“Pedimos que aquel que sabe algo de este caso que lo diga, que no tenga miedo en declarar. Hay una persona inocente presa y un bebé que la está esperando. Llora todos los días pidiendo por su mamá”, dijeron Ángel García y María Vargas, padres de María Alejandra García, la mujer que está detenida cumpliendo una condena de seis años de prisión por el abuso de una hija.

La familia de García y su actual pareja, Matías Carrasco, además de pedir la revisión del caso reclaman que la Justicia le otorgue la prisión domiciliaria. “Que le den la prisión domiciliaria para que pueda estar con el nene”, dijo Ángel García.

María Alejandra García fue condenada en julio de 2009 a seis años de prisión por el abuso de su propia hija. Había sido denunciada por el padre de la nena cuando la pareja ya no convivía. La sentencia se basó en el testimonio de la menor. El fallo fue apelado hasta la Corte que ratificó la condena. Hoy, la víctima del abuso tiene doce años y convive con la familia del padre.

García fue detenida el lunes pasado. Permanece alojada en la Seccional Sexta esperando que la Cámara del Crimen resuelva el pedido de prisión domiciliaria realizado por su abogado defensor, Omar Gebruers.

Ayer, la familia se acercó hasta la redacción de El Diario a contar las sensaciones que tienen al confirmarse la condena. Reiteraron los mismos cuestionamientos que realizaron desde el primer día contra la familia paterna, de apellido Viano: “Se quisieron quedar con la nena después de la separación y lo lograron”.

Sobre el motivo de hablar ahora, dijeron que “nosotros siempre esperamos que se resolviera en la Justicia y mirá como terminaron las cosas”. “Fue una discriminacion, por ser pobre y negra. No se pudo defender. Los Viano siempre dijeron que no podían tener un hijo con una negra. Decían ¿cómo van a tener un hijo con una negra?”, afirmó Ángel García. Agregó que “hubo una serie de tramoyas y nosotros no tenemos los recursos y el dinero que tienen los Viano, que además tienen influencias políticas”.

“Vamos a pedir la revisión del caso nuevamente. Y también a hacer un pedido para que los abuelos maternos pueden ver a la nena que está en Córdoba. Aportar testigos que quieren declarar para salvar el buen nombre de Alejandra”, dijo.

Prisión

Desde hace un tiempo Alejandra García trabaja en un geriátrico. Rearmó su vida y está en pareja. Fue nuevamente mamá de un nene que hoy tiene un año y cinco meses. “Cuando la abuela de la nena se enteró de que tenía trabajo fue a hablar con el dueño del geriátrico para decirle que tenía a una violadora de empleada y que la eche. Igual la mantuvieron en el puesto hasta ahora porque es una buena persona”.

“Somos una familia grande. Tenemos cinco hijos, cada uno tiene su pareja. Tenemos diez nietos en total. Comparten con ella casi todos los días. Los sobrinos a Alejandra la adoran. Tiene nueve sobrinos y la tía preferida es ella”, contó María Vargas.

“Alejandra tiene un nene de un año y cinco meses que ahora está con Matías (papá) y María (abuela). Desde que quedó detenida tiene dos visitas diarias porque el bebé toma el pecho. El nene se la pasa llorando porque la extraña mucho y casi no come”, comentó Ángel García.