La avanzada judicial contra los sindicatos no solo se limita a las intervenciones como la que efectuó Kreplak en el Soeme. La cara más cruel de la persecución se vio reflejada en aquella reunión del 2015, conocida como la “Gestapo” antisindical.
La intervención del juez Federal Ernesto Kreplak en el Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme) es solo una parte del intento de controlar las instituciones que representan a miles de trabajadores.
La ley de Asociaciones Sindicales (N° 23.551) dicta que “los poderes públicos y las personas físicas deberán abstenerse de limitar la autonomía de las asociaciones sindicales”, para poder “garantizar la democracia dentro del Sindicato y la plena libertad sindical por vía de su prescindencia en las decisiones de los afiliados y de sus representantes libremente elegidos”.
Sin embargo, este derecho ha sido doblegado no solo por la intervención arbitraria del titular del Juzgado Federal N° 3 de La Plata, que resultó una amenaza para todas las organizaciones gremiales que se rigen por sus estatutos, elecciones internas y por el mandato soberano de sus afiliados.
La intención del gabinete de la exgobernadora María Eugenia Vidal demostró otro claro ejemplo de cómo atentar contra la democracia y la representación de los trabajadores por medio del armado de causas y la persecución política.
“Créeme que si yo pudiera tener -y esto te lo voy a desmentir en cualquier parte-, si yo pudiera tener una Gestapo, una fuerza de embestida para terminar con todos los gremios, lo haría”, expresó en una reunión con funcionarios provinciales, empresarios y espías el exministro de Trabajo de la Provincia, Marcelo Villegas, demostrando su clara intención de terminar con los sindicatos.
Esta reunión desembocó en causas armadas contra dirigentes como Juan Pablo “Pata” Medina, Omar “Caballo” Suarez (que recientemente fue absuelto por la Justicia) y el mismo Marcelo Balcedo.
Luego del accionar de la Justicia, con investigaciones a cargo de la Agencia Federal de Inteligencia, funcionarios fueron imputados, procesados y blanco del fuerte repudio por parte del ámbito político, gremial y por la ciudadanía.
La historia detrás de la persecución
Sin embargo, la intervención del Soeme es solo una parte del atentado contra la libertad sindical. Así lo relató el ingeniero Marcelo Balcedo, histórico dirigente del gremio.
“El armado de causas comienza en el año 2016, cuando María Eugenia Vidal, junto a su ministro de Trabajo, quiso cerrar la paritaria a la baja”, aseguró Balcedo. En este marco, el dirigente contó que en una incansable lucha con los integrantes del gremio lograron establecer la conocida “cláusula gatillo” que reajustaba la paritaria de acuerdo a la variación del costo de vida, una variable que, durante la gestión de Mauricio Macri, era sumamente inestable.
“Ellos no querían la cláusula gatillo, directamente no querían aumentos. Me amenazaron y me dijeron que me iban a meter preso”, denunció Balcedo. “Esto fue un plan sistemático”, apuntó.
Por otro lado, el dirigente sindical denunció: “Villegas me fue a ver al sindicato Soeme sobre este tema. Se iba a juntar conmigo para hablar de paritarias y cayó con la carpeta de la AFI totalmente asustado”.
El accionar del juez federal Ernesto Kreplak también fue motivo de denuncia por parte del Ingeniero: “Me mandó a detener por una carátula que decía evasión impositiva, pero ni siquiera estaba procesado. Es una vergüenza”, declaró, describiendo nuevamente la intención de atentar contra la democracia sindical.
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