio de bienes para acumular reservas. Eso implicaba que las empresas se hicieran de dólares para pagar sus deudas en un mercado libre y no al oficial, subsidiado.
Entonces, Guzmán le advirtió a Fernández que avanzar en otro sentido podía generar una corrida cambiaria. Finalmente, el Presidente se inclinó por la posición de Pesce. El vaticinio del ahora exministro se cumplió: al mes siguiente, Economía emitió un comunicado en el que criticó, sin vueltas, la medida implementada por el BCRA.
Las tensiones siguieron. Antes de dejar su cargo, Guzmán le hizo último pedido a Fernández para que le diera el control de la mesa de dinero del Banco Central. Nunca lo logró. Sin ese resorte, comprendió que no disponía de todas las herramientas para actuar frente a una nueva corrida cambiaria. Massa logró sortear la resistencia. Según confirmaron fuentes del BCRA a este medio, ahora sí se utilizaron reservas para calmar la corrida bancaria.
Para evitar una lectura de intervención en el poder de Pesce, desmienten que haya sido Cleri, la mano de Massa en la entidad, quien presionó para que eso suceda. Desde la Casa Rosada, en cambio, confirman que fue un pedido expreso del titular del Palacio de Hacienda. La estrategia oficial es contener la cotización de los dólares financieros.
"Massa decidió intervenir a las 13 y su acción derrumbó los dólares financieros. Mañana (por el miércoles), el derrumbe de los financieros va a arrastrar al blue", dejaron trascender a las 21 desde Economía. "Hasta ahora, eso estaba prohibido por el acuerdo con el FMI. Pero hoy Massa le dijo al Fondo que eso también entraba en revisión porque él tiene la obligación de mantener la estabilidad en el país", completaron fuentes oficiales.
El desafío que sigue será encarar el resto de la semana y esperar una señal contundente desde la política. Pesce deberá tomar decisiones entre dólares que escasean, sin margen para una nueva intervención y con el instrumento de la tasa de interés gastado, con poca incidencia para absorber la bola de pesos que se amplían con la emisión monetaria.
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