El oficialismo ya no tiene los votos propios para sesionar sin acordar el temario con la oposición. Cómo serán la estrategia del FdT para aprobar proyectos
Desde la medianoche de este jueves, con la nueva composición del Senado, el bloque del Frente de Todos perdió el quórum propio que tuvo desde diciembre de 2019. La bancada liderada por José Mayans, que tenía 42 bancas y administraba ese número holgado, pasó a tener 35 desde ayer: son dos escaños menos que los 37 necesarios para sesionar.
El oficialismo perdió autonomía y requiere dos aliados para alcanzarla. En tanto, del otro lado del mostrador, el interbloque de Juntos por el Cambio ahora contará con 33 escaños a partir de la incorporación de dos nuevos aliados.
Con esa paridad tan estrecha, tres bloques provinciales adquieren una relevancia que será determinante en los próximos dos años que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene por delante como titular del Senado.
Desde la próxima sesión, Mayans deberá negociar el temario de cada sesión con el nuevo jefe del conglomerado de JxC, el mendocino Alfredo Cornejo, que transita los últimos siete días de su último mandato como presidente de la UCR. Detrás suyo estarán el presidente del bloque macrista, Humberto Schiavoni y su par del radicalismo, Luis Naidenoff, que ocupó el rol que ahora tiene Cornejo. Durante los últimos dos años ha sido uno de los interlocutores que eligió CFK. Se amparó en razones institucionales porque por entonces era el jefe del Interbloque. En su lugar estará el mendocino, que mantiene una relación cada vez mejor con la titular del PRO, Patricia Bullrich y será un duro negociador con el oficialismo.
Pero más allá de las pasiones está la aritmética del recinto. En esa carrera para llegar a los 37 el oficialismo se esforzará por preservar el vínculo con el rionegrino Alberto Weretilneck. El exgobernador ha sido un aliado esquivo para el oficialismo y sólo posee un monobloque en el Senado, pero ahora aumentó su influencia del otro lado del recinto. En la Cámara de Diputados el bloque de Juntos Somos Rio Negro, tiene desde este 10 de diciembre dos bancas en vez de una.
El exministro de Gobierno provincial, Luis Di Giácomo, que transita la mitad de su mandato como diputado nacional, estará acompañado por Agustín Domingo, exministro de Economía de la gobernadora Arabela Carreras. Di Giácomo conduce el bloque de dos bancas y también lidera el nuevo interbloque Provincias Unidas, donde selló acuerdo con el diputado del Movimiento Popular Neuquino Rolando Figueroa y con Diego Sartori, del Frente de la Concordia Misionero, la fuerza que controla esa provincia desde hace 25 años y que responde al exgobernador y titular de la Legislatura local Carlos Rovira.
El "misionerismo" se redujo. Hasta la semana pasada contaba con tres bancas, pero achicó su alcance luego del resultado de las elecciones del 14 de noviembre. Sin embargo, es una pieza clave en el entramado de misioneros y rionegrinos que influirá en las cámaras del Congreso. En el Senado la fuerza que conduce Rovira cuenta con Magdalena Solari Quintana, que ha tenido el mismo desempeño que Weretilneck: una negociación proyecto por proyecto de acuerdo a los intereses de sus provincias.
Lo mismo puede pasar con la flamante senadora Alejandra Vigo, que viene de ocupar una de las cuatro bancas que el bloque Córdoba Federal tuvo en Diputados hasta este jueves. Consorte del gobernador Juan Schiaretti, Vigo será la única representante del "cordobesismo" en la cámara de las provincias y su voto puede ser un apoyo muy preciado para el Frente de Todos en tiempo de escasez. Cada negociación que explore el oficialismo será con el gobierno cordobés, que hará valer el voto de Vigo para reordenar la relación con la Casa Rosada, luego de dos años de equilibrio inestable. En Diputados el bloque se redujo a tres bancas pero ganó una influencia inédita en la Cámara alta en un momento de debilidad numérica del oficialismo.
La tercera búsqueda apunta a la riojana Clara Vega. Llegó al Senado en diciembre de 2019 para reemplazar a Inés Brizuela y Doria, que dejó el cargo para asumir como intendenta de la capital provincial. Ambas formaron parte de la boleta de Cambiemos cuando fueron electas, pero Vega poco después de asumir dejó el interbloque y armó un monobloque Mediar Argentina. En las últimas elecciones ahondó sus diferencias porque su fuerza quedó afuera del armado de JxC, por un pacto sellado entre la titular del PRO, Patricia Bullrich y la UCR.
En ese tembladeral, a pesar de las distancias que tiene con el Gobierno, Vega podría ser más proclive a respaldar algunas iniciativas, como lo viene haciendo el diputado Felipe Álvarez, que era parte de JxC y lo abandonó el año pasado después de la negociación por el Presupuesto 2021.
Vega viene de compartir un interbloque con la neuquina Lucía Crexell y el salteño Juan Carlos Romero. Son los dos senadores que ahora se sumaron a JxC y elevaron el conglomerado de 31 a 33, aunque en los planes iniciales la idea era arrastrar a la senadora riojana al espacio que ahora lidera Cornejo.
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