En las próximas elecciones se renueva la mitad del Palacio Vasallo y las fuerzas políticas debaten cómo lograr la mayoría. El oficialismo dice que promoverá caras nuevas y el PJ buscará reunificarse.
En los comicios del año próximo se renovará la mitad del cuerpo deliberativo y se incorporarán tres nuevos miembros. Los partidos políticos ponen en juego sus espadas más fuertes. En este contexto, ¿qué harán los ediles a los que se les vence su banca?
Como cada recambio legislativo, algunos nombres dejarán de recorrer los pasillos del Palacio Vasallo. Otros se sumarán para brindar una mayor pluralidad de voces. Lo cierto es que el año próximo los rosarinos comenzarán a definir el destino de catorce bancas del Concejo Municipal. En total se renuevan once, pero se sumaron tres por una modificación que realizó la Legislatura provincial, en base a los datos del censo 2001.
Aún hay pocas definiciones sobre el armado de las listas. Las especulaciones están a la orden del día y ya se rumorean todo tipo de alianzas.
Algunos de los ediles deslizan por lo bajo que buscarán renovar, aunque son muchos los que aún no saben por qué lista o alianza. Otros, en cambio, no están tan seguros de que el Concejo seguirá siendo su lugar de trabajo.
La Capital consultó a los referentes de los principales partidos políticos para conocer los armados de cara al próximo año.
Desde el oficialismo, ponen valiosas cartas sobre la mesa, y aguardan el armado de listas que se diseñará internamente. Destacan la necesidad de incorporar nuevas figuras y apostar por el recambio generacional para dar oxígeno al cuerpo legislativo.
La oposición pone mucho en juego, ya que vencen los mandatos de varios ediles. Su apuesta es seguir consolidando su papel preponderante en temas trascendentales para la ciudad.
El Frente Progresista, con mucho por jugar. El Frente Progresista Cívico y Social pondrá en juego cuatro bancas. Entre ellos figuran los ediles socialistas Manuel Sciutto, Viviana Foresi y Miguel Zamarini y Aldo Pedro Poy (PDP).
Si bien no hay aún ninguna candidatura oficial, el escenario para los oficialistas se presenta complejo. A un año de los comicios, los primeros movimientos locales conducen a suponer una competencia interna en las Paso.
"Es muy apresurado pensar en la renovación o no de la banca. No hacemos política para ocupar un cargo, sino para ayudar a los ciudadanos a lograr una mejor calidad de vida, y eso se puede hacer en distintos espacios", apuntó el presidente del bloque socialista, Manuel Sciutto.
Por su parte, la concejala Foresi aseguró que "las decisiones acerca de las candidaturas no son individuales". "Somos parte de un proyecto colectivo y trabajamos para cumplir objetivos que trascienden un cargo", apuntó.
Desde el oficialismo, destacan la necesidad de buscar una renovación generacional en las listas y el apuntado parece ser Enrique Estévez Boero (hijo de Guillermo Estévez Boero).
Al presidente del Concejo Municipal, Miguel Zamarini, también se le termina el mandato. En un sendero paralelo, el edil ya comenzó a tejer alianzas con sectores críticos de la gestión para fortalecerse frente a la lista que pueda surgir del oficialismo. Según informaron desde su sector, la intención es renovar la banca, aunque no descartan competir por una diputación provincial.
Aldo Pedro Poy, es otro de los que terminan su mandato el próximo año y ya manifestó que va a renovar su escaño. Desde su entorno aún no confirmaron si lo hará en una lista conjunta con el Frente Progresista o en una boleta del Partido Demócrata Progresista.
Dilemas. La incógnita es saber que sucederá con María Eugenia Schmuck, quien ingresó por el Frente Progresista y hoy es una de las edilas más críticas del gobierno local. "Todavía no sé si voy a ser candidata a concejal, eso lo decidiremos colectivamente; pero si competimos será por dentro del Frente Progresista", apuntó la concejala radical.
El peronismo buscará ser alternativa. El justicialismo tratará de reunificarse para ser una opción electoral. El desafío es evitar una dispersión y una división profunda de cara al 2015. Pone en riesgo a dos de sus principales exponentes, Roberto Sukerman y Osvaldo Miatello.
"El año próximo voy a aspirar a ocupar un lugar en el que tenga mayores responsabilidades", afirma el edil del Frente Para la Victoria, Roberto Sukerman, a quien se le vence el mandato. El concejal kirchnerista no esconde sus intenciones de ir por la Intendencia y es uno de los apuntados para acceder al Palacio de los Leones. "La gestión de Mónica Fein sufre un desgaste que es producto de más de 20 años de gobierno y eso no beneficia a ningún rosarino", dijo el legislador.
Osvaldo Miatello, otro que culmina su mandato, también piensa más allá del Concejo. Su apuesta es conformar un frente de unidad de cara a las elecciones del año próximo. "Para competir necesitamos articular una alternativa seria en donde los rosarinos vean a dirigentes con capacidad de gobernar la ciudad", apuntó el edil.
Para ese frente de unidad, el dirigente justicialista tiende puentes con el PRO y el Partido Progreso Social. "El trabajo en el Concejo nos marca más coincidencias que diferencias. No tenemos límites con otros sectores de la oposición que apuesten a ser una alternativa en la ciudad", dijo Miatello.
El Partido Progreso Social pone en juego una banca sobre tres integrantes. María Fernanda Gigliani, delfín del ex intendente y concejal Héctor Cavallero, termina su mandato. "Hoy estamos abocados al día a día y la realidad es que falta mucho para hablar de candidaturas. Lo cierto es que sí seguimos usando las mismas recetas los resultados no van a ser buenos", manifestó la edila.
La incógnita pasará por La Cámpora y el Movimiento Evita. Los jóvenes defensores de Cristina Kirchner apuestan a repetir la fórmula de año pasado y aseguran que irán con boleta propia. En el Movimiento Evita todo estará sujeto a una posible precandidatura a intendente del diputado provincial Eduardo Toniolli.
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