Cuánto pesó la pandemia a la hora de votar, la polarización en la ciudad, números comparativos y otras curiosidades que surgen del análisis de los resultados de las PASO.
Como un mantra, a lo largo de los últimos 18 meses, en el contexto de la pandemia por el coronavirus, el intendente Guillermo Montenegro repitió que la receta era “salud más trabajo”. Su postura, con la denominada “fase Mar del Plata” -con flexibilización de las restricciones- derivó en cortocircuitos con el gobierno provincial y nacional, desde donde se reclamaba más energía a la hora de enmarcarse en el sistema de fases. También en la ciudad, desde la oposición se le pedía más firmeza. Montenegro jugó en muchos casos al filo, pero este domingo constató que su posición -similar a la desarrollada por Horacio Rodríguez Larreta en CABA- estaba en sintonía con el sentir mayoritario de los marplatenses, en una ciudad siempre al tope de los índices de desocupación. El masivo respaldo en las urnas se entendió también, en las primeras horas post PASO, como un apoyo a esa política. “Nuestra defensa del laburo cuidando al mismo tiempo la salud fue valorada por los marplatenses y batanenses”, admitía en la mañana de ayer uno de los colaboradores más cercanos del intendente. No había euforia en el despacho principal de la comuna, sí alegría por el resultado.
En el marco de la pandemia, hubo dos secretarios del gabinete municipal considerados claves por el intendente. Uno fue el secretario de Desarrollo Productivo, Fernando Muro, a quien le tocó lidiar con los sectores comerciales e industriales de la ciudad en momentos difíciles. Como un emblema de su política -“lo más importante es el laburo de los marplatenses”, repiten en el Ejecutivo-, Montenegro decidió que fuera precisamente Muro quien encabezara la lista de concejales. El domingo obtuvo un triunfo aplastante, recibiendo casi el 47 por ciento de los votos. La otra funcionaria “clave” -incluso se pensó en ella para ser parte de la lista de concejales- es la secretaria de Salud, Viviana Bernabei. El domingo a la noche, en el medido festejo por el triunfo, Bernabei aparecía en primera fila, abrazada al jefe de Gabinete, Alejandro Rabinovich. Todo un símbolo.
Mientras ello sucedía, se conocía el parte oficial sobre los casos de coronavirus. Mar del Plata cerraba la semana con una nueva baja de casos. 234 contagios contra 402 de la semana anterior. El domingo, cuando se concurría a votar, en las clínicas y hospitales de Mar del Plata había apenas 7 pacientes Covid internados en salas de terapia intensiva. Sólo dos de ellos contaban con asistencia mecánica respiratoria. Días antes, justo con la entrada en vigencia de la veda, Mar del Plata registraba 18 casos de coronavirus, la cifra más baja en los últimos 13 meses. De los pronósticos de colapso total del sistema sanitario pregonado desde algunos sectores hace pocas semanas, se llegó a esta realidad. Bernabei sonreía y también disfrutaba en la noche dominical, aunque no se cansaba de señalar que no hay que bajar los brazos y estar atentos a las nuevas cepas. Lo cierto es que en estas horas, al analizar la caída del Frente de Todos en prácticamente todo el país, algunos ensayan como explicación que todos los oficialismos han sufrido derrotas justamente por la pandemia. No fue el caso de General Pueyrredon, donde de hecho el gobierno municipal salió fortalecido. Sin embargo, circunscribir el triunfo exclusivamente al rol jugado durante la pandemia sería un error. Seguramente, hubo muchos ingredientes más que pesaron en el electorado a la hora de elegir la boleta en el cuarto oscuro.
En este contexto, en la oposición, concretamente en el Frente de Todos, este lunes eran pocos los dirigentes con ánimo para analizar lo sucedido. “Estaba en nuestros planes poder perder pero no por más de diez puntos. Esta derrota por veinte puntos duele”, detallaba un concejal, quien admitía que quizás el oficialismo local supo aprovechar toda la ayuda recibida por Provincia y Nación en el marco de la pandemia. “Capitalizaron lo que debíamos haber hecho nosotros. La campaña de vacunación es excelente en la ciudad y fueron miles los trabajadores y las empresas que recibieron la ayuda económica del Estado en estos tiempos tan difíciles. Sin embargo, en este sentido algo falló porque al final todas las fichas de la mesa las terminó levantando Montenegro”. En el búnker del Frente de Todos, en tanto, había cierta resignación de cara a las legislativas de noviembre. Se señalaba allí que el FdT apuesta a crecer al menos 10 puntos en las generales. Una cifra, claro está, que no alcanza.
No fue casualidad que Guillermo Montenegro en el búnker de Juntos, y Fernanda Raverta, en el Frente de Todos, fueran los encargados, en la noche del domingo, de recibir a la prensa para analizar lo sucedido. Ambos se pusieron al hombro las campañas de sus respectivas fuerzas, y ambos piensan en 2023, Montenegro para buscar la reelección y Raverta para intentar sucederlo. Fueron ambos los arquitectos de la increíble polarización. Entre Fernando Muro -150.372 votos- y Virginia Sívori -87.077- capitalizaron 237.449 sufragios, el 73,96 por ciento del total. Las 24 boletas restantes sumaron 83.561 votos, 3.516 menos que los logrados únicamente por Sívori y 66.811 menos que los cosechados por Muro.
Con el 95,33% de las mesas escrutadas puede determinarse que no fue pronunciado el corte tanto en Juntos como en el Frente de Todos. El tramo de candidatos a diputados nacionales fue el que más votos recibió en Juntos. Diego Santilli (84.038 votos) y Facundo Manes (72. 958) sumaron 156.996 sufragios, mientras que en el tramo para senadores provinciales la cifra llegó a 155.720 (84.861 para Alejandro Rabinovich y 70.859 para Martínez Bordaisco). Para concejal, en tanto, Muro recibió 150.372 sufragios. En el Frente de Todos, en tanto, el tramo más votado fue el de senador provincial. Pablo Obeid logró 88.314 votos, mientras que Virginia Sívori (concejal) sumó 87.077 y Victoria Tolosa Paz (diputados) 87.469. Obeid sacó 845 votos más que Tolosa y 1.237 más que Sívori. Individualmente, Obeid también fue el más votado en la quinta sección electoral, con 207.935 votos, aunque en Juntos, entre Bordaisco (191.659) y Rabinovich (164.970) sumaron más.
Algunas lecturas que surgen del análisis de las cifras arrojadas por el escrutinio provisorio. Diego Santilli le ganó a Facundo Manes, en Mar del Plata, por 11.080 votos mientras que Rabinovich en la ciudad le sacó 14.002 votos a Martínez Bordaisco. En cambio, en la quinta, el presidente del Concejo Deliberante se impuso al jefe de Gabinete de la comuna por 26.689 sufragios. Con respecto a las PASO anteriores (11 de agosto de 2019), Muro sacó 10.016 votos más que los que entonces sumaron en Juntos por el Cambio Vilma Baragiola y Guillermo Montenegro. Montenegro fue elegido intendente el 27 de octubre de 2019, con 168.385 votos, 18.013 más que los logrados el domingo por Muro. En lo que tiene que ver con el Frente, ayer logró 1,83 puntos menos o 24.414 votos menos que en las PASO de 2019, cuando logró 111.491 sufragios. Si se compara con las generales de hace dos años, el kirchnerismo local perdió el domingo 47.182 votos, u 8,96 puntos. Acción Marplatense, de muy pobre actuación este domingo con la obtención de 11.730 votos (3,65%) perdió 62.350 votos con referencia a las PASO de hace dos años, y 34.446 sufragios si se compara con las generales. El Frente de Izquierda experimentó lo inverso. En estas PASO recibió 5.376 votos más que en las PASO anteriores, y 2.107 votos más que en las generales. La tercera fuerza local pasa a ser ahora Avanza Libertad, que con tres listas (Libertad 7633, EPA 5.876 y Republicanos Unidos 5.118) sumó 18.627 votos, el 5,80% del total.
En las PASO 2019, en tanto, para concejales hubo 16.731 votos en blanco, el 4,09% del total. El domingo la cifra fue muy similar: 16.250 sufragios en blanco, el 4,68% del total. Así el “voto en blanco” se convirtió en la “cuarta fuerza” de las elecciones. Cabe destacar que sólo seis listas superaron el umbral del 1,5% de los votos quedando habilitadas para participar de las legislativas Juntos, Frente de Todos, Avanza Libertad, Frente de Izquierda, Acción Marplatense y Crear. De las 26 listas participantes, 13 de ellas no llegaron siquiera al 1 por ciento de los votos. Una particularidad de la ultima actualización de los números. Hay dos empates. El Partido Federal (con sus listas Celeste y Blanca y Federalismo Puro) cosechó 2.155 votos, el 0,67% del total. Exactamente la misma cifra que el Partido Humanista, con sus listas Naranja y Ciudad Humanista. En tanto, también hubo igualdad entre la Agrupación Municipal Enlace y Todos por Buenos Aires. En ambos casos, con el 0,51%, o 1.667 votos. La lista menos votada fue la del Movimiento Organización Democrática. Sólo fue elegida por 403 personas.
De cara a lo que viene, de reiterarse los resultados registrados el domingo, el kirchnerismo perdería el quórum propio en el Senado y también quedaría con menos diputados. En el núcleo duro de la vicepresidenta Cristina Fernández, el Gran Buenos Aires, el oficialismo perdió dos millones de votos con respecto a 2019. En la Tercera Sección, La Matanza, el Frente de Todos ganó por sólo 8 puntos, cuando en elecciones anteriores llegó a sacar 25 puntos de diferencia. Hubo triunfos de Juntos que no se esperaban, como los casos de Quilmes, San Martín y Tigre. Quilmes, distrito que recuperó el peronismo hace dos años a través de la integrante de La Cámpora Mayra Mendoza, había sido la semana pasada el escenario de cierre de campaña provincial del Frente de Todos, con la presencia de la plana mayor del espacio. No obstante, Juntos logró imponerse en ese distrito del sur del conurbano en el que obtuvo el 40,3% de los votos, sacando siete puntos de ventaja al oficialismo. También fue sonora la victoria de la alianza opositora en San Martín, distrito del actual ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, donde sumó el 37,4% de los votos, tres puntos por encima de lo cosechado por el Frente de Todos.
El peronismo cayó además en Tigre, territorio que comanda desde hace varios años el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien acaba de reconciliarse con el actual jefe comunal, Gerardo Zamora. En ese municipio del norte del conurbano, Juntos cosechó el 38% de los votos, seis puntos más que el Frente de Todos. También consiguió triunfos en distritos en los que le suele ir bien, sobre todo en el norte del Gran Buenos Aires, donde se impuso en Vicente López, San Fernando y San Isidro. Pero se destacaron más victorias como las que tuvo en Tres de Febrero, San Miguel, Morón, Ituzaingó y Cañuelas, como también en la capital provincial, La Plata, donde cosechó un contundente 44,5%.
No obstante, existen distritos del conurbano en los que el peronismo logró imponerse y que parecen casi inaccesibles para la oposición, incluso en medio de este escenario de crisis económica y sanitaria que le posibilitó a Juntos ganar a nivel provincial. Es el caso de municipios como Avellaneda, que lidera el ministro de Desarrollo Urbano, Jorge Ferraresi, donde el oficialismo logró retenerlo con el 39% de los votos, casi cinco puntos de ventaja sobre la oposición. Otro caso similar se dio en el histórico bastión peronista de La Matanza, donde la boleta de Victoria Tolosa Paz obtuvo el 44,66%, y resultados similares a favor logró en José C. Paz (44%), Ezeiza (casi 43%), Florencio Varela (40,8%), Almirante Brown (casi el 41%), Lomas de Zamora (casi el 40%), Merlo (39%) y Berazategui (38,45%).
¿Cómo queda conformada, tras la interna, la boleta de Juntos en la provincia de Buenos Aires? En esa coalición se había acordado que cada una de las dos listas debía superar el piso del 20% de los votos recibidos por la coalición para entrar a la boleta que competirá en noviembre y ambos lo hicieron con comodidad: Santilli obtuvo el 60,1% y el radical Facundo Manes el 39,8%. De esta manera, el dirigente del PRO se quedó con la cabeza de la lista de candidatos a diputados nacionales, seguido por Graciela Ocaña y con Manes en el tercer puesto, mientras que el cuarto y quinto lugar serán para Marcela Campagnoli y Juan Manuel López de la Coalición Cívica, respectivamente. En el sexto escalón estará la radical Danya Tavella, que secundó a Manes en las PASO; en el séptimo Gerardo Milman, hombre de confianza de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich; en el octavo puesto irá María Sotolano y en el noveno el ex presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, otro que jugó con el radical en las primarias. En tanto, el décimo puesto será para Gabriela Besana, del PRO; el undécimo para el ex titular del Sistema de Medios Públicos Hernán Lombardi y en el duodécimo la líder del GEN, Margarita Stolbizer, seguida por el ex ministro de Educación Alejandro Finnochiaro, Victoria Borrego y el radical Fabio Quetglas.
La vedette Cinthia Fernández, que hizo una polémica campaña electoral sorprendiendo con un video en el que aparecía con portaligas frente al Congreso, como precandidata a diputada nacional de Unite por la Provincia de Buenos Aires, quedó séptima con 1,10%, gracias a los 90.153 votos que cosechó, y no le alcanzó para superar las PASO. Sin embargo, celebró su “excelente elección” y denunció “corrupción” porque le faltaron boletas, ante lo cual afirmó que le quedó “la espina de que faltó muy poquito” para llegar al piso del 1,5% que le hubiera permitido meterse en las generales del 14 de noviembre. Sin embargo, Cinthia Fernández se llevó el consuelo de haber superado en votos a Guillermo Moreno; Juan José Gómez Centurión; Manuela Castañeira; y el líder del Frente Patriota, Alejandro Biondini; entre otros.
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