La petrolera vio una fuerte demanda de su primer bono en dólares en ocho meses, a pesar de las dudas sobre cómo el futuro presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), administrará la firma estatal.

Es también el tipo de entidad cuasi-soberana que típicamente establece el tono para que el resto del mercado lo siga.

“Esta es la primera gran transacción de liquidez real que hemos visto (recientemente) y es una confirmación de que el mercado está abierto”, dijo Roger Horn, analista de SMBC Nikko Securities America.

Aun así, Pemex, que se espera que recaude entre 3,000 y 4,000 millones de dólares este año, posiblemente pagará concesiones de dos dígitos para que los inversores se sientan cómodos después de un año difícil para estos activos.

 A un nivel de lanzamiento de los bonos del Tesoro estadounidenses más 335 puntos básicos (pb), el nuevo bono a 10 años se esperaba en 20 pb por encima del existente bono 2028, el cual se negociaba con un diferencial de alrededor de 315 pb.

Aún no está claro hasta qué punto AMLO revertirá reformas energéticas diseñadas para que Pemex sea más independiente del gobierno.

En una reunión con grandes petroleras extranjeras este mes, AMLO las alentó a bombear más petróleo sin indicar que ofrecería más campos para detener el descenso de la producción, informó Reuters.

“Hasta ahora, AMLO no ha dicho tanto para asustar a los inversionistas. Veremos cómo es cuando asuma”, dijo Roger Horn.

La fuerte demanda ayudó a reducir el precio de unos 30 puntos básicos desde el principio hasta el final, en una buena señal de lo que ahora son hasta ocho posibles negocios potenciales en Latinoamérica que podrían llegar al mercado la próxima semana.

“Este es el tipo de operación que la gente quiere ver en el cuarto trimestre”, dijo un banquero. “Ofertas que son de gran liquidez y no requieren mucho crédito”

 HSBC, JP Morgan, Scotiabank y UBS están actuando como líderes en la transacción, cuya colocación se espera el martes. Las calificaciones son Baa3/ BBB+/ BBB+.