PERFIL | “De hierro”. Gente de AMLO. A la titular del SAT se le atravesó un huracán en 2020. Y lo brincó…

PERFIL | “De hierro”. Gente de AMLO. A la titular del SAT se le atravesó un huracán en 2020. Y lo brincó…

Es temida por empresarios y funcionarios por su dura forma de trabajo en el sector público. En la Oficialía Mayor implementó una estrategia de austeridad que le permitió al Gobierno administrar los recursos y ahora en el SAT ha recaudado millones de pesos por el pago de impuestos de grandes contribuyentes. Ella es Raquel Buenrostro, una Matemática por la UNAM y Maestra en Economía por el Colmex, con una larga trayectoria y experiencia en la recaudación, lo que le ha valido el sobrenombre de la “Dama de Hierro mexicana”. 

Considerada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador como “una mujer extraordinaria y honesta”, Raquel Buenrostro Sánchez asumió las riendas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) en enero de 2020 con la misión de aumentar la recaudación en México, un objetivo que ha logrado haciendo que grandes empresas como América Móvil, Coca-Cola y Walmart paguen impuestos en un tiempo récord. Esta forma de cobrar, calificada por algunos como “terrorismo fiscal”, le ha valido ganarse el sobrenombre de “la Dama de Hierro mexicana” y también el reconocimiento a nivel internacional por hacer que entren millones de pesos a las arcas del Gobierno en tiempos de crisis por la pandemia.

De acuerdo con especialistas en materia fiscal de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Colegio de México (Colmex), instituciones donde la Jefa del SAT estudió, el plan de recaudación de Buenrostro es adecuado y estuvo bien dirigido porque se enfocó en los grandes contribuyentes.

“Creo que este plan estuvo bien dirigido porque ha habido una mayor recaudación, pese a la pandemia”, dijo en entrevista la doctora Eufemia Basilio, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. “Por lo menos en este periodo de Raquel Buenrostro hay que destacar los avances del SAT en ser más puntuales en la fiscalización y realmente cobrar a los que se han visto favorecidos en otro tiempo”.

El doctor Horacio Sobarzo Fimbres, profesor-investigador del Colmex, especialista en Finanzas Públicas, consideró que era adecuada la estrategia de ir por los grandes contribuyentes porque resulta más efectivo, pero que no toda la estrategia se debe basar en ellos.

“Avanzar, por ejemplo, en la recaudación en los sectores informales podría ser uno de los pasos a seguir para la actual directora del SAT, aunque eso no lo lograría esa dependencia por sí misma”, dijo el especialista en Reforma Fiscal y Federalismo Fiscal.

Sobre quienes acusan al SAT de “terrorismo fiscal”, los especialistas consideraron que no existen elementos para utilizar ese término.

“Quizá los que ven terrorismo fiscal son las grandes empresas que por mucho tiempo no pagaron lo que deberían, yo sí creo que se debe tratar de cobrar a los que más tienen, que es la premisa del SAT”, mencionó la doctora Eufemia Basilio de la UNAM.

“No encuentro elementos para asegurar que el SAT realiza un ‘terrorismo fiscal’ como se ha manejado”, destacó el doctor Horacio Sobarzo del Colmex.

A pesar de que en 2020 el SAT logró una cifra récord en recaudación, México sigue ocupando el último lugar de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en recaudación tributaria respecto al Producto Interno Bruto (PIB).

En el reporte anual Estadísticas de Ingresos Tributarios 2019, divulgado el año pasado, México sufrió un ligero deterioro al pasar de 16.2 por ciento del PIB en el 2017 a 16.1 por ciento en el 2018, que es el año más actual de comparación.

“Se ha avanzado, pero sabemos que la recaudación tributaria en México aún es baja si lo comparamos con otros países de América Latina”, explicó la doctora Eufemia Basilio. “Queda mucho por hacer porque hay que situarnos en el contexto de que somos una economía donde la mayor parte de impuestos la paga la clase media y también sabemos que tenemos un gran sector en la economía informal que no paga impuestos”.

Al cierre del año pasado México alcanzó la cifra más alta de recuperación por fiscalización, con 123.4 pesos por cada peso invertido, es decir, se obtuvieron 385 mil 800 millones de pesos, la mayor recaudación de la historia por este tipo de actos, de acuerdo con el informe tributario y de gestión del cuarto trimestre de 2020 del SAT.

Pero fueron los grandes contribuyentes los que representaron el gran colchón en tiempos de crisis: inyectaron al menos 1.3 billones de pesos al Gobierno federal, lo que representó el 52 por ciento de los ingresos tributarios totales de 2020.

 

 

Esto significa que los grandes contribuyentes habrían aportado el 7.5 por ciento del Producto Interno Bruto de México en el último año fiscal. Una cantidad de dinero que alcanza, por ejemplo, para cubrir las pérdidas acumuladas de Petróleos Mexicanos (Pemex) en los últimos cinco años o para duplicar el gasto federalizado –que es el dinero que la Federación le da a estados y municipios– de 2021.

En la actualidad, sólo el 0.02 por ciento de todos los contribuyentes activos con obligaciones fiscales está inscrito en la lista de grandes contribuyentes. Se trata de 11 mil 730 personas físicas y morales nacionales y extranjeras que incluyen agentes forrados de dinero, entre los que figuran perfiles más allá de billonarios como Carlos Slim Helú, o de grandes conglomerados industriales como Coca-Cola.

Lo que también coadyuvó a la recaudación de 2020 fue la reforma aprobada en el Senado de la República que prohibe la condonación de impuestos a grandes empresas y corporativos en México. Actualmente ocho grandes compañías han cubierto adeudos que, por años, acumularon con el SAT.

Las empresas que desde el 2020 se regularizaron con el fisco son América Móvil, Walmart de México, Femsa, IBM de México, Minera Fresnillo, Grupo Modelo, Grupo Lala y BBVA, además de personajes como Miguel Herrera, quien fuera director técnico del Club América y la Selección Nacional de futbol.

SUS 20 AÑOS EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Matemática por la Universidad Nacional Autónoma de México y Maestra en Economía por El Colegio de México, Raquel Buenrostro cuenta con una trayectoria de más de 20 años dentro de la administración pública, de acuerdo con su perfil publicado en la página del Gobierno federal.

En el año de 1996 ingresó a la función pública como analista técnico en Pemex Gas y Petroquímica Básica. Para 1998 ocupó el cargo de Directora de Análisis de Políticas Públicas en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Pero su acercamiento con el Presidente López Obrador vino en el año 2000 cuando se desempeñó como directora de la política fiscal de la Secretaría de Finanzas del entonces Distrito Federal y en 2012 fungió como Directora General de Administración y Finanzas de la Secretaría de Turismo.

En el año de 2017 regresó a Pemex como encargada de la Dirección General de Pemex-Cogeneración y Servicios.

Desde que López Obrador asumió la Presidencia, Raquel Buenrostro fue asignada a una tarea estratégica para el nuevo Gobierno: las compras consolidadas.

Una tarea que cumplió en medio de roces con funcionarios por la política de austeridad que aplicó como Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda.

En diciembre de 2019, el Presidente la nombró como la nueva titular del SAT, luego de que su extitular, Margarita Ríos-Farjat, fue seleccionada como nueva Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). En 2020 asumió el cargo.

La pandemia de COVID-19, que ha cobrado la vida de más de 168 mil mexicanos y 2 millones de casos confirmados, también afectó a políticos y funcionarios mexicanos, entre ellos Raquel Buenrostro. La Jefa del SAT dio positivo en octubre de 2020 con síntomas leves de la enfermedad.

En el ámbito profesional, Buenrostro ha recibido diversos reconocimientos, entre ellos, el ser incluida entre los 300 personajes más influyentes de la revista Líderes Mexicanos y en Global Tax 50, creada por International Tax Review (ITR).

En el ranking de ITR, publicado el pasado 5 de febrero y donde se incluyen a personajes como el Presidente estadounidense Joe Biden, Pascal Saint-Amans, jefe fiscal de la OCDE y Amy Coney Barrett, jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, se describe a la Jefa del SAT como “la Dama de Hierro de México que lidera la autoridad fiscal del país y está tomando medidas enérgicas contra las multinacionales” en medio del duro golpe que sufrió la economía a raíz de la pandemia de coronavirus.

“Se ganó la etiqueta de ‘Dama de Hierro’ por una represión de las adquisiciones federales que recortó el gasto en 9 mil millones de dólares en un año y parece haber tenido éxito en aumentar los ingresos fiscales desde que asumió el trabajo en enero de 2020, consolidando su lugar en el impuesto global de ITR”, señala la publicación.

La metodología que utilizó ITR para el Global Tax 50 2020-21 son dos criterios principales: la influencia que la persona, empresa o evento ha tenido en la materia tributaria, ya sea de política nacional o internacional, durante el último año; y la probabilidad de que la persona, la empresa o el evento sigan influyendo en la política fiscal durante el próximo año.

“Como parte de una retórica gubernamental más amplia, Buenrostro ha puesto su mirada en las empresas multinacionales, a menudo calificadas de evasores fiscales por el gobierno. Ha dirigido sus esfuerzos de aplicación de la ley a los grandes contribuyentes del país y ha amenazado con utilizar cargos penales como parte de la represión fiscal”, dice el texto firmado por Mattias Cruz Cano.

ITR prevé que el mandato de Raquel Buenrostro continúe este 2021 y “es probable que se mantenga centrado en las estrategias fiscales de las empresas multinacionales. Lograr un equilibrio entre la recaudación de impuestos y la creación de un entorno para la recuperación económica posterior a COVID será clave. Mientras tanto, los directores de impuestos en México deben asegurarse de minimizar el riesgo de ser blanco de la SAT”.

Dentro de la academia, Raquel Buenrostro ha impartido diversos cursos de matemáticas y economía en la UNAM y El Colegio de México.

POLÉMICAS CON FUNCIONARIOS DE LA 4T

Buenrostro Sánchez se convirtió en la mujer de confianza de López Obrador en la Secretaría de Hacienda en su cargo como titular de la Oficialía Mayor, el órgano encargado de aprobar todas las compras del gobierno, desde libros de texto (en la SEP) hasta los medicamentos (en la Secretaría de Salud).

Desde ese puesto estratégico ganó poder, fama y se vio envuelta en diversas polémicas. Durante el primer año de gobierno de López Obrador (2019), Buenrostro se encargó de la compra de 612 autotanques con un costo cercano a los 100 millones de dólares para Petróleos Mexicanos (Pemex), adquisición que generó cuestionamientos pues se hizo sin licitación.

En mayo de 2019, Germán Martínez Cázares –actual Senador por Morena– presentó su renuncia como director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y acusó a la Secretaría de Hacienda de servir en los hechos al neoliberalismo.

“El Presidente del Gobierno de México proclamó el fin del neoliberalismo, pero en el IMSS algunas injerencias de Hacienda son de esencia neoliberal: ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el ‘cargo’ que el ‘encargo’”, dijo en una carta publicada en el sitio oficial del IMSS.

Ante esta acusación, el actual Secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez, que en ese entonces se desempeñaba como Subsecretario de la dependencia, deslindó de la operación a su predecesor Carlos Urzúa, asestando que la Oficialía Mayor era la responsable de estas decisiones.

Aunque Buenrostro nunca fue señalada directamente por Germán Martínez, columnistas y analistas atribuyeron su renuncia a la dura política de austeridad hacia el sector salud que aplicó en la Oficialía Mayor.

Otro momento polémico en el que se vio implicada la Jefa del SAT fue en la renuncia de Carlos Urzúa Macías (9 de julio de 2019) de la Secretaría de Hacienda.

Antes de irse, Urzúa delegó en su Oficial Mayor facultades para celebrar los contratos macro de adquisiciones.

“Se delega en el Oficial Mayor la facultad de promover, diseñar, elaborar, celebrar, suscribir y administrar los contratos marco, en términos de los artículos 17 de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público y 14 de su Reglamento”, se lee en la publicación del Diario Oficial de la Federación el 8 de julio de ese año.

Con Arturo Herrera al frente de Hacienda, Buenrostro siguió en su mismo puesto, pero por poco tiempo. En diciembre de 2019 el Presidente la designó como la nueva Jefa del SAT y en su discurso alabó su labor en la Oficialía Mayor:

“Decidimos como parte de la estrategia al combate a la corrupción y a la impunidad concentrar las adquisiciones, las compras de todo el Gobierno en la Oficialía Mayor. Esta fue una labor, un trabajo que encabezó Raquel Buenrostro”.

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