Asimismo, ambas estuvieron junto a otros compañeros en la plaza céntrica, charlando con los vecinos y entregando folletería.

“Natalia será candidata a intendente de Pilar, porque buscamos gente que pueda mostrar qué hace, de qué y cómo vive. Nos dan vergüenza los que viven de la política y son gerentes de las corporaciones. Candidatos como Natalia son capaces de dar la vida por terminar con la impunidad”, expresó Ripoll.

La joven sigue una herencia familiar: su padre Antonio es un histórico dirigente de la izquierda pilarense. Su madre, Sonia Colman, también estaba involucrada en las causas sociales, hasta que el gatillo fácil terminó con su vida a fines de 2007.

“Creemos que desde la población hay un giro a la izquierda, la gente ya no nos miran a como a bichos raros o loquitos… Tenemos los ejemplos de Mendoza o Salta”, expresó Espasa.

Además, Natalia se refirió “a la trampa electoral del 1,5% que nos impone un piso para poder participar en octubre. Es un filtro, una espina en el zapato para las agrupaciones de izquierda. Siendo realistas, cuesta mucho, no tenemos el aparato de los partidos tradicionales, no recibimos plata de ninguna empresa”.

Por eso, pidió “que la gente escuche nuestra propuesta y nos de una oportunidad. Queremos un país justo con oportunidades para todos.

Nuestro lema es ‘privilegios para nadie’: que los funcionarios usen el transporte y hospital público, que sus hijos vayan a la escuela pública”.

Por otra parte, Vilma Ripoll hizo mención a la división con el Frente de Izquierda: “Lamentamos que el Frente de (Jorge) Altamira no haya querido la unidad, desaprovechan una oportunidad histórica. Nosotros seguimos abiertos. En Grecia y España demuestran que la unidad logra cosas, basta de ser testimoniales, de tener un diputado más o menos. La izquierda está en condiciones de pelear un gobierno”.