Las PASO en La Plata resolvieron las internas pero sembraron incertidumbre de cara a los comicios de octubre. La boleta de Pablo Bruera obtuvo la mayor cantidad de votos a intendente pero no llegó al 20 por ciento, y aún sumando los votos de Florencia Saintout el Frente para la Victoria no logró superar al espacio Cambiemos, que se quedó con el primer lugar como frente electoral en la ciudad. La pregunta en todos los sectores es si se dará la famosa premisa política que indica que el que gane conduce y el que pierde acompaña. Comienza la negociación de los frentes.
CAMBIEMOS
El frente Cambiemos, que aglutinó al Pro, la UCR y la Coalición Cívica con clara preponderancia del macrismo a nivel nacional y provincial también demostró que el partido de Mauricio Macri lidera la interna en La Plata. Julio Garro se impuso ante sus competidores con el 13 por ciento de los sufragios seguido por Sergio Panella (10,9) y Claudio Pérez Irigoyen (10). De todas maneras, cabe destacar que los candidatos radicales juntos lograron superar al Pro por un 7 por ciento, pero aunque ambos son históricos de la UCR decidieron jugar a fondo uno con Ernesto Sanz y otro con Elisa Carrió, si bien cada uno podía ir con los tres precandidatos presidenciales.
Aunque quedó tercero en la interna, Pérez Irigoyen fue la gran sorpresa de las PASO ya que con bajo nivel de conocimiento y una campaña austera logró quedar cabeza a cabeza con Panella, quien viene haciendo campaña desde hace años (fue candidato a intendente en 2011) y hasta logró un arreglo con el diario El Día para introducir diariamente su propaganda. La pregunta, de cara a octubre, es si los votos que fueron destinados a Panella y Pérez Irigoyen irán a parar a Julio Garro, quien lejos está de representar al mismo votante que optó por el médico del Hospital Español.
El precandidato a presidente más votado por Cambiemos en La Plata fue Mauricio Macri, quien obtuvo 108 mil votos, quedando segundo detrás de Daniel Scioli (FpV), quien le sacó una ventaja de apenas 4 mil votos. Sin embargo, Macri, Sanz y Carrió juntos lograron alcanzar un 35,68 de los votos, es decir que obtuvieron 132 mil votos (20 mil más que el candidato del oficialismo a la presidencia). En resumen, la mayoría del electorado platense optó por un cambio rotundo en el sillón presidencial.
UNA
No hubo sorpresas con respecto a Sergio Massa y José Manuel De la Sota en la ciudad: Massa aplastó al cordobés con el 86 por ciento de los votos en la interna. A nivel intendencia, fue el concejal que viene ocupando el recinto desde las épocas remotas de Julio Alak, José Ramón Arteaga, quien logró superar a sus cuatro competidores. Alfil de Juan Amondarain, “Joserra” se impuso con el 5,3 por ciento de los votos por sobre el hombre de Raúl Pérez, Marcelo “Chubito” Leguizamón, otro de los favoritos para ganar la interna. El “Chubito” obtuvo el 4,4 por ciento; Carlos Melzi el 3,7; Oscar Vaudagna el 2,2; y Javier Pacharotti terminó el escrutinio con una contundente derrota que le dejó sólo un 2,1% de los votos.
El triunfo de José Ramón Arteaga quizás se explique por las alianzas que logró consolidar el ahora candidato definitivo, quien con fuerte presencia sindical se aseguró el apoyo de sectores fuertes. Tanto el “Chuby” como el “Mexicano” fueron quienes mejor entendieron (probablemente gracias a sus padrinos) el proceso electoral, con un sistema de fiscalización que les permitió cuidar cada voto.
El gran perdedor de la jornada democrática fue Pacharotti, quien en los meses de precandidatura saltó del FR al Pro (aunque no se pudo consolidar su pase, pero él esperaba que así fuera de la mano de Jesús Cariglino), y después nuevamente al FR. Quien en algún momento pareció elevarse como el próximo intendente luego de Pablo Bruera, cuando aún permanecía en el gabinete municipal, hoy sufre el resultado de haberse ido de un espacio a otro en donde, evidentemente, no le habían dado lugar.
El espacio UNA, en lo que respecta a la sumatoria de precandidatos a la presidencia, quedó en tercer lugar con el 18,31 por ciento de los votos. En los respecta a la sumatoria de precandidatos a intendente, obtuvo también el tercer lugar con 17,7.
FRENTE PARA LA VICTORIA
La interna de la ciudad que más dura fue es la que se libró entre el actual intendente Pablo Bruera y la decana de la facultad de Periodismo y actual concejal, Florencia Saintout, que aglutinó a los mismos sectores que pelearon en 2013 en sellos distintos, ya que en aquella oportunidad la lista de Saintout fue una colectora.
Bruera superó en cantidad de votos a Saintout dejándola fuera de juego en octubre. Aunque su lista corta fue la más votada de La Plata (18,2 por ciento), lo cierto es que Bruera no hizo una gran elección. De todas maneras, cabe resaltar que pudo posicionarse nuevamente tras la inundación del 2 de abril de 2013, en donde muchos cuestionaban su futuro político. También es destacable que mientras barones históricos de la provincia de Buenos Aires terminaron perdiendo las internas con dirigentes de Unidos y Organizados (como West en Moreno y Di Sabatino en San Vicente), Bruera se mantuvo, como dijo Clarín, “inoxidable”.
Pero el intendente no tiene el camino allanado de cara a las elecciones generales. La boleta de Saintout alcanzó el 15 por ciento de los votos en lo que fue la mayor elección del FpV contrario a Bruera desde su asunción en 2007. La lista encabezada por Florencia creció 4 puntos de 2013, en donde se llamó Frente Social, a 2015, en donde efectivamente fue por el FpV. De todas maneras, la interna dejó como ganador a Pablo Bruera, y ahora la pregunta es qué pasará en octubre.
El FpV a nivel intendente obtuvo el 33 por ciento de los sufragios, es decir que obtuvo 0,5 menos que Panella, Garro y Pérez Irigoyen juntos. Si todos los votos radicales terminaran en Garro, entonces Bruera debería sumar todos los votos de Florencia y aún más para vencer al candidato del Pro.
Bruera consiguió cortes de boleta de los más disimiles en el cuarto oscuro. Su nombre se acopló a las fórmulas del Pro y del Frente Renovador, sobre todo, pero también hubo cortes que lo juntaron con Carrió y la izquierda. Una estrategia del intendente, de cara a octubre, podría ser la de juntar a los vencidos de cada interna para pedirles su apoyo, ya que cada espacio tiene sus propios encontronazos. El Frente Renovador, por ejemplo, mantiene desde hace años una enemistad feroz entre el melzismo y quienes responden a Amondarain: ¿Podría Bruera juntar el apoyo del sector derrotado? ¿Podrá entablar negociaciones con el antiguo colega, Javier Pacharotti?
La incógnita que más recorre los pasillos del PJ, de todas maneras, es la de qué espacios respaldarán al intendente como único candidato del FpV en octubre. Detrás de Saintout confluyeron numerosas agrupaciones. Una de ellas fue KOLINA, quien logró que su precandidato a concejal, Gastón Castagneto, quedara en el cuarto lugar de la lista definitiva para las generales. Así no quiera respaldar a Bruera, KOLINA debiera hacer campaña de cara a octubre para respaldar a su propio concejal. Habría que ver qué decide el Movimiento Evita, que hace poco cerró una alianza fuerte con Scioli y que respalda a Aníbal Fernández. Queda la incógnita en La Cámpora dura, la de Martín Alaniz, que negocia por sí solo y que encabeza la lista de precandidatos a senadores provinciales. Y también resta saber qué hará la JPBA del Guillermo “Nano” Cara, que mantiene cierta autonomía con respecto al “Chaucha” Quiroga.
LOS QUE SUPERARON EL PISO
Otros partidos que participarán de octubre son la alianza Progresistas en la que Gastón Crespo, con 3,7 por ciento de los votos se sobrepuso a Pablo Crisóstomo con 1,8; el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT), que totalizó 4,35, con Luana Simioni como ganadora de la interna al obtener 2,1 por ciento; y Patria Grande, que logró pasar el piso con 2,05 siendo Leandro Amoretti el precandidato a intendente.
Si bien estos sellos no presentan un desafío electoral para las otras fuerzas, sí podrían complicar a uno u otro espacio si el voto virara hacia otra alianza. Gastón Crespo bien podría convertirse en la opción de quienes optaron en agosto por Claudio Pérez Irigoyen y su imagen “transparente”; Luana Simioni quizás logre captar votos de la propia Saintout de algún votante progresista de izquierda que no quiera saber nada con Bruera; lo mismo ocurre con Amoretti, que puede recibir votos hasta del Frente Popular que no alcanzó el piso. Es decir, aunque no peleen el sillón de calle 12, las fuerzas mayoritarias también querrán quedarse con sus votos, y viceversa.
Pareciera ser que en La Plata la pelea se renueva, y recién empieza.
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