Además de una deuda pública monumental y la cadena de pago a proveedores totalmente cortada, la deuda social es la herencia más pesada que deja el intendente en retirada Facundo López. 

López vació el sistema de salud. En áreas críticas como emergencias, renunció la mitad del personal debido al atraso permanente en el pago de sueldos, guardias y horas extras. La falta de insumos y materiales llevó a los hospitales a un punto extremo en que los profesionales afirman que en la situación actual no es posible dar diagnóstico y tratamiento poniendo en riesgo la salud y la vida de los vecinos de Necochea.

A la hora de establecer prioridades, los vecinos en estado de vulnerabilidad pierden por goleada. El presupuesto destinado a las víctimas de violencia de género es de 1.296.500,00 pesos, mientras que se destinan 1.196.660 a protección de los derechos del niño y poco más de 3 millones a asistencia alimentaria, según figura en el presupuesto de gastos y recursos 2019. 

El área comandada por la hermana del intendente tuvo presupuestado para el actual ejercicio un monto que ronda los 17 millones de pesos mientras que el anterior fue de 24 millones, sin embargo se comprometieron solo 14 millones para todo el año. Aún así, hasta la rendición de mitad de año solo se devengaron 5 millones, dejando una deuda de más de un millón de pesos.

En cada una de las áreas se repite el mismo esquema: subejecución de partidas presupuestarias y deuda acumulada con falta de insumos, de repuestos para móviles y maquinarias y de materiales para poder dar respuesta a las necesidades de los vecinos. 

La abultada planta de trabajadores es otro dolor de cabeza para el próximo intendente. López reconoce 2.400 empleados y 250 destajistas a los que no puede pagarles los sueldos y les adeuda horas extras, guardias y beneficios laborales.

En medio de una crisis económico-financiera sin precedentes en la comuna de Necochea, el intendente Facundo López acumuló una deuda pública que asciende a los 233 millones de pesos, sin contar otros 263 millones que le debe a la empresa Relisa con la que mantiene una disputa judicial, sumada a otros 600 millones que arrastra de ejercicios anteriores, además de un descubierto en el Banco Provincia de 89 millones de pesos. 

Como si fuera poco, López deja atrás conflictos judiciales que pueden costarle millones al municipio como la causa de Relisa y las denuncias por incumplimientos de contratos como la playa de camiones denominada “El chiquero” de Quequén.