La negativa de Bullrich a compartir candidatos obligó a Rodríguez Larreta a buscar nombres propios. La interna pone en riesgo distritos PRO.
La negativa de Patricia Bullrich de compartir candidatos a intendentes con Horacio Rodríguez Larreta extiende a toda la provincia de Buenos Aires la furiosa interna del PRO y ya hablan de un escenario de guerra total.
Los roces comenzaron en los distritos con mayor cantidad de electores, pero -como si fuese un virus- ahora el conflicto está instalado en todos los distritos que gobierna el principal partido de la alianza Juntos.
Meses atrás, cuando la candidatura de Patricia apenas comenzaba a rodar, los intendentes plantearon la necesidad de listas en un esquema de V. Esto significaba que un candidato local podría llevar arriba tanto a la ex ministra de Seguridad como a Horacio Rodríguez Larreta.
Por entonces, el jefe de Gobierno tenía cerrado acuerdos con varios alcaldes y puso reparos a ese esquema, pero al final lo terminó aceptando. El problema es que por entonces Patricia venía creciendo en las encuestas y fue ella quien cerró toda posibilidad de compartir candidatos locales.
Garro y Montenegro soportan la presión de Patricia para que definan de qué lado están
La candidata siguió escalando en los sondeos y entiende que convierte en ganador a todo aquel que integre su lista. En algunos distritos gobernados por el PRO lanzó candidatos propios, en otros presionó a intendentes que tenían acuerdos con Larreta a cambiar de lado. Varios intendentes que prefieren hacer equilibrio siguen soportando la presión.
En este punto de la interna, la posibilidad un acuerdo asoma como imposible. El problema es que obligó a Rodríguez Larreta a lanzar sus propios candidatos allí donde viejos aliados saltaron hacia el armado de Bullrich.
Hoy la guerra es total y las consecuencias son impredecibles. Es que la interna reavivó viejas fricciones en los distritos donde el escenario político parecía ordenado. El caos bajó desde arriba hacia abajo.
Larreta ve como muchos intendentes que lo abrazaban hoy apuestan al equilibrio. El jefe de Gobierno tolera la neutralidad pero salió a buscar candidatos en aquellos distritos donde su ex aliados decidieron saltar hacia Patricia.
Con mayor apertura, Larreta hurgó no sólo en el PRO sino también en otros partidos de la coalición. Así, aparecen radicales cercanos a Martín Lousteau y referentes de la Coalición Cívica.
Algunos casos: El fin de semana, Patricia anunció el acercamiento de Mariano Barroso, el intendente de 9 de Julio. Barroso decidió que no irá por la reelección y al frente de la candidatura dejará a María José Gentile. Allí, Larreta cerró con Ignacio Palacios, un referente de Evolución, la línea radical que lidera Martín Lousteau. Palacios le sacó 10 puntos en 2021 al candidato de Barroso y todo parece indicar que podría ser el próximo intendente.
En Azul -un distrito con unos 60.000 electores- Larreta tuvo que prescindir de Hernán Bertellys que se alineó con Patricia y cerró una acuerdo con Natalia Colomé, del vecinalismo. Su espacio, Podemos Azul, asomó como revelación 2021 desplazando del segundo lugar al Frente de Todos. En esa elección legislativa se alzaron con tres concejales.
En Pinamar, Martín Yeza no buscará la reelección y eligió a Juan Ibarguren para pelear por la continuidad de su gestión. Tanto Yeza como su candidato están completamente alineados con Patricia. Por eso, Larreta cerró con Lucas Ventoso, el secretario de Seguridad del municipio, quien proviene del radicalismo y tiene chances de derrotar al candidato de Bullrich.
En Olavarría, Patricia presionó al intendente Ezequiel Gall. para que salte a su bando. Ante la negativa -Galli es uno de los armadores más importantes de Larreta en el interior- lanzó a Andrea Coronel. Pero además hay otros candidatos. Uno es Juan Zyla, un médico cercano a Emilio Monzó. Otro es Dalton Jáuregui, vinculado a Cristian Ritondo.
En Bahía Blanca se ocurrió algo similar. Héctor Gay buscará dejar al frente del municipio a Nidia Moirano. Ese espacio cerró con Patricia quien exigió exclusividad. Eso obligó al jefe de Gobierno a empujar la candidatura de Andrés De Leo, un senador provincial de la Coalición Cívica.
En Campana, el intendente Sebastián Abella juega abiertamente con Larreta, pero argumentó que la mejor estrategia es que pueda llevar también la boleta de Patricia. Sin embargo, la ex ministra no quiso saber nada y lanzó un candidato propio. "No entiende que le puedo aportar más votos", dijo días atrás Abella.
La guerra está declarada en toda la provincia. Apenas serían tres los intendentes del PRO que podrían transitar la campaña con las dos listas: Guilermo Montenegro (Mar del Plata), Soledad Martínez (Vicente López) y Manuel Passaglia (San Nicolás). Estos podrán tener boletas tanto de Patricia como de Horacio.
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