Sin dudas estas elecciones son decisivas para los renovadores, que vienen en picada desde que se unieron al peronismo oficialista
El PRS aún mantiene algo de su vieja fuerza gracias a la permanencia de algunos de sus intendentes en el interior, pero su peso en la política provincial es casi nulo, a tal punto que hoy deben compartir esfuerzos con el Romerismo para poder recuperar terreno.
Uno de sus dirigentes más cuestionados fue el actual vicegobernador Andrés Zottos, quien estuvo a punto de ser expulsado del partido, sin embargo y contra todas las previsiones, realizó la mejor elección entre todos los renovadores. El departamento San Martín brindó nuevamente su apoyo al dirigente del PRS.
Según Zottos, "el PRS es la segunda fuerza política de Salta", ya que considera que obtuvo 90 mil votos, pero la cifra es difícil de comprobar, ya que fueron dentro del Frente Justicialista Renovador para la Victoria, junto a una pléyade de listas y partidos, provinciales y municipales.
En Capital, su antiguo bastión, no figuraron prácticamente en los resultados, y en Orán, donde eran muy fuertes, no obtuvieron los votos necesarios para vencer a Antonio Hucena, que se postulaba a intendente por el romerismo. A pesar de ello, Zottos asegura que son la segunda fuerza de la provincia, apreciación a la que muy pocos se unen.
"Los 90 mil votos conseguidos en la provincia confirman que somos la segunda fuerza política en Salta”, sostuvo Zottos en una entrevista, pero también reconoció que los triunfos obtenidos en Metán y San Martín se debieron a que fueron dentro del frente oficialista, lo que pone en relieve que tiene el PRS con el peronismo.
Estas elecciones son cruciales y el PRS deberá capitalizar los votos que dice que obtuvo gracias a su alianza con el gobernador Juan Manuel Urtubey y reconstruir el partido. Pero ¿se arriesgaran en un futuro a trazar un camino en solitario para consolidar su presencia en la sociedad? ¿O desaparecerán cuando el frente oficial llegue a un final? (Redacción El Intransigente)
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