Qué pasará con el Gabinete que para Cristina Kirchner “no funciona”

Qué pasará con el Gabinete que para Cristina Kirchner “no funciona”

El Presidente se mostró contemplativo con sus ministros, pero tras las críticas de Cristina admitió que “por ahí hay funcionarios que podrían funcionar mejor”.

"Le dije a María Eugenia que yo soñaba con que a esta altura ella fuera la ministra estrella". Alberto Fernández blanqueó sólo una, pero cuentan quienes rodean al Presidente que fueron varias las charlas en las que a Bielsa, la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, se le pidió "más acción" en su cartera, que a dos meses del cierre del año mantiene alarmantes niveles de subejecución presupuestaria.

El detalle revela que, en la intimidad, el jefe de Estado advierte puntos bajos en su gestión y que por ahora se resiste a hacer cambios en su equipo. Pero la durísima carta de Cristina Kirchner, en la que alude a funcionarios "que no funcionan", vuelve a poner en el centro de la escena los problemas de funcionamiento del Gobierno y puede precipitar alguna decisión.

El primer cambio, en cualquier caso, es conceptual. Fernández, que el 11 de octubre había dicho que "el Gabinete ha hecho un trabajo impresionante", este martes, tras las críticas de Cristina a "funcionarios que no funcionan", y al intentar explicar el contexto de la frase, concedió que "por ahí hay funcionarios que podrían funcionar mejor". Es -y será- lo más cercano a una crítica pública a su tropa de Alberto.

De hecho, en la misma declaración, el mandatario intentó justificar las dificultades que afronta su equipo: "Yo lo que les puedo garantizar a todos, y eso fui cinco años jefe de Gabinete en una situación desastrosa del país, que nada es comparable a gobernar en una pandemia", reconoció en Radio 10.

Aunque no hizo nombres, los destinatarios de los dardos de Cristina son sabidos dentro de la Casa Rosada. Bielsa es una de las ministras más criticadas en el Instituto Patria, pero no la única. Marcela Losardo (Justicia), Claudio Moroni (Trabajo), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), Sabina Frederic (Seguridad), el titular del Banco Central, Miguel Pesce, la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra y el silencioso Gustavo Beliz (Asuntos Estratégicos) asoman como los principales cuestionados.

Fueron todas primeras opciones albertistas para el Gabinete, salvo Frederic, quien accedió a Seguridad ante el veto del kirchnerismo duro al massista Diego Gorgal. 

En el Gobierno relativizan el hecho de que los reproches que llegan desde el Senado, en su mayoría, estén focalizados en funcionarios que en su mayoría tienen como terminal al Presidente e insisten con el argumento que trazó Alberto de que la carta ofició de "respaldo", pero en el Gabinete se sintió el golpe.

En mayo, Moroni sufrió un desaire público de Máximo Kirchner en plena sesión de la Cámara de Diputados, por avalar en pandemia un acuerdo de suspensiones con rebajas salariales en la multinacional Mondelez. "Pero eso quedó ahí, con Máximo se aclaró todo enseguida. A Claudio le costó arrancar, es cierto, pero una vez que agarró el ritmo acomodó el ministerio. Y ahora está trabajando justo en la línea acuerdista de lo que pidió Cristina", apuntan en el Gobierno. 

Las críticas a Losardo por no poner el cuerpo a la discusión por la reforma judicial también fueron casi públicas y visibilizan la tensión constante en Justicia. Socia de Fernández en el estudio, la ministra tiene como vice a Juan Martín Mena, ariete de Cristina en materia judicial, y al dirigente de La Cámpora -y hermano de crianza de Eduardo "Wado" de Pedro- Gerónimo Ustarroz como representante ante el Consejo de la Magistratura. Más allá de la tensión latente, Fernández está conforme con la cintura política de su amiga.

En el caso de Ibarra y Kulfas, la génesis de los reproches de Cristina es más personal: ambos escribieron algunos de los libros críticos al kirchnerismo a los que aludió Cristina en su carta. 

Beliz, que se había exiliado tras ser echado por Néstor Kirchner por enfrentar a Jaime Stiuso, fue la apuesta de Alberto F. -y la concesión que hizo Cristina- para consolidar en campaña que el Frente de Todos llegaba con una impronta diferente a la de los últimos gobiernos K. Pero a partir de la redacción de la reforma judicial se reavivaron las fricciones, que sólo quedaron solapadas porque la expectativa del funcionario todoterreno -y de sus detractores- estaba puesta en la elección en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La indefinición en su rol es el flanco que más se aprovecha para cuestionarlo: "¿A qué se dedica Beliz? Está en todos los temas pero a la vez en ninguno", es el planteo, con sorna, de un dirigente alineado con el Patria pero que también tiene un vínculo cercano con el mandatario.

El análisis que hacen en el Gobierno sobre el rendimiento de los funcionarios es diferente. Hay coincidencias en las críticas a Bielsa y a Pesce, al que Alberto relegó en la toma de decisiones del Gabinete económico, cuando aseguró que el ministro de Economía, Martín Guzmán, es "el que tiene la última palabra".

La pulseada evidenció la situación de Pesce: "Depende más de cuánto se quiera quedar él, que de Alberto”, responden en Balcarce 50, dando a entender que su alineamiento al rumbo que imponga Guzmán debe estar fuera de discusión, pero que Alberto por ahora no analiza eyectar a otro de sus amigos. Con todo, el jefe de Estado dejó saber su malestar con el resultado del endurecimiento al cepo que impulsó Pesce: hay quienes aseguran que espació sus intercambios con el funcionario.  

Como contó Clarín, Bielsa ya tenía el crédito limitado y debe dar respuestas en el corto plazo para mantenerse en la gestión, mientras crecen los rumores de que podría ofrecérsela una embajada y suena el nombre de un intendente del Conurbano para reemplazarla, con el balance positivo que se hace sobre Gabriel Katopodis (ex alcalde de San Martín) como antecedente.

En todos los casos, Alberto Fernández está ante la disyuntiva de hacer cambios que sean vistos como una imposición de Cristina o, en contrapartida, mantener los mismos nombres que rechaza su compañera de fórmula. 

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