La tensión dentro del armado de intendentes del grupo Esmeralda mantiene dividido al peronismo en la Legislatura bonaerense y las negociaciones para unificar los bloques está en su peor momento.
Las conversaciones en las distintas vertientes del PJ habían comenzado en los últimos días de 2016, tras la aprobación del presupuesto. Pero los meses pasaron y no hubo acuerdos. Ahora, las diferencias en torno a respaldar a Florencio Randazzo o Cristina Kirchner aleja aún más las chances de una reunificación del PJ.
El chivilcoyano tiene algunos legisladores propios en la Cámara de Diputados. Andrés Quinteros, Marcelo Feliú, Mariano San Pedro, Valeria Amendolara ya se plantaron en ese espacio. También desembarcó ahí Marcelo Torres, un diputado de la segunda cercano a Sergio Berni. Lo mismo hizo Eva Ramírez, esposa de Francisco ‘Barba' Gutiérrez.
En el kirchnerismo más duro se encuadran por supuesto los diputados de La Cámpora. Allí también se posiciona Rodolfo ‘Manino' Iriart, Alicia Sánchez y Liliana Pintos.
En el Senado. El Emeralda tiene en la Cámara Alta un bloque minoritario de seis senadores ya consolidado desde el año pasado. Allí confluyen senadores que responden a Randazzo, a Julián Domínguez y a José Eseverri.
Quien genera dudas hacia el interior de los dos sectores es Walter Abarca. Desde el randazzismo lo consideran anclado en ese lado vía Julián Domínguez. Sin embargo, desde el espacio que propone a Cristina como candidata aseguran que nunca va a traicionar a ese sector.
Por lo pronto, desde el peronismo aportan un dato objetivo. Ninguna de las tres bancadas en que se divide el PJ en la Cámara Baja logró mantener en lo que va del año una reunión de bloque.
Tras la votación del presupuesto, en diciembre del año pasado, en el peronismo alentaban una nueva conformación de bloques. Por entonces, el grupo de diputados que había votado el presupuesto y el endeudamiento que solicitaba la Gobernadora parecía consolidarse como un bloque sólido, dejando a un costado al ultrakirchnerismo.
Solo faltaban darle forma a esa nueva bancada que tenía algunos referentes del krichenrismo duro como Ricardo Moccero, Juan José Mussi y hasta sectores camporistas como Marisol Merkel.
Pero las indefiniciones de Randazzo, por un lado, y el crecimiento de la intención de voto de la ex presidenta en las zonas más pobres, hizo imposible un bloque unificado.
Hoy, la tensión interna que divide a los intendentes del grupo Esmeralda se replica en diputados y el peronismo arranca el año legislativo en un mar de indefiniciones.
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