Los líderes opositores hacen las valijas y coleccionan fotos de campaña, mientras les llegan encuestas con cifras preocupantes. Una sugestiva delegación viaja a La Pampa y Emmanuel Ferrario se desmarca en CABA. En el interior, los rebeldes desafían a JxC
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Ricardo Carpena
La dirigencia opositora sigue buscando desesperadamente más fotos para sumar a su colección veraniega de campaña. Aunque también le sucede al Frente de Todos en esta época de viralizaciones con más imagen que contenido (¿o no fue eso lo que pasó con la feroz pelea por la frustrada foto de Cristina Kirchner y el ministro Eduardo “Wado” de Pedro con el presidente Lula?), en Juntos por el Cambio esa manía por sumar postales políticas de impacto apunta a mostrar fuerza, consenso y representatividad. La jugada, sin embargo, no alcanza para resolver los problemas de liderazgo ni la ausencia de métodos para superar conflictos. Por eso hoy existen más fotos que definiciones.
La gente, al parecer, está en otra cosa. Un asesor estrella de un altísimo jefe de la oposición analizó con preocupación el resultado de dos completas encuestas que llegaron a su escritorio: en ambas, la marca Juntos por el Cambio había bajado 2 puntos en el último mes. Una luz amarilla, casi naranja si se considera que lo que revelaría ese descenso de la intención de voto sería el hartazgo de una buena parte del electorado ante el clima de enfrentamientos sin fin que se instaló en JxC.
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Parafraseando a Alberto Fernández, podría decirse que la unidad opositora para vencer al kirchnerismo en las urnas es autoconstruida: está sólo en la cabeza de la dirigencia. Tiene su lógica: las grandes decisiones en materia de candidaturas surgirán de las PASO del 13 de agosto. Se perfila una etapa crucial en la que los máximos líderes del PRO y de la UCR se preparan para lanzar sus postulaciones presidenciales entre febrero y marzo, pero todos miran a Mauricio Macri para ver qué resolverá.
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Patricia Bullrich, de campaña en Mar del Plata, con Hernán Lombardi, Fernando Iglesias, Sabrina Ajmechet y Jorge Enríquez
Al producir una de las principales fotos políticas del verano, Patricia Bullrich se fue del country Cumelén casi con la sensación -aunque no la confirmación- de que Macri no competirá en las elecciones: en sus charlas a orillas del Nahuel Huapi, el ex mandatario le dio a entender que no buscará regresar al poder. La jefa del PRO se siente fortalecida: su presentación ante la DEA fue clave para que el dictador venezolano Nicolás Maduro no viniera al país y pareció ser favorecida por Macri en Villa La Angostura con gestos que no había recibido allí Horacio Rodríguez Larreta.
El bullrichismo suma el hecho de que fue el ex mandatario quien invitó a Bullrich a hospedarse casi dos días en su casa de Cumelén, le pidió que fuera con su esposo, Guillermo Yanco; aceptó posar para una foto de alto valor político e incluso la publicó en su cuenta de Instagram e insistió para que ella cambiara el pasaje de regreso y así pudieran seguir charlando y tener un último almuerzo juntos.
Para los larretistas, esa escenificación patagónica no denota ninguna preferencia de Macri hacia alguno de los presidenciables del PRO. De por sí, el ex presidente le aseguró a Bullrich que mantendrá una postura neutral en la competencia interna. El jefe de Gobierno les dijo a sus allegados que se niega a entrar en una disputa por fotos y gestos con su principal adversaria partidaria. Es cierto que su relación con Macri es distinta: se conocen desde hace décadas y el desafío actual es cómo ablandar un vínculo que se fue endureciendo por diferencias acumuladas en los últimos años.
Horacio Rodríguez Larreta y Milagros Maylin, de camping en el sur y en medio de versiones sobre una foto con Mauricio Macri
Rodríguez Larreta sabe que la única forma de resolver todos los chisporroteos con Macri es mediante un triunfo en las PASO. Allí la gente terminará votando qué líder prefiere. El ex mandatario da señales ambiguas sobre su futuro. En su entorno insisten en que se decidirá en marzo. El jefe de Gobierno avanza con sus planes a partir de un escenario con Macri jugando en la cancha.
Alguien que los conoce mucho a los dos reflexionó ante Infobae: “Los dos tienen pendiente una charla a fondo. En Cumelén tuvieron una primera reunión a solas que fue tensa y otra que estuvo mejor, pero quedaron temas sin resolver”. ¿Por eso habrá un nuevo contacto Macri-Larreta en el sur? En el PRO circulaba esa versión luego de que el alcalde porteño viajó el miércoles pasado a San Martín de los Andes para descansar hasta este domingo junto a su novia, Milagros Maylin. Parecía que iba en busca de la foto que el ex presidente le negó a principios de año y que le concedió a Bullrich. En realidad, aseguran que cuando se vieron en Cumelén no pactaron que hubiera ninguna imagen del encuentro.
Ahora, sorpresivamente, la versión del reencuentro volvió a tomar forma: se confirmó que Rodríguez Larreta se quedará dos días más en su destino neuquino y volverá el miércoles a Buenos Aires. Cuando Infobae preguntó en su entorno si el cambio de planes obedecía a que finalmente se reunirá con Macri, la respuesta fue cortante: “No”. Eso sí, revelaron que la pareja postergará el regreso porque decidió acampar en la montaña. Hay quienes imaginan que esa foto que falta es inevitable. “No sé bien qué día, pero sí que será en los próximos”, deslizó alguien cercano a Macri. A algunos les suena muy raro (y erróneo): buscar ahora la foto con el ex presidente implicaría para Larreta reconocer que está en desventaja ante Bullrich y que le da a esa imagen con Macri demasiada importancia.
Martin Maquieyra recibirá en La Pampa el apoyo de una importante delegación del PRO
El jefe de Gobierno regresará el miércoles del sur, al día siguiente tendrá agenda en la ciudad de Buenos Aires y por la tarde recorrerá La Matanza, mientras que el fin de semana próximo estará de campaña en Mar del Plata. Antes de su viaje a la Patagonia, compartió con Jorge Macri una charla con vecinos de Recoleta, en otra demostración de que descongeló su relación con el ministro de Gobierno porteño, aunque no tanto: se preocupó de que hubiera una foto de su encuentro con Emmanuel Ferrario, el vicepresidente 1° de la Legislatura de la ciudad y uno de sus candidatos a sucederlo.
Para confirmar que aún no hay acuerdo en el PRO porteño, Ferrario prepara el lanzamiento de su postulación a jefe de Gobierno con un perfil alto y una agenda de “diversidad e integración”. Ya dio el puntapié inicial al proponer desde TikTok el debate de un tema distinto: “Por qué es importante pensar los espacios públicos con perspectiva de género”. Mantienen sus candidaturas otros referentes larretistas como los ministros porteños Fernán Quirós y Soledad Acuña. Jorge Macri, el postulante de su primo y de Bullrich, crece en las encuestas y mantiene su desafío: que la definición del candidato del PRO que se enfrentará con el radical Martín Lousteau surja de internas abiertas. Es una provocación: eso implica que el elegido salga del voto de afiliados al PRO y ciudadanos comunes.
El panorama en otros distritos es aún más intrincado para Juntos por el Cambio. Macri, Bullrich, María Eugenia Vidal, Miguel Angel Pichetto y otros dirigentes del espacio como Alex Campbell viajarán a La Pampa este miércoles para explicitar su apoyo a la candidatura a gobernador de Martín Maquieyra y a intendente de Santa Rosa de Martín Ardohain, el primo de Pampita. En esa provincia se votará el 12 de febrero, en las primeras PASO del año, pero la interna de JxC no se perfila tan virulenta como en otros puntos del país: Maquieyra, diputado nacional del PRO alineado con el proyecto nacional de Larreta, competirá en las primarias contra el candidato radical, Martín Berhongaray.
Horacio Rodríguez Larreta y Emmanuel Ferrario, en un encuentro que despertó suspicacias en la interna del PRO porteño
Bullrich viajará este martes a Córdoba con la idea de hacer campaña, pero también para tratar de acercar posiciones entre los dos candidatos a gobernador de Juntos por el Cambio, el senador nacional Luis Juez, del Frente Cívico, y el diputado nacional Rodrigo De Loredo, de la UCR. Se trata de una provincia clave, pero el problema es que allí no hay PASO y hasta ahora, al menos, Juez se resiste a aceptar que la postulación se defina en internas abiertas. La jefa del PRO irá con pies de plomo: Juez ya expresó públicamente que respalda a Rodríguez Larreta, quien, a su vez, lo avala para disputar la gobernación, mientras que De Loredo, del sector de Lousteau, cuenta con el apoyo de Macri. Los bullrichistas se quejan de Juez: sostienen que su jefa fue decisiva para que haya accedido a su banca de senador y no entienden por qué se pasó al larretismo. ¿Se viene la alianza Bullrich-De Loredo?
Hay provincias donde parece inevitable la fractura de JxC, como Mendoza, Neuquén y Río Negro, donde el PRO y la UCR no logran acuerdos para competir dentro de las PASO. En cambio, en Chubut, otro distrito donde no hay PASO, se definió la semana pasada que habrá internas abiertas en Juntos por el Cambio para que la candidatura a gobernador de la coalición se dirima entre el senador nacional Ignacio Torres, del PRO, y el intendente de Rawson y titular de la UCR provincial, Damián Biss.
Patricia Bullrich, Gerardo Morales, Miguel Angel Pichetto y Maximiliano Ferraro, jefes de los partidos de Juntos por el Cambio
Aún así, la pelea no se insinúa tan pacífica. Desde el PRO le apuntan a Biss por sus lazos con el gobernador Mariano Arcioni, mientras el radical chubutense Mario Cimadevilla, ex senador nacional, recalentó el ambiente al criticar la alianza con “personas como Macri, que han usado el Estado para enriquecerse, o con Horacio Rodríguez Larreta que con lo que se conoció últimamente tiene un maxiquiosko”. Tampoco fue muy concilador diputado provincial por la UCR Manuel Pagliaroni: “Parece que algunos referentes de JxC anduvieron haciendo pucherito en Buenos Aires para que la Mesa Nacional saque un comunicado intrascendente e inaplicable”, publicó en Twitter. Uno de los que sacó ese comunicado es nada menos que el presidente de la UCR, Gerardo Morales.
El legislador radical graficó el espíritu desafiante de muchos referentes del interior contra la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, que sigue haciendo malabares para mantener un equilibrio en el interior que parece imposible de alcanzar. Uno de los ejemplos es la abierta crítica de los radicales chubutenses a la decisión de los jefes partidarios de JxC, acordada en una reunión del miércoles pasado, de amenazar con sanciones a los dirigentes que no cumplan con el reglamento electoral de la coalición, que establece que donde no hay PASO pueden definir las candidaturas mediante las encuestas o a través de internas abiertas de afiliados y ciudadanos comunes. El problema es que la sanción es que los rebeldes no podrán utilizar las siglas de JxC en alianzas, colectoras o lemas. Por ahora, la mayoría no se asustó por las sanciones y se apresta a elegir otro nombre para competir.
Si la unidad de Juntos por el Cambio es autoconstruida, apelando a la imaginativa figura que utilizó Alberto Fernández para hablar de la inflación, de la misma forma parece serlo la candidatura presidencial de Macri: está en la cabeza de la dirigencia opositora, pero no en la de él. El ex mandatario regresaría a mediados de febrero de Cumelén y no tiene previsto ningún acto de lanzamiento electoral sino un viaje a Italia. ¿Será la pausa antes de desistir de su “segundo tiempo”?
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