Paradojas: ayer, cuando el Gobierno anunciaba el nuevo aumento en la tarifa de la luz y aseguraban que reforzarían los controles sobre las empresas, varios usuarios volvían a sufrir un nuevo corte que los dejaba a oscuras y bajo el rigor del verano. Hoy, Francisco Pérez ensayó una justificación de cómo se encuentra el sistema eléctrico, debido a la falta de inversión por la falta de rentabilidad de las distribuidoras y al incremento considerable del consumo en el servicio eléctrico.

Junto al ajuste tarifario que empieza a regir desde hoy, el Gobierno también adelantó que convocará a una audiencia pública para discutir la forma en que se adecúe la tarifa del sector. Y que es esperada por los funcionarios como uno de los hechos que permita resolver los atrasos en las adecuaciones tarifarias, una de las razones esgrimidas por los empresarios a la hora de justificar las fallas que soporta el sistema.

La razón es compartida por el mismo Pérez, según sus propias palabras, luego de aclarar que con las sanciones por sí solas- que se les cobrará a las distribuidoras por los cortes no habrá mejora en el servicio.

"Lo que mejora el servicio es la inversión. Y para que haya inversión debe haber rentabilidad en las empresas y el compromiso de éstas de llevar adelante las obras que se acuerdan año tras año", aclaró el mandatario.

El gobernador reconoció en esta instancia que la falta de inversión se debió al menos "en parte" a la falta de rentabilidad de las empresas. Según Pérez, la "otra parte" corresponde a las sanciones que han caído sobre las distribuidoras. De acuerdo con lo informado ayer por el Epre, entre 2010 y 2011 lo recaudado en materia de multas a las empresas creció significativamente, en un espectro que pasó de los 12 a los 30 millones, entre un año y otro. El organismo de contralor todavía está tratando de determinar de cuánto serán las multas que recaigan por el apagón de Navidad.

Los argumentos en el Gobierno están encuadrados y apuntan a un incremento sostenido en la demanda, como una de las razones del colapso en el sistema. Pero para Pérez, no hay que focalizar la atención en una sola empresa -aunque Edemsa, a la postre, controle el 70 por ciento del mercado domiciliario en toda la provincia-. Eso sí, el incremento del consumo también es un indicador del crecimiento de la provincia, por lo que asegura el gobernador.

"La expansión en la demanda eléctrica es evidente a partir del crecimiento económico y del crecimiento vegetativo de la población. Mientras más barrios se construyen, mientras más actividad económica se genera en la provincia, mayor la obra de transporte que tiene que realizar cada una de las prestatarias", indicó Pérez.

Y sostuvo a continuación que "no hay que focalizarlo en una empresa. Es todo el servicio eléctrico a lo largo y a lo ancho de la provincia". Pérez consideró que la situación de las cooperativas y de todo el servicio eléctrico "es bastante delicada".

"El déficit tiene que ver con que va mucho más rápida la demanda que la oferta", aseguró. Las cifras son proporcionales a nivel nacional y provincial: Argentina consumía 12 mil megavatios en 2003 y actualmente es de 25 mil. De acuerdo con la información aportada por el Epre, el consumo de energía tuvo un incremento del 35 por ciento en los últimos dos años. Un crecimiento inversamente proporcional a las constantes fallas en el sistema.

Pérez cifra las esperanzas de mejorar el transporte de la electricidad en una postergada obra, la Estación Transformadora Villanueva, que permitirá cerrar el anillo eléctrico metropolitano. El gobernador la consideró como "la gran obra que va a estabilizar el suministro de energía en todo el Gran Mendoza" y que fue proyectada en 1998 pero que recién ahora es una obra prioritaria para el Gobierno provincial.

Por ahora, con el déficit, el sistema eléctrico tiene que recurrir al Sistema Internectado Federal para abastecerse. La otra esperanza oficial para aumentar la producción de energía se concentra en dos obras que marchan lento: las hidroeléctricas Los Blancos y Portezuelo del Viento.

"Sí, queremos que inviertan y garanticen mejores obras, pero el Estado ha estado ausente durante muchísimos años", admitió quién fuera ministro de Infraestructura de Celso Jaque. "Estamos tratando de ponernos al día, tanto el Estado como las empresas", concluyó.