La pelea continúa: qué se dijeron CFK y Axel Kicillof después de la foto de la pax armada

La pelea continúa: qué se dijeron CFK y Axel Kicillof después de la foto de la pax armada

El gobernador reclamó acompañamiento y menos fuego interno. Basta de egos y vanidades, dijo la expresidenta. Sergio Massa pidió lavar los trapos sucios en casa.

 

Por Macarena Ramírez

 

La foto de unidad que el peronismo montó este lunes en Moreno es sólo una instantánea que ni siquiera mengua el enfrentamiento entre Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof, exponentes centrales de la grieta que atraviesa al principal partido opositor a Javier Milei. En la reunión del PJ bonaerense pasaron varias cosas, pero la más relevante fue el contrapunto entre La Jefa y el gobernador emancipado.

La reunión empezó cerca de la una del mediodía cuando ya estaban en la Reserva Municipal Los Robles del distrito gobernado por Mariel Fernández las principales figuras del peronismo y alrededor de 60 consejeros y consejeras del partido. Como estaba estipulado, hablaron un consejero o consejera por sección y por rama electoral. Cerraron Máximo Kirchner, Sergio Massa, el gobernador de Buenos Aires y CFK. En ese orden.

La reunión terminó a las cuatro de la tarde en medio de la tensión que generó el contrapunto entre los últimos oradores. Había dos dirigentes de peso con apuro: Kicillof, a quien lo esperaban en San Martín para encabezar un acto contra Milei a un año de su asunción, y la intendente anfitriona, Fernández, quien debía tomarse un vuelo al Vaticano para entrevistarse con el Papa Francisco.

Máximo Kirchner, Sergio y Massa y Cristina Fernández.

El contrapunto entre Axel Kicillof y CFK

Anteúltimo en el uso de la palabra y precedido por el líder del Frente Renovador pejotizado por necesidad sin urgencia, Massa, el gobernador Kicillof planteó la necesidad de enfrentar a Milei y acompañar a los sectores perjudicados -un postulado al que se sube toda la dirigencia del partido a excepción de los peronistas con peluca-, pero además pidió al resto que lo acompañe en sus reclamos a la Casa Rosada, que pongan de manifiesto las deudas y el ahorcamiento financiero al que el gobierno libertario somete a la provincia. Más: exigió que todo el peronismo ponga en valor el esfuerzo del gobierno de la provincia, “como escudo y red”.

Insistió en un concepto que repiten quienes están alineados con él: la necesidad de poner en relieve que gobierna el peronismo en la provincia de Buenos Aires y que “somos distintos”.

A su turno, CFK recogió el guante. Dijo que casi todos los presentes eran sus “hijos políticos” y nombró uno por uno a quienes formaron parte de sus gobiernos, especialmente a muchos de los funcionarios y funcionarias del gabinete del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad que dirige Andrés Larroque.

Dijo, además, que no le pueden decir que no apoya a Kicillof y apuntó que el ataque de Milei no es contra el gobernador de Buenos Aires sino contra la provincia, que es el bastión del peronismo. “Hay que dejar las vanidades y los egos” de lado, dijo la expresidenta, quien no le perdona a Kicillof la construcción de una carrera presidencial sin pedir permiso y, menos aún, que se haya mantenido prescindente en la pelea que La Jefa tuvo con el gobernador Ricardo Quintela por la comandancia del PJ.

La última vez que CFK y Kicillof habían compartido un evento fue el 23 de octubre en La Plata. Fue para un acto de Abuelas de Plaza de Mayo que mostró gestos gélidos entre ambos, tras el cual Estela de Carlotto definió la escena como “dos chicos” que se pelean.

Los trapitos de Sergio Massa y el teléfono de Máximo

A su turno, Kirchner desafió a quienes lo señalan como el responsable provincial de la pelea del peronismo en Buenos Aires que esmerila a Kicillof. “Todos tienen mi número”, inquirió invitando al diálogo.

Abrazado a la avenida del medio -también en la interna del peronismo-, Massa pidió lavar los trapitos sucios dentro de casa. El hincha de Tigre sostiene que las peleas puertas afuera del espacio suman para Milei. Hacía 13 años que no participaba de una reunión del PJ.

Sergio Massa llega a la cumbre del PJ bonaerense en Moreno.

CFK vs. el Cuervo Larroque

Si bien la mayor parte del encuentro se desarrolló en buenos términos, por fuera del contrapunto entre CFK y Kicillof hubo dos momentos que alteraron la cumbre. El primero se produjo cuando en el inicio tomó la palabra el intendente de Carmen de Areco, el camporista Iván Villagrán. Cuestionó al ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, por las “inspecciones” que hace su cartera en el municipio. Le respondió Correa, pero también Larroque.

El ambiente tomó temperatura y hubo insultos a viva voz. Larroque le pidió a Kirchner que ordenara a su tropa. El presidente del PJ intervino. “Actuó rápido, llamó a la compostura, la discusión duró tres minutos”, destacó alguién cercano al hijo de CFK.

Cerca del gobernador también intentaron bajar la espuma: “Cosas que pasan”, dijo a este medio alguien del gabinete bonaerense. Otra fuente cuestionó el planteo camporista: “Una pavada: el ministerio hace las inspecciones en base a las denuncias, es su función”.

El segundo momento tenso se dio al final del encuentro. Había terminado de hablar CFK y Larroque quiso tomar la palabra. Se había sentido aludido por una frase suya que citó la expresidenta sobre que no “bancaba” a Kicillof. No le abrieron el micrófono, por eso la respuesta llegó “a capela”. CFK había dicho que “siempre bancó” al gobernador; Larroque respondió: “Ahora hay que bancarlo”.

Evaluaciones encontradas

La anfitriona Fernández dio una bienvenida cordial a todas las tribus, intentando posicionar a Moreno como zona de paz en la guerra del peronismo. La dirigente que pertenece al Movimiento Evita se sentó entre CFK y Kicillof y destacó la importancia de la unidad y la presencia en el lugar de todas las figuras del espacio, incluido Massa, el último candidato presidencial que presentó el peronismo.

La dirigencia hizo evaluaciones diferentes sobre la cumbre. “Fue una reunión, una foto, no mucho más”, dijo a Letra P alguien cercano al gobernador. “El tiempo dirá si la reunión sirvió para algo… por ahora, más de lo mismo”, dijo otra persona del mismo team.

Otras fuentes indicaron que el encuentro es “un primer paso” para acercar a las partes y comenzar un camino de diálogo. “Se inició un proceso de orden”, dijo un intendente que estuvo en el cónclave. “Es un buen comienzo para empezar a transitar un camino. Creo que hay 2027”, dijo a la salida el titular del gremio de Canillitas, Omar Plaini.

En la misma línea se expresó el ex intendente y consejero por la Sexta sección electoral Marcelo Santillán: “Hubo muchos mensajes de unidad y pedidos de un debate interno”.

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