PepsiCo, Heineken, P&G y Danone alertan por impacto en las materias primas

PepsiCo, Heineken, P&G y Danone alertan por impacto en las materias primas

Los gigantes del consumo avisan de un aumento del problema, acelerado por los costes del transporte, y toman medidas para protegerse

 

El aviso lanzado por varios gigantes del consumo en sus cuentas del primer trimestre del año sobre el alza del coste de las materias primas y su impacto sobre sus cuentas de resultados se convierte ahora en una alerta roja.

PepsiCo, Heineken, P&G, Nestlé, Danone o General Mills han comunicado en los últimos dos meses que la inflación se agravará en la segunda parte del año, lo que añade presión y pone en riesgo sus márgenes.

"La presión inflacionaria será mayor en la segunda mitad del año", explicó Hugh F. Johnston, director financiero de PepsiCo, en su última conferencia con analistas. "El aumento en el precio de las materias primas comenzará a afectarnos en el segundo semestre y tendrá un mayor efecto en 2022", ha indicado Heineken.

"Esperamos un significativo aumento de los costes" en el ejercicio 2022 -de julio de 2021 a junio de 2022-, que junto al incremento en los gastos en transporte nos generarán un impacto de "1.900 millones de dólares después de impuestos", ha dicho P&G, que ya ha sufrido una caída del margen bruto de 140 puntos por esta cuestión en el último año.

Un problema generalizado

Nestlé ha explicado que los costes por la venta de sus productos crecerán un 4% este año, mientras que Danone ha reconocido una inflación del 7% en el primer semestre, que crecerá "uno o dos puntos más en la segunda mitad del año", según su director financiero, Juergen Esser, a pesar de que la presión durante la primera mitad del ejercicio ya le ha costado 420 puntos básicos de margen.

General Mills, el dueño de Häagen-Dazs, ha añadido que la inflación en su caso fue del 4% en 2021 y espera que ascienda al 7% en el ejercicio 2022, que la compañía inició en junio.

Otra empresa que ha puesto cifras al problema es Ebro Foods, una de las mayores empresas de alimentación de capital español. Si la empresa ya experimentó un gasto extra de 60 millones en 2020 por el alza de las materias primas, su previsión es que la cifra crezca este año.

"La altísima inflación de costes de materias primas y material de envasado en el ejercicio 2021 supondrán 45 millones de euros en el arroz y 15 millones de euros para la pasta", explicó la compañía en sus resultados del primer semestre.

"El capital circulante ha aumentado en 27 millones, un 39% con respecto a diciembre de 2020, debido principalmente al impacto de la subida de precio de las materias primas", añadió la aceitera Deoleo en sus cuentas semestrales.

El Índice de Precios de Materias Primas de Bloomberg cerró ayer a 96,18 dólares, lo que supone un 60% más que en marzo de 2020. La inflación en Estados Unidos ascendió al 5,4% en julio, por encima de lo esperado, y en la Eurozona alcanzó el 2,2%, su mayor nivel en tres años, dicen Guillermo Sagnier, socio de Simon-Kucher, y Oroel Praena, director sénior de la consultora.

El IPC español escaló en agosto al 3,3% interanual, su cifra más alta en nueve años, debido al precio de la energía, mientras que en Alemania está en su nivel más alto (3,9%) desde 1993.

"Los precios de las materias primas en el sector de alimentación y bebidas durante el segundo semestre de 2021 continuarán con la escalada registrada en el primero. Este hecho, unido al fuerte incremento en los costes del transporte (principalmente desde Asia a Europa y EEUU) y a la vuelta a los niveles de competencia de los distribuidores previos a la pandemia, se está traduciendo en una caída de los márgenes en la industria en 2021", asegura Transy Rodríguez, socia responsable de productos de consumo y distribución de EY.

"Hay un incremento de la demanda por encima de lo habitual que ha llevado el precio a alza, pero también se está especulando con las materias primas y, además, el coste de los contenedores de transporte marítimo se ha duplicado en un mes y medio. En este contexto, la presión inflacionista va a ser mayor en la segunda mitad del año y no hay visibilidad de hasta cuándo puede durar. Por primera vez, China está exportando inflación", indica Fernando López de los Mozos, socio de Roland Berger y experto en bienes de consumo.

Las empresas responden

Las empresas del sector están lanzando una batería de medidas para protegerse de la inflación, que han ido desde la búsqueda de eficiencias productivas (PepsiCo ha anunciado un plan de recorte de gastos de 1.000 millones hasta 2026) a un cambio en la cadena de suministro o la contratación de derivados para protegerse frente a nuevas alzas (Coca-Cola o General Mills).

"La foto real en muchos casos la comenzaremos a observar en los resultados del ejercicio 2022, ya que muchos players del sector tienen contratadas medidas de protección de carácter anual, como coberturas, para asegurar los precios", señala Transy Rodríguez.

No obstante, la gran pregunta que se hacen ahora todas las empresas, en mayor o menor medida, es si ejecutar incrementos de precios o no. P&G, PepsiCo, Danone o Kimberly Clark, el dueño de Kleenex, ya las han lanzado, mientras que otras se encuentran realizando estudios de mercado sobre el impacto que puede tener una medida así.

"El dilema de las compañías es en qué medida trasladar el alza de las materias primas al precio final al consumidor. En algunos casos, subir los precios y mantener el margen es la mejor opción, pero en otros el consumidor no está dispuesto a pagar mucho más en este entorno y es mejor reducir márgenes y asegurar la demanda", indican Guillermo Sagnier y Oroel Praena, de Simon-Kucher.

"La distribución también se enfrenta a este desafío con las marcas blancas, ya que el alza de las materias primas les afecta considerablemente. En un sector con márgenes de negocio estrechos, cualquier decisión es delicada", añaden ambos expertos.

"Creemos que merece pagar un poco más por nuestros productos", dijo el director financiero de PepsiCo en su última conferencia con analistas. "Hemos incrementado los precios en respuesta a la inflación", explicó Unilever en sus últimos resultados. "Ya hemos aumentado sustancialmente los precios durante los últimos tres trimestres", reconoce también Nestlé.

Otra opción que se baraja es ofrecer productos de entrada más asequibles, rebajando atributos para recortar costes, así como llevar a cabo "rediseños de los envases reduciendo el tamaño y manteniendo el precio", dicen Guillermo Sagnier y Oroel Praena.

"La fiesta la pagará el consumidor o el fabricante, no el retail. Habrá subidas de precios a la distribución que se trasladarán al cliente y el resto lo asumirán los proveedores", concluye Fernando López de los Mozos.

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