Macri intentó ayudar al gobernador, pero su gestión no prosperó; el Gobierno había iniciado un plan de deshielo con los gobernadores para proponerles un pacto de apoyo fiscal a cambio de respaldo a la ley ómnibus; todo se frustró por el episodio con Chubut.
Por: Maia Jastreblansky.
“Dejame ver qué puedo hacer, no creo que dé mucho resultado… Dame 24 horas”. El jueves, Mauricio Macri le dijo a Ignacio Torres que intentaría una gestión para acercar posiciones con el Gobierno. El gobernador de Chubut le contó, en sus oficinas de Vicente López, que el martes la Nación le había retenido $13.500 millones de coparticipación por una deuda que no logró refinanciar. El expresidente no logró interceder ante Javier Milei. Y el viernes todo voló por los aires.
Torres lanzó que si el Gobierno no le enviaba los recursos coparticipables, Chubut no entregaría su petróleo y su gas, una advertencia que buscó ser más un llamado de atención que una amenaza real.
Detrás de Torres salieron a apoyarlo los gobernadores patagónicos y todos los mandatarios de Juntos por el Cambio (JxC). Esta liga emitió un comunicado que no se refirió a la amenaza de bloqueo pero le reclamó al Gobierno “cumplir con la Constitución” por los fondos coparticipables.
Fiel a su estilo, Milei reaccionó y lanzó su artillería digital contra Torres. Durante su vuelo a Washington, el Presidente replicó decenas de mensajes contra el patagónico, con datos sobre festivales artísticos y muchas fotos suyas con Horacio Rodríguez Larreta, una figura detestada por el libertario.
La escalada entre los gobernadores y la Casa Rosada impacta de lleno en la relación con Macri. Si el fin de semana pasado había poca expectativa de un acercamiento luego todo retrocedió cien casilleros más. Con un comunicado institucional, embistió contra los gobernadores de JxC. En un párrafo que no pareció azaroso, a dos de ellos los nombró especialmente: Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Jorge Macri (CABA). El primero, estaba con Macri el jueves que Torres le contó su problema con la coparticipación. El segundo es el primo del expresidente.
Mauricio Macri en el programa Comunidad de Negocios de LN+, entrevistado por José Del Río, en los estudios del Diario La NaciónFabian Marelli
La mesa chica de Milei fue impermeable a los intentos de Macri por interceder ante el conflicto y tampoco le da lugar al líder de Pro para que ayude con la gestión diaria. El Presidente dilató su conversación con el exmandatario hasta después de su viaje a Washington. A esta altura, un acuerdo parece muerto antes de nacer.
“Creo que al acuerdo lo dieron por muerto ellos ¿no?”, dijo a LA NACION un miembro del primer anillo presidencial. Otro alto funcionario deslizó: “Es obvio que si Torres estuvo con Macri esta misma semana, Milei puede ver en eso una conspiración. Tienen que saber que a Javier de esta forma no lo van a apretar”.
En el campamento de Macri o dan por cerrado el diálogo. “Vamos a ver si esta semana Mauricio y Milei hablan y si hay voluntad de apertura en el Gobierno para dejarse ayudar”, dijeron cerca del expresidente. “En política hay que saber esperar”, agregaron. Un referente macrista se resignó: “Mauricio trata de apagar el quilombo. Pero el Gobierno no la ve”.
Mañana habrá una reunión entre los gobernadores y el bloque Pro, donde es probable que prime el rechazo a un acuerdo con La Libertad Avanza.
Escalada
Milei llevó lejos la escalada con los gobernadores. Lo curioso es que al inicio de esta semana, el Gobierno había iniciado un plan de deshielo. De hecho, desde la Casa Rosada comenzaron a pasar el mensaje de que el líder libertario estaba dispuesto a hacer un gran acuerdo que contemplara la cuestión fiscal a cambio de apoyos para resucitar la ley ómnibus. “Un pacto de la Moncloa si sale la ley Bases”, había dicho en la intimidad un ladero de Milei.
Pero los puentes volvieron a detonarse y Milei llevó el conflicto al terreno de su batalla cultural. “Toda la casta sola sale a gritar ‘soy casta’”, escribió.
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) February 24, 2024
Caso Chubut
Respecto a Chubut, lo más probable es que el conflicto termine en la Justicia. El Gobierno le retuvo a la provincia $13.500 de coparticipación por una deuda que mantiene la provincia con el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, que se actualiza por el CER, y se repaga con los fondos coparticipables. Torres asegura que en diciembre había pedido refinanciar esa deuda (pretendía emitir títulos con una actualización más favorable para cancelar la deuda con el FFDP). Pero el martes se encontró con el descuento de los fondos coparticipables.
En el Gobierno aseguran que el Ministerio de Economía no le hizo la retención de coparticipación a Chubut en diciembre y enero. Y que, aunque sí hizo el descuento en febrero (con fuerte impacto en las arcas provinciales), estaba muy avanzando entre el Banco de Chubut y el BCRA el acuerdo para autorizar a Torres a refinanciar su deuda. Agregaron que la autorización para emitir títulos no prosperó antes porque “la provincia no cumplía con los requisitos crediticios para hacerlo elegible”, pero que había voluntad de solucionarlo.
A los ojos de Torres, hay un disciplinamiento de la Nación, porque a otras provincias sí se les permitió refinanciar su deuda. En Chubut dicen algo más: aseguran que la deuda de Chubut con el FFDP tiene su origen en la época en la que Caputo, como funcionario de Macri, autorizó a Arcioni a tomar deuda en dólares.
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