Por unanimidad, jueces y jurados declararon culpable a la viuda de Enrique “Kike” Espósito y le impusieron la pena máxima. En cambio, por mayoría de votos (6 a 4), absolvieron al hombre que estaba acusado de ser el autor material del crimen
Sin inmutarse, pero con la mirada clavada en el piso, Nora Lilián Abelleira (57) escuchó anoche el veredicto que la dejará en la cárcel por el resto de su vida, luego de ser hallada culpable de haber contratado a un sicario para matar a su concubino, el comerciante lácteo Enrique José Espósito (52).Por el contrario, José Alberto Deheza (50) recién entendió que había zafado de morir en prisión cuando su defensor, visiblemente emocionado y luego de concluida la lectura de la sentencia, le confirmó que había sido absuelto en relación al más grave de los delitos que se le atribuían: el crimen de “Kike”.Eran exactamente las 19.45 y la “moneda” de la Justicia acababa de anunciar cara y cruz en un mismo fallo. Tan lapidario como sorprendente.Abelleira no lloró. Sentada y en el más profundo de los silencios, aguardó el momento de ser retirada de la sala por personal femenino del Servicio Penitenciario para regresar a la cárcel de barrio Belgrano.Deheza tampoco lloró. Pero se fundió en un emocionado abrazo con el abogado Eduardo Luis Rodríguez, quien no pudo evitar que las lágrimas humedecieran sus ojos, hasta quebrarse minutos después cuando era entrevistado por EL DIARIO y otros medios de prensa. Un mes de debateAtrás habían quedado 12 extenuantes jornadas de debate de un trascendental proceso oral y público que se inició el 18 de mayo y que, como pocas veces en la historia judicial villamariense contemporánea, concitó un marcado interés en la opinión pública.Ocurre que no es habitual que un caso de “crimen por encargo” llegue a los estrados judiciales. Y mucho menos que quien haya contratado a un sicario, para deshacerse de su pareja y quedarse con su fortuna, sea una mujer.Pero ocurrió. Y anoche, luego de más de tres horas y media de deliberaciones, jueces y jurados populares concluyeron, de manera unánime, que Abelleira había mandado a matar al hombre con el que convivió más de 25 años. Abelleira, culpablePara los dos jueces técnicos y los ocho jurados populares titulares que participaron de la votación final, la acusada fue hallada culpable de ser partícipe necesaria de “homicidio doblemente calificado” (por promesa remuneratoria y por la utilización de un arma de fuego) y como autora responsable de “hurto simple” y “coacción”, delitos que también le había atribuido la acusación fiscal.El veredicto fue unánime y, por ende, contundente. No hubo dudas. Jueces y jurados entendieron que la mujer nacida en la ciudad puntana de Villa Mercedes había tramado el crimen de su pareja.Lo que no pudieron probar fue quién fue el autor material del crimen, quién apretó el gatillo del arma de la que salieron dos balazos, uno de los cuales impactó en la cabeza de “Kike” Espósito la noche del viernes 17 de junio de 2011 y le provocó la muerte en forma instantánea.En efecto, al momento de analizar la prueba indiciaria que incriminaba a José Deheza, seis de los 10 integrantes del jurado votaron por la inocencia del convicto reincidente apodado “Calladito”. Y aunque no se conocieron mayores detalles de las deliberaciones, puede concluirse que fueron muchas las dudas surgidas en torno a su eventual participación en el crimen. Para los cuatro restantes, en cambio, es culpable. Pero el voto por mayoría inclinó la balanza hacia la absolución. Cinco años a DehezaNo obstante, y por unanimidad, Deheza fue declarado culpable de un hecho de “amenazas”, proferidas en perjuicio de un vecino de apellido Prato, a raíz de un episodio ocurrido en barrio Industrial tiempo después del homicidio de Espósito, y por mayoría de votos (también 6 a 4) por el delito de “coacción reiterada” (dos hechos), en perjuicio de Franco Irigoita y su esposa Claudia Farinone, y se le impuso una condena de cinco años de prisión efectiva que lo dejará tras las rejas hasta mediados de diciembre de 2017. Primero, los alegatosLa duodécima y definitiva audiencia de debate comenzó a las 10.20 con los alegatos de los defensores de ambos imputados, que habían quedado pendientes tras la extenuante y maratónica jornada del jueves pasado.El primero en emitir sus conclusiones fue el abogado Eduardo Rodríguez, quien por espacio de dos horas y media (en dos etapas), hilvanó un alegato impecable y sin fisuras, que dejó al descubierto las muchas dudas que surgieron durante el debate en torno a la presunta participación de Deheza en el hecho.“Conjeturas se hicieron muchas en este juicio, pero no hay una sola prueba ni indicio medianamente verídico que lo meta a Deheza en la casa del señor Espósito”, enfatizó el letrado en un pasaje de su minuciosa exposición.Rodríguez dijo que no se investigó en profundidad al denominado “testigo clave” de la acusación, Franco Irigoita, sobre quien planteó “serias dudas” respecto de su posible participación en el hecho que terminó con la vida del comerciante villanovense.“En una banda de delincuentes, el ‘datero’ suele ser el más cagón, el que no entra (al lugar del hecho), el que se queda afuera”, señaló el abogado, aludiendo tácitamente a Irigoita. Y luego aseguró que el exempleado de Espósito “mintió siempre durante este proceso”.Antes de pedir la absolución de su defendido, Rodríguez también puso en tela de juicio el proceder del funcionario policial Juan Emanuel Roldán, amigo de Irigoita y, al momento del homicidio, estudiante de policía, a quien le atribuyó haber “protegido” a Irigoita para despegarlo de la investigación. Breve exposiciónPor la tarde y en tan solo 15 minutos, el abogado de Abelleira improvisó un alegato de claro tono emotivo, dirigido pura y exclusivamente a los miembros del jurado popular.“Ustedes deben ser honestos con el juramento que han dado”, empezó diciendo Juan Antonio Rusconi, y agregó que “el día de mañana la conciencia de cada uno va a ser implacable con todos”.El letrado refirió que los jurados “tienen que determinar si ellos (Abelleira y Deheza) son culpables o inocentes… pero si tienen dudas, no tengan miedo de votar por la inocencia”.“Resuelvan por lo que han visto, no tengan miedo y, ante todo, confíen en Dios”, añadió Rusconi poco antes de pedir la absolución de su clienta. Palabras finalesConcluidos los alegatos, el presidente del tribunal, René Gandarillas, le concedió a ambos acusados lo que se conoce como “última palabra”, instancia procesal que antecede a las deliberaciones para dictar sentencia.Nora Abelleira comenzó diciendo que el de ayer era “un día tremendo” y que todo el proceso había sido “muy difícil” para ella.“¡Soy total y absolutamente inocente!”, enfatizó la mujer y tras cartón dijo que “a eso lo saben los testigos que han mentido a lo largo de este juicio”.Luego se quejó porque, durante el proceso penal, nadie había hablado de Enrique Espósito “como persona, como marido, como padre y como abuelo”.En otro pasaje de su exposición, que duró alrededor de 10 minutos, Abelleira afirmó que no le había robado ni hurtado nada a su concubino y que trabajó junto a él durante muchos años.“Hemos sido personas de bien y por la vida de mis nietos les aseguro que no miento”, señaló la acusada, y agregó: “Si yo juro ante la Biblia, es para decir la verdad. Acá se juró vanamente ante la Biblia y se mintió toda la audiencia”.Más adelante, Abelleira enfatizó: “Yo no compro jueces, no compro fiscales, no compro testigos, menos que menos compro asesinos”.A su turno, José Deheza reiteró una vez más que no tenía “nada que ver” con el crimen y que había sido acusado injustamente por el testigo Irigoita.“¡Yo no hice nada, les juro que no hice nada!”, exclamó a viva voz y añadió que “desde el primer momento dije que soy inocente”.Más adelante, Deheza se quebró y con lágrimas en los ojos dijo: “Yo reconozco que he robado muchas veces, pero siempre entré a casas en las que no había gente”. El veredictoA las 19.45, en una sala colmada y en medio de una tensa expectativa, el secretario de la Cámara, Guillermo Picco, dio lectura a la parte resolutiva de la sentencia, cuyos aspectos principales se transcriben a continuación:“1º) Por unanimidad, declarar a Nora Lilián Abelleira partícipe necesaria del delito de ‘homicidio doblemente calificado’ (…) y autora responsable de los delitos de ‘hurto simple’ y ‘coacción’ (…), e imponerle la pena de prisión perpetua, accesorias legales y las costas del proceso.2º) Por mayoría de votos, absolver a José Alberto Deheza del delito de ‘homicidio doblemente agravado por promesa remuneratoria y por utilización de arma de fuego’ (…) que, en grado de autor, le atribuyó el auto de elevación a juicio; sin costas.3º) Por mayoría de votos, declarar a José Alberto Deheza autor responsable del delito de ‘coacción reiterada’ (…), y por unanimidad, autor responsable del delito de ‘amenazas’ (…), e imponerle la pena de cinco años de prisión efectiva, accesorias legales y las costas del proceso, con declaración de reincidencia.4º) Remitir al señor fiscal de Instrucción de turno los antecedentes pertinentes, conforme a lo solicitado por las partes.5º) Se hace saber a las partes que los fundamentos de la presente sentencia se darán a conocer en audiencia pública el día 2 de julio de 2015, a la hora 12.” CINCO AÑOS DE PRISION PARA “CALLADITO”Aunque resultó absuelto por el crimen de Espósito, José “Calladito” Deheza no recuperó la libertad porque se lo declaró culpable de dos hechos de “coacción” y uno de “amenazas”. Por esos tres ilícitos, se le impuso una pena de cinco años de prisión de cumplimiento efectivo, con declaración de reincidencia, motivo por el cual no tendrá la posibilidad de requerir la libertad condicional cuando complete las dos terceras partes de la pena impuesta. Y como está detenido desde el 18 de diciembre de 2012, podrá dejar la cárcel de barrio Belgrano el mismo día de 2017. Para entonces tendrá 52 años (7 de marzo de 1965). LAS FOTOS1 y 2- Abelleira, inmutable, miró al piso tras la sentencia. En cambio, Deheza se fundió en un abrazo con su defensor3- Tensión en la sala. El secretario Picco lee la sentencia. Deheza y su defensor lo escuchan muy atentamente4- Deheza se quebró al pronunciar sus últimas palabras. Horas más tarde lo absolvieron5- Con lágrimas en los ojos, Abelleira reiteró que era inocente. Igualmente fue condenada6- El fiscal Francisco Márquez y el querellante José Luis Bertoldi, poco antes del veredicto7- Juan Rusconi (izquierda) y Eduardo Rodríguez alegaron en la audiencia final del juicio
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