Un automovilista embistió a un grupo de peregrinos que se dirigían a Catamarca para venerar a la Virgen del Valle. A causa del brutal choque perdió la vida un adolescente de 14 años y otros dos jóvenes sufrieron la amputación de una de sus piernas. Por otro lado, a la altura de Los Puestos, dos hermanas que viajaban en moto fallecieron tras chocar contra un camión.
La peregrinación hacia Catamarca para venerar a la Virgen del Valle se convirtió ayer en desgracia para un grupo de vecinos de Villa 9 de Julio.
En la madrugada, Carlos Ignacio Colina, que tenía 14 años, subió como acompañante en la moto que conducíaFederico Ruiz, de 20 años. Los dos jóvenes, según dijeron sus familiares, formaban parte de una caravana integrada por devotos a la Virgen que tenían previsto llegar a Catamarca, participar de la celebración de la misa y regresar a Tucumán. Pero al llegar a La Cocha, el tradicional peregrinar quedó truncado por un accidente de tránsito.
Los feligreses circulaban en cinco motocicletas por la Ruta 38 cuando, a la altura Huasa Pampa, cuatro de los vehículos fueron chocados por un Chrysler Neon (BJK 081) que era conducido por Pedro Edgardo Carabajal, de 36 años. Colina murió en el acto, mientras que Ruiz fue trasladado de urgencia al hospital de Concepción, informó la Policía.
La versión del pinchazo
El accidente ocurrió alrededor de las 10 y, de acuerdo con la versión policial, al auto que conducía Carabajal se le pinchó una de las gomas lo que, a su vez, provocó que perdiera el control del vehículo y terminara arrollando a los motociclistas. “Carabajal venía hacia la capital cuando sucedió el accidente. Cuando se le reventó la cubierta chocó las cuatro motos, que eran dos Honda CG roja y otras dos CG negras. En cada una de las motos iban dos personas”, explicaron fuentes policiales.
La Policía también informó que Colina fue la única víctima fatal y que Walter Daniel Colina, de 20 años; Esteban Sotelo, de 25; Camilo Santillán, de 25; Carlos Santillán, de 21; Pablo Santillán, de 18 y Franco Sotelo, de 20, sufrieron heridas de menor gravedad. Sin embargo, los familiares de la víctimas dieron otra versión de cómo ocurrió el accidente y sobre su estado clínico.
La versión del alcohol
Noelia Sotelo, hermana de dos de los accidentados, dijo que en la quinta motocicleta de la caravana iba su esposo, Alejandro Lombardo. “Mi marido logró evitar que lo choquen. Como el auto venía de frente, él vio cuando (el vehículo) comenzó a cambiar de carril hasta que arrasó con los chicos. Cuando él logró esquivarlo vio que el conductor del auto venía dormido”, dijo la mujer.
Las versiones de los familiares de las víctimas sostienen que Carabajal estaba manejando alcoholizado cuando ocurrió el accidente. Pero esta versión no fue confirmada oficialmente. Aún así, el fiscal Miguel Ángel Varela dispuso que el conductor del auto quede aprehendido hasta que preste declaración.
En este contexto, Sotelo habló sobre la gravedad de los heridos. “Mis hermanos ya están en su casa, pero a Ruiz -el que manejaba la moto en la que iba el chico que murió (Carlos Colina)- tuvieron que amputarle una pierna a la altura de la rodilla. A Carlos Santillán lo trasladaron al Centro de Salud y ahí le cortaron la pierna izquierda y a otro de los chicos los médicos están viendo si van a tener que cortarle una mano. Y Camilo Santillán tiene una fractura expuesta”, explicó la mujer.
Las víctimas, según dijo Sotelo, son todos vecinos de Isabel La Católica al 100. Por otra parte, el jefe de la División Criminalística de la Unidad Regional Sur, Ramón Martínez, dijo que por las pruebas que se recogieron se puede deducir que el automovilista circulaba a alta velocidad. Y que, luego del choque, todos los feligreses quedaron esparcidos sobre la ruta y la banquina, en medio de charcos de sangre. Mientras que el auto que conducía Carabajal quedó en la banquina, a varios metros del lugar en el que se produjo el accidente.
Melina Oliva, otra de las jóvenes que viajaba hacia Catamarca, explicó que todos los años suelen hacer esta peregrinación para agradecerle a la Virgen del Valle. La joven iba en un auto con los padres de los hermanos Sotelo. Según Oliva ellos se adelantaron en la ruta hasta que les avisaron que había ocurrido un accidente. En ese momento, regresaron hasta el lugar del choque y encontraron a los ocho accidentados tirados en el suelo.
Dos muertos en el este
Por otra parte, dos hermanas fallecieron en otro terrible accidente ocurrido al este de la provincia, el sábado a la noche. El siniestro se produjo alrededor de las 23.30 en el kilómetro 1.231 de la ruta nacional 9, a la altura de Los Puestos.
Los dos vehículos que protagonizaron el hecho, una motocicleta y un camión con acoplado, circulaban en el mismo sentido: de sur a norte. Las fuentes informaron que todavía no se pudo determinar la causa del accidente, que es analizada por peritos, pero estimaron que el conductor de la moto habría perdido el equilibrio y terminó debajo del camión.
En la CG 125cc circulaban tres personas. Según precisaron las fuentes, se trata de Fabio Daniel Pereyra, de 21 años, quien guiaba el rodado. Lo acompañaban Karen Elizabeth Jiménez, de 18, y su hermana Verónica Natalia Jiménez, de 15. Ambas perdieron la vida en el acto, mientras que Pereyra fue hospitalizado con politraumatismos y hasta anoche se encontraba en estado delicado.
Lectores de LA GACETA contaron por WhatsApp que las hermanas eran oriundas de Leales y asistían a la Escuela Media de Carancho Pozo. También mencionaron que una de ellas era pareja del joven que guiaba la moto.
Una época difícil
Según remarcó el doctor Francisco Barreiro, director del Sistema de Emergentología (107), se registran picos de choques los fines de semana y, en particular, los fines de semana largos.
“En esta época del año suelen incrementarse los accidentes: los fines de semana largos son como un escape de la tensión acumulada, hay mayor ingesta de alcohol, mucha despreocupación o imprudencia al manejar, y son los excesos los que terminan causando este tipo de problemas”, consideró Barreiro. “A la cabeza están el consumo de alcohol, el cansancio por llevar muchas horas manejando y la mala o nula educación vial, además de la falta de amor a la vida”, alertó el médico.
Según Barreiro, crecen los siniestros a medida que se aproximan las vacaciones y las Fiestas. “Llegamos a fin de año cansados, con mucho estrés, queriendo desprendernos de las obligaciones y a veces terminamos haciendo daño por falta de conciencia”, advirtió.
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