El radicalismo pugna por separar los bloques en la Legislatura provincial porque sabe que de otra manera no tendría las presidencias de las bancadas. Si quedan todos juntos, la conducción estará en manos de los macristas.
En caso de división, es probable que el senador oriundo de Tandil Carlos Fernández siga al frente del bloque de senadores de la UCR, mientras que Horacio López (Puán) sería el propuesto por el sector para un cargo en la cámara.
En Diputados, la presidencia la ejerce Jorge Silvestre (Nueve de Julio), quien renovó su mandato. El tema es que tanto él como el senador Fernández vienen del alfonsinismo, y el sanzismo pedirá al menos una presidencia.
El joven marplatense Maximiliano Abad será la voz de Sanz en la Legislatura, y quizá eso lo lleve a una silla preponderante.
En el PRO, para el bloque de senadores se posiciona la bahiense Nidia Moirano, incluso con más chances en caso de que el bloque Cambiemos no sufra divisiones entre macristas y radicales.
En caso de división se acrecentarían las chances del platense Juan Pablo Allan, uno de los apoderados del partido. El possista Roberto Costa fue el primero en armar bloque macrista en la Cámara Alta, y su experiencia legislativa le juega a favor para ocupar un lugar de preponderancia.
En Diputados también hay más de un anotado. De la actual bancada Juntos Por Buenos Aires surge el nombre del pergaminense Orlando Yans.
En tanto, entre los nuevos suena fuerte Manuel Mosca (Bolívar), el esposo de la legisladora nacional Gladys González, quien llega como triunfador por la Séptima sección y es del sector interno más afín a Vidal.
Mosca ya tomó un rol importante al ser el encargado de ordenar internamente al PRO para contentar a cada uno de los sectores amarillos en el futuro reparto de responsabilidades.
Por otra parte, es importante decir que con cuatro diputados (Marcelo Díaz, Juan Cocino, Rubén Grenada y Leonardo Santiago) y un senador (Omar Foglia), el Frente Amplio Progresista perdió mucho espacio en la Legislatura. La postulación de Margarita Stolbizer no encantó al electorado, y el sector no pudo incorporar ningún parlamentario en esta renovación.
Entonces, en la búsqueda de aliados para equiparar fuerzas con el Frente para la Victoria, el PRO buscará que los legisladores del FAP se sumen, al menos a un interbloque (figura que debe darse de manera virtual, porque no está contemplada en el reglamento de la Legislatura), para votar en conjunto.
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