El lunes pasado por la tarde quienes pasaron por el bar La Dolfina, sobre Avenida Figueroa Alcorta, se sorprendieron: en una de las mesas charlaban, con risas de por medio y ademanes, Diego Santilli y Cristian Ritondo, diputados, peronistas del PRO y amigos desde hace más de 25 años.
Tras meses de fricciones, volvieron a recuperar la buena sintonía perdida. Eso sí: ambos seguirán como aspirantes a la gobernación bonaerense, a quien se les suma el intendente de Lanús, Néstor Grindetti. De ese diálogo surgió una hipótesis: el escenario cambiaría drásticamente si el Gobierno decide eliminar las PASO.
El Colorado siempre repitió que “hay que competir”. Es más: cree que, justamente, para ganarle al oficialismo sería “sano” y “sumaría”. Ritondo piensa algo similar y por ello, al igual que Santilli, viene juntando voluntades en los 135 municipios. “Esperamos que el kirchnerismo no haga trampa, las reglas electorales no se modifican un año antes de la elección”, expresó ayer el Colorado mientras recorría General Alvear, Tapalqué y Olavarría. Mientras ensaya un acercamiento a la UCR, promete seguir recorriendo la Provincia.
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Dos de los intendentes del PRO salieron, justamente, a intentar validar la postura. Uno fue Héctor Gay, de Bahía Blanca –quien no iría por la reelección para dejar a Santiago Nardelli como candidato–, quien dijo: “Las PASO nos ordenan”. En el mismo sentido, el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, planteó: “No es momento de eliminarlas”.
Por su lado, Ritondo sostiene un acuerdo con el intendente de Lanús, con quien mañana recorrerá Merlo. Cada quince días tienen previsto hacer recorridos juntos. Venían de mostrarse en una actividad con jubilados que organizó Diego Kravetz. Grindetti y Ritondo tienen un encuentro semanal fijo los martes para hablar de política y de Independiente, la pasión que los une, para intentar derrotar a la familia Moyano.
El jefe del bloque del PRO todavía resiste los centros que suele tirarle Patricia Bullrich, quien ya hizo saber su deseo de sumarlo como su candidato. Ritondo deja sus puertas abiertas. Pero tuvo un gesto que hoy sigue elogiando Horacio Rodríguez Larreta: cuando lo llamó para que se sumara a la conferencia en plena crisis por las vallas frente a la casa de Cristina Kirchner, el diputado estuvo en Uspallata, al lado de Santilli.
Mientras tanto, deja que el ex director de Vialidad Javier Iguacel haga campaña a su lado. El handicap político del intendente de Capitán Sarmiento es parejo: logró que los intendentes del PRO tuvieran en su memoria el día que quiso sacar a Jorge Macri de la presidencia del partido. Ese día le preguntaron si ese pedido era de él o de Bullrich, y no tuvo una respuesta concreta.
Por su parte, en la UCR bonaerense, Maximiliano Abad mira de afuera la interna del PRO. No tomó una decisión aún pero observa al grupo de intendentes que encabeza Miguel Fernández, de Trenque Lauquen, y juega también la carta de la diputada Karina Banfi. Esperará que se aclaren las aguas de las internas.
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