Según adelantó el lunes Ricardo Requena, gerente general de Sameep, la reunión fue solicitada por autoridades del Enohsa para ultimar detalles técnicos vinculados al reinicio de la obra (paralizada hace más de un año) como la movilización de equipos hacia los lugares de trabajo, la redeterminación de precios y el pago de certificados pendientes con fondos nacionales que todavía no fue habilitado.

Debe resolverse, además, la forma en que se efectuarán pagos pendientes de certificaciones que quedaron desde diciembre de 2015, porque no llegaron las partidas nacionales al Chaco. Se trata de montos pequeños, que debe cancelar el organismo nacional.

Otro aspecto que se analizará en la reunión de hoy está dado por los detalles técnicos del proyecto ejecutivo y un nuevo plan de trabajo que tiene como punto de partida, cuando se reinicie la obra, concentrar esfuerzos en la toma sobre el río Paraná, el caño de agua cruda y la conexión con la planta potabilizadora. Restan también completar unos 17 kilómetros de tendido de caños entre Sáenz Peña y Charata.

Según la adenda hecha al contrato entre la provincia y el Enohsa, rubricada en julio pasado, el organismo deberá garantizar alrededor de 1700 millones de pesos para concluir la obra, mientras que el gobierno del Chaco deberá también hacer aportes, que el gobernador Peppo ya garantizó ejecutar en tiempo y forma cuando las contratistas vuelvan a instalar obradores y se dispongan a reiniciar los trabajos.

A través del Enohsa se canalizará todo el flujo de fondos para el pago de certificaciones. Por eso, en la reunión se buscará definir todos esos detalles, de forma que las autoridades chaqueñas puedan acordar con las empresas constructoras, teniendo definidas desde el organismo nacional las fechas de los primeros desembolsos.

Sellados todos los detalles con el organismo nacional, al gobierno del Chaco le faltará la firma del crédito con el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional, que financiará la compra de los caños de mayores dimensiones, los que en la etapa del préstamo otorgado por el Banco de Brasil eran provistos por la compañía OAS.

Según los plazos exigidos por la Nación, el Segundo Acueducto debería estar terminado en 18 meses. Si las previsiones de reinicio se cumplen entre mediados de febrero o principios de marzo, y siempre que el flujo de fondos sea constante, hacia el verano de 2018/19 la obra debería ser entregada y puesta en funcionamiento pleno.