El Movimiento Evita se lo había comprado a Sergio Szpolski, el responsable de la quiebra encubierta de Tiempo Argentino. El comunicado de los trabajadores de Miradas.
Los trabajadores del semanario Miradas al Sur emitieron ayer un fuerte comunicado en redes sociales responsabilizando al Movimiento Evita por el despido de 24 personas de la redacción sin previo aviso y desconociendo la relación de dependencia.
Bajo el título “El Movimiento Evita también despide trabajadores”, los periodistas le exigieron a Fernando “Chino” Navarro, Emilio Pérsico, Jorge Taiana, Adela Segarra, Raúl Lorenzo, Gerardo Rico y al conjunto de los integrantes de la Mesa Nacional del Movimiento Evita que, en este contexto, asuman la responsabilidad legal que tienen con los empleados "en tanto trabajadores y sean coherentes con los postulados de esa organización social y con sus declaraciones públicas sobre conflictos similares”.
Los trabajadores informaron así que el 29 de diciembre de 2015, el Movimiento Evita, propietario del semanario Miradas al Sur a través de su empresa Ultrakem S.A., envió sin previo aviso telegramas de despido a la totalidad de los trabajadores de este medio periodístico, desconociendo en los mismos la relación de dependencia de los 24 trabajadores de este semanario de ocho años de existencia, y sin tampoco poner a nuestra disposición las indemnizaciones correspondientes.
“Pese al envío de los telegramas, integrantes de la Mesa Nacional del Movimiento Evita explicaron que Miradas al Sur se relanzaría en abril con nuevo inversor y que la totalidad de los trabajadores pasaríamos a formar parte de la nueva empresa, que nos reconocería las condiciones laborales preexistentes”, agregaron. Y destacaron que “a siete meses de dicha promesa, han incumplido con su promesa de recontratación y continúan sin abonar las indemnizaciones, posiblemente apostando al desgaste de trabajadores que pasan meses sin cobrar”. Concluyeron además que la Asamblea de Trabajadores de Miradas al Sur responsabiliza de todos estos hechos a los máximos dirigentes del Movimiento Evita que hoy, mientras emiten declaraciones de repudio por los despidos que ocurren en el Estado y en varios medios periodísticos de la Argentina, y denuncian a la vez la existencia de un “cerrojo informativo”, se comportan con nosotros como la más inescrupulosa de las patronales.
El vaciamiento de Miradas se suma a los ocurrido con Tiempo Argentino y otros medios K, como el caso del canal CN23, también de Sergio Szpolski y luego vendido a Cristóbal López. En ese proceso de cambio de manos, Desiré Cano, dirigente de La Cámpora y esposa de Hernán Reibel, ex responsable de medios de Cristina Fernández, fue la elegida para echar a los trabajadores del canal.
Comentá la nota