El Estado ya comenzó a retirar parte del dinero que envía a los Estados provinciales y seguirá en ese camino. Cómo quedan los cuadros tras los últimos aumentos.
Matías Bonelli
En medio de la tirantez cada vez más aguda que hay entre el Gobierno y los gobernadores tras la vuelta a cero de la ley ómnibus, el ministro de Economía, Luis Caputo, decidió dar de baja el Fondo Compensador al Transporte Público del Interior, y la ecuación para provincias y municipios se complica ya que, acusan, el boleto se irá por encima de los $ 1000.
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Esto, sin dudas, será un problema para gobernadores e intendentes, que deberán optar por subir el boleto o, por ejemplo, incrementar o implementar algún impuesto destinado al subsidio de los pasajes.
Sin dudas, ninguna de las dos variantes es amistosa con la sociedad. Por esto, para las próximas semanas se esperan negociaciones entre Gobierno y gobernadores, que seguramente tendrán como fondo algunos de los artículos que estaban contemplados en la ley ómnibus.
La jugada es política, claro, pero el en Gobierno también dicen que tiene un componente económico. En 2023 el Estado destinó $ 102.000 millones para mantener ese fondo, un monto elevado en un contexto en el que "no hay plata".
El objetivo de Milei es el de reducir los subsidios a las provincias destinados a las tarifas de colectivos, pero lo cierto es que esto es algo que se viene dando fuerte desde hace tiempo.
En el sube y baja
Según Rafael Skiadaressis, economista de la UBA y especialista en este segmento, el aporte estatal se redujo 66,22% entre 2018 y 2023, y pasó de los u$s 2590 millones (según la conversión al CCL) a los u$s 785 millones.
En el caso del AMBA pasó de los u$s 1790 millones a los u$s 612, mientas que en el caso del interior cayó de los u$s 800 millones a los u$s 173 millones.
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En la otra esquina aparecen los movimientos de los subsidios que aplicaron las provincias en ese mismo lapso, que crecieron nada menos que 385%, de los u$s 200 millones a los u$s 975 millones.
Lo que resulta totalmente imposible hoy es saber qué ocurrirá con los subsidios nacionales durante 2024. Si hubiera que tomar como referencia el presupuesto 2023 -el vigente al no estar aprobado el de este año- debería rondar entre el 25% y el 30%, dependiendo de cada zona, aunque todo dependerá del final que tenga la historia entre gobernadores y Gobierno.
En medio de esto, mientras tanto, en algunas ciudades ya comenzaron a correr aumentos en el costo de los pasajes, o están cerca de ser ajustados. Neuquén ($ 375) y Bahía Blanca ($ 340) son las ciudades que siguen encabezando el ránking, seguidas ahora por Rosario y Córdoba (que saltaron a $ 340) y Bariloche ($ 320). Todas estas localidades están por encima de la media del interior del país $ 275,5.
En el extremo de los más baratos se ubican Ushuaia y Resistencia ($ 85), Rawson ($ 139), La Rioja y Santiago del Estero ($ 150), Santa Rosa ($ 190) y Río Gallegos ($ 197).
Según afirma Skiadaressis, al analizar la estructura de los subsidios no hay "un número o un porcentaje correcto", sino que la ecuación simplemente debe ser la que más se adapte a las diferentes realidades".
"El subsidio al transporte es básicamente el acuerdo social respecto de cuánto creemos tiene que costar. El subsidio ideal es el que permita un equilibrio entre necesidades y posibilidades del Estado; no hay un número", sostiene el especialista.
En medio de la discusión por los fondos coparticipables, justamente el problema que aparece en el medio es el de los fondos, ya que las provincias dicen que sin el aporte de Nación el panorama es complejo.
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