En ambos casos se trata de candidatos que no representan al oficialismo nacional. Es decir que el electorado, además de elegir continuidad, manifestó una baja adhesión a los referentes kirchneristas, y esto lo ejemplifica cabalmente lo sucedido en San Carlos, donde el candidato del Frente Para la Victoria, Juani Jofré, es derrotado por la referente del justicialismo tradicional, Alicia Caraballo. Para la UCR sancarlina y sus aliados quedó en un lejano tercer lugar.

La victoria radical, a través del intendente a cargo luego de la muerte de Fayad, Rodolfo Suárez, marca cifras históricas para la ciudad, ya que al cierre de nuestra edición se hablaba del 60%. El festejo mostró al candidato junto a Cornejo, Cobos y Sanz. 

Pero lo llamativo es que el segundo lugar en Ciudad era peleado palmo a palmo entre Nicolás del Caño, del FIT, con el representante del peronismo, Carlos Aranda, y los número al cierre daban al referente de izquierda el segundo lugar, postergando al oficialismo nacional.

Más allá de los números y porcentajes, hay datos que no se pueden soslayar. La fortaleza que muestra la alianza alrededor de la UCR, la gran performance de Difonso por el massismo, los resultados de la izquierda que le dan continuidad a un proyecto que muchos veían como efímero, y los bajos números del kirchnerismo pueden leerse como ejemplos de por donde pasa el humor social. Hay cosas que han cambiado, aunque todos tienen tiempo, de acá a octubre, de leer los nuevos vientos y hacer cambios.