Carmona, Bermejo, Roby y Barbeito no tienen problema en encontrarse cara a cara. El radical se resiste porque son "internas".
El próximo 19 de abril se realizarán las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en la provincia para elegir los candidatos a la contienda del 21 de junio. A partir del próximo miércoles, comienza formalmente la campaña electoral y los precandidatos coparán la televisión, la radio y los medios gráficos con sus spots para darse a conocer, y sus propuestas, a la sociedad mendocina.
Pero más allá de la propaganda política que se verá en estos días, la mayoría de los postulantes a la Gobernación se animan a debatir cara a cara, a mostrarse a la sociedad intercambiando propuestas a través del "diálogo" y sin “descalificaciones”, como señalan algunos. Todos quieren asegurarse el mínimo de votos o el triunfo ante sus competidores internos para pasar a las generales un debate sería la oportunidad que algunos pueden aprovechar para lucirse y diferenciarse del resto.
Sin embargo, el precandidato del Frente Cambia Mendoza (la alianza de la UCR con el PRO, el FR y otros partidos), Alfredo Cornejo, es el único que no está dispuesto a prestarse a un debate antes de las PASO. Fuentes allegadas al intendente de Godoy Cruz, aseguraron que el godoicruceño no tiene por qué debatir ya que se trata "de internas para definir candidatos" y Cornejo no tiene competencia dentro de la alianza que encabeza, a diferencia del Frente para la Victoria, que tiene tres postulantes para suceder a Francisco Pérez.
Por su parte y fiel a su estilo, el ex ministro de Salud, Matías Roby, asegura que no tiene miedo y que se anima a debatir "con todos". El postulante de Juntos Podemos manifestó que está dispuesto a sentarse con todos los que compiten en las PASO pero la condición es que el debate sea en vivo y, en lo posible, interactuando con los ciudadanos.
“Me gustaría debatir sobre inseguridad, economía, finanzas, empleos, agua, minería, calidad educativa y desnutrición”, manifestó Roby. Mientras tanto, el ex amigo del gobernador prepara su propuesta en economía y finanzas que presentará el próximo jueves con el respaldo del Consejo Empresario Mendocino (CEM).
Por su parte, la precandidata del Frente de Izquierda, Noelia Barbeito, también está abierta a un encuentro en persona con sus rivales. La senadora provincial mostró una actitud más confrontativa y en caso de tener enfrente al resto de los aspirantes a la Gobernación, "los increparía con preguntas desafiantes" como por ejemplo si están dispuestos a vivir con el sueldo de un trabajador y a ganar un salario como el que percibe una docente con 20 años de antigüedad.
“Quiero saber qué opinan del saldo de estos 32 años de gobiernos de la UCR y el PJ, qué piensan del 36% de trabajadores no registrados”, manifestó Barbeito.
En tanto, el precandidato K Guillermo Carmona, es uno de los que desde el primer momento promovió el debate, incluso lo remarcó en una entrevista en El Sol TV. El diputado nacional aseguró que no será la continuidad de la gestión de Pérez, y remarcó que tiene “predisposición” para hablar con todos. “Tiene que ser un debate constructivo y si descalificaciones”, sostuvo.
También tiene intenciones de sumarse al debate otro de los precandidatos del FpV: Adolfo Bermejo. El senador nacional consideró que es importante que “la gente nos vaya conociendo”. Teniendo en cuenta que falta menos de un mes para las PASO, Bermejo considera que “cualquier ámbito es bueno para presentar proyectos”.
Bermejo, el preferido de Pérez, tiene varios temas en agenda para debatir pero entre los prioritarios se encuentran la economía regional, viviendas y seguridad. Además señaló que le gustaría debatir sobre consumo y adicciones ya que es un tema que lo “desvela”.
La candidata del MST-Nueva Izquierda, Marcia Marianetti, también se expresó a favor y aseguró que desde su fuerza insistirán en debatir sobre minería -a favor de la ley 7722 y en contra de los megaproyectos-, seguridad -la democratización de la fuerza policial y la elección de los comisarios por los ciudadanos- y la reestructuración del presupuesto con una reforma tributaria donde los que más ganan, más pagan.
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