La pelea de fondo de Nación y provincias es por el 0,45% del PIB

La pelea de fondo de Nación y provincias es por el 0,45% del PIB

El cordobés Llaryora es de los principales impulsores de la coparticipación del impuesto PAIS. El presidente Javier Milei se niega a discutir la distribución de esa carga, que crece en recaudación.

Por Gabriela Origlia.

La discusión por la coparticipación del impuesto PAIS, que tiene en el cordobés Martín Llaryora  a uno de sus principales impulsores, sigue siendo un punto clave para la discusión en particular de la ley ómnibus que, el viernes, obtuvo aprobación en general. Las idas y vueltas en torno a ese impuesto que ya es el tercero en la recaudación nacional se topan con la resistencia del presidente Javier Milei a coparticiparlo. Desde la Casa Rosada ya indicaron que la discusión será “más adelante”, en el marco de un nuevo pacto fiscal para el que prometen convocar a los mandatarios provinciales.

El economista Nadín Argañaraz, titular del Iaraf, sostiene que la “gran diferencia” actual de la discusión política entre el gobierno nacional y las administraciones provinciales por los recursos fiscales, es que ahora, además de querer eliminarse el déficit fiscal nacional, se está transitando una reducción real interanual de la recaudación del impuesto a las ganancias del orden del 20%, originada en la reforma que puso en marcha el exministro y candidato a presidente Sergio Massa, con el apoyo de los gobernadores peronistas.

“No es lo mismo una discusión por reparto de recursos pensando solamente en cambios posibles, que la misma discusión, transitando una caída de la recaudación del impuesto a las ganancias por baja de la carga tributaria. Para las provincias, esta realidad de ganancias implicar perder un 20% interanual real de recaudación o un 7% real interanual de coparticipación”, señala. 

Esta situación particular condiciona la negociación. Cuando una provincia se sienta a discutir los cambios posibles, no puede dejar de plantear opciones para recuperar lo que está perdiendo por ganancias. Solamente por ganancias, el consolidado de provincias tiene altas chances de registrar déficit primario este año. Si a eso se suma el recorte de transferencias discrecionales, la intensidad del déficit primario se acrecienta, define Argañaraz.

La recaudación del impuesto PAIS viene creciendo de manera significativa.  En efecto, durante enero aumentó 25% en términos reales respecto al mes de diciembre y se ubicó en un máximo real. Desde la discusión política, lo relevante es que este impuesto puede llegar a aportar una recaudación 2024 equivalente a 1,5% del PIB. Es decir que, un 30%, significaría 0,45% del PIB; como por la reforma de la cuarta categoría de ganancias las provincias perderían 0,48% del PIB, el 30% de la recaudación de impuesto PAIS prácticamente las compensaría.

Argañaraz plantea que, más allá de que el impuesto PAIS vence a fin de año y que sería un “mal paso coparticiparlo”, en la puja por el reparto de la recaudación la clave es el destino del 30% de su recaudación. Para eso hay que partir de la asignación actual de ese 30%, que son obras en las provincias y CABA, a través de instituciones que no dependen de los gobiernos provinciales.

“Si Nación cede eso a las provincias, estas se quedan con el poder de decisión de esos recursos. Y compensan la pérdida por ganancias. Para el impacto fiscal y económico la clave es qué hace Nación ante este escenario -añade-. Si Nación sigue adelante con el programa de obras que estaba previsto financiar con ese 30%, tiene un aumento del déficit fiscal de 0,45% del PIB. Si Nación decide dar de baja ese plan de obras, no registra déficit incremental”.

El economista advierte que en el fondo la discusión es una discusión por la autonomía en el manejo de los recursos fiscales en épocas de vacas flacas: “Es un debate donde los dos actores consideran que los recursos van a ser mejor administrados si les pertenecen. Pero la Nación, con la recaudación extra del impuesto PAIS garantizada para todo el año, quiere asegurarse el manejo de esos recursos como vía clave para avanzar en la baja del déficit. SI se los delega a las provincias, corre el riesgo que el déficit no baje 0,45 puntos porcentuales del PIB, y tener que reacomodar su estrategia”.

A su entender, en la coyuntura actual los jugadores harán valer todos los elementos posibles para maximizar recursos. “Desde el punto de vista de la carga tributaria, ya se dio el cambio. Se bajó la proporción de la imposición directa y se aumentó la proporción de la imposición indirecta. Por ahora, todo es transitorio, ya que el impuesto PAIS debería desaparecer a fin de año. Pero, el impuesto al cheque ya superó la mayoría de edad, habiendo nacido también como algo transitorio”, sintetiza.

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