Nuevas designaciones en organismos nacionales profundizaron las divisiones internas del PJ correntino y, en especial, del libreño. En un año electoral y con al menos dos elecciones por delante, nada parece indicar que la grieta se cierre antes de las batallas en las urnas.
Cinco lugares en el Centro de Frontera que iban a distribuirse entre adeptos al Diputado Nacional y Precandidato a Gobernador “Pitín” Ruiz Aragón y la Senadora Nacional Ana Almirón volvieron ser eje de tironeos internos de vieja data en el partido del General. Anoticiado de este inequitativo reparto y de que lo iban a “puentear”, una vez más, el Intendente Ascúa rápidamente llamó a los jerarcas, mostró su enojo y le entregaron un puesto para alguien de su tropa. Parece poco para alguien que maneja una comuna y tiene intenciones de aparecer en la escena electoral provincial.
Quien fue ninguneado en la repartija por enésima vez fue el ex Diputado Provincial Alberto “Loro” Yardin, evidentemente de manera intencional. Es notoria la falta de conocimiento del territorio libreño y del caudal electoral de Yardín del dirigente que está detrás de este esquema de distribución de puestos laborales en el estado. El “loro” sabe que tarde o temprano lo van a necesitar en un 2.021 que aparece complicadísimo para el PJ, tanto a nivel provincial como comunal, y allí llegará la “vendetta”.
En esa misma película, otro que permanentemente es maltratado internamente pero que no cesa en sus recorridas y rees es el periodista y dirigente mercedeño Daniel “Pulpo” Caran. Mantiene contacto con varios intendentes, concejales y representantes peronistas que, al igual que él, son ignorados por una dirigencia que pareciera obstinada en conducir al PJ a una nueva y estruendosa derrota a manos de ECO.
Pero, retomando lo comentado anteriormente, es sabido por todos los actores políticos de Corrientes que nunca fue buena la relación entre la Liga de Intendentes, encabezada por Ascúa, y el Kirchnerismo duro, cuya principal figura es Ruiz Aragón. Más allá del generoso aporte brindado por el Municipio libreño a la campaña de “Pitín” en 2.019, la tirantez se puso en evidencia seguidamente. Y estamos a las puertas de una nueva pulseada.
Pasando en limpio, la situación indica que los jefes comunales peronistas tienen prácticamente tomada la decisión de votar en sus comunas en octubre, junto las generales nacionales. Pero, un llamado desde el Instituto Patria y el impulso nacional a la candidatura a Gobernador de Ruiz Aragón podría obligarlos a acompañar el turno electoral de septiembre, algo de lo que no quieren escuchar hablar puesto que el triunfo de Valdés se da por descontado en todas las esferas de poder. El efecto “arrastre” de la boleta del actual Gobernador pondría en riesgo reelecciones en municipios gobernados por el Justicialismo, por lo que comenzarán las negociaciones en días próximos a fin de ponerse acuerdo en este punto. Algo que parece complicado ya que la amenaza de recorte de fondos de obras nacionales para los alcaldes “rebeldes” está latente y tiende a profundizarse en virtud de que los intendentes no piensan dar marcha atrás con su postura.
Todas las miradas y los interrogantes apuntan hoy al Senador Nacional y ex Jefe Comunal de la capital, Carlos “Camau” Espínola. Alejado por completo del “cristinismo” y con una relación distante con Ascúa, Garay y con todos aquellos quienes conforman “la Liga”, Espínola observa, analiza y no muestra sus cartas más allá de alguna declaración pública que denota sus ganas de intentar, por tercera vez, llegar a la Primera Magistratura de la provincia. El medallista olímpico ya no es tan mal visto en las huestes de Encuentro por Corrientes, inclusive conversa con varios de los máximos referentes de la alianza gobernante, y la perinola política vernácula podría situarlo allí próximamente. Porque, en palabras de un veterano analista, con “Camau” nunca se sabe.
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