El ministro de Desarrollo Social de la Nación, Juan Zabaleta, habló sobre la ausencia de la oposición en la “misa por la paz” y alentó a terminar con la violencia política, luego del intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Las repercusiones por la ausencia de la oposición siguieron resonando durante el fin de semana. En este caso fue el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Juan Zabaleta, quien se refirió a la falta de voluntad opositora para construir una dirigencia política unida.
El funcionario consideró que durante la “misa por la paz” celebrada el sábado en la Basílica de Luján se “perdió nuevamente una oportunidad” de apostar a la unidad del arco político tras el intento de magnicidio en contra de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Además, Zabaleta alentó a “terminar con la violencia política” y a generar debates entre los diferentes espacios.
“Perdimos nuevamente una oportunidad, pero vamos a seguir insistiendo”, dijo el funcionario sobre la “misa por la paz y la fraternidad de los argentinos”, que contó con la presencia del Presidente Alberto Fernández, ministros del gabinete nacional y referentes del Frente de Todos.
En este sentido, el ministro Zabaleta dijo que hubiera querido que esté en el encuentro “toda la clase política, oficialismo y oposición, todos los credos, todos los empresarios, pensando la Argentina que viene en armonía y paz social”.
De todos modos, les agradeció “a los intendentes radicales de la provincia de Buenos Aires que estuvieron” presentes. “Lo valoramos y es muy importante”, añadió. El funcionario se refería a Franco Flexas, de General Viamonte, y Martín Randazzo, de General La Madrid.
Por otro lado, el ministro afirmó que sigue en pie “el desafío de recuperar el consenso pos-Dictadura que puso en esa democracia incipiente a toda la dirigencia política a decir nunca más”.
“La imagen de una pistola en la cabeza de una vicepresidenta no puede volver a pasar en la Argentina, es tremendo”, reflexionó Zabaleta, al mismo tiempo que sostuvo que “hay dos veredas, porque hay dos modelos de país completamente distintos”.
Sin embargo, expresó que “eso no tiene que llevarnos a que pensar distinto sea la lógica del enemigo, al que ahora se quiera matar”, y afirmó que “hay que terminar con la violencia política” por “los hijos y los nietos de todos”.
Consideró en esa línea que es inaceptable “que el que no piensa como yo sea un enemigo, donde ahora encima le queremos gatillar una pistola en la cabeza”.
Zabaleta pidió “volver al debate político y terminar con la violencia”, además de “defender entre todos las políticas públicas, de inclusión, de trabajo”.
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