Una ventana interesante que los pronósticos marcaban que se abriría en 2018 era la de financiación de proyectos de Participación Público Privada (PPP). La obra pública era “el” pilar del crecimiento para este año. El panorama cambió con el anuncio por parte del Gobierno de la reducción del déficit fiscal proyectado y, aún más, con la exigencia que pueda tener sobre el tema el FMI.

De todos modos, como en el resto de los negocios, el ritmo será más lento, pero irán tomando forma.

“Dado el modelo de repago de estas obras, la financiación del capital de trabajo, para quienes tengan que ejecutar la obra (no solo los adjudicados, sino también sus proveedores) podría generar oportunidades para el sector bancario”, analiza Gastón Inzaghi, socio de PwC Argentina, líder de industria de Bancos y Entidades Financieras. “Dados los montos involucrados, los bancos locales deberán competir con opciones de financiamiento de bancos internacionales o con otras fuentes de financiamiento elegidas por las empresas.

El volumen en que podría incrementarse el negocio para estas instituciones es considerable, teniendo en cuenta las cifras que se dieron a conocer de las distintas obras que planea licitar el sector público”.

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“El proyecto de Participación Público Privada (PPP) tiene propuestas de mucho interés para la industria financiera y para la vocación de financiamiento público de ICBC, en particular. Aún estamos estudiando en profundidad las áreas de desarrollo y los proyectos a implementar para decidir en cuál de ellos haremos efectiva nuestra intervención”, señala al respecto Alejandro Ledesma, gerente General de la entidad china.

Banco Galicia también va a entrar al segmento de financiación de contratos PPP para infraestructura. “Desde el año pasado, estamos acompañando al sector a través del financiamiento de las principales compañías que participaban en las crecientes licitaciones de obra pública”, dicen fuentes del banco, y agregan respecto del año pasado: “Participamos activamente en la primera licitación de PPP del país apoyando a seis de los 10 grupos oferentes en la estructuración del financiamiento local, lo que implicaría entre garantías y futuros desembolsos, montos del orden de los US$ 870 millones”.

Los bancos públicos entran con otros recaudos. “Dada la magnitud de los proyectos licitados como PPP, convenimos participar como parte de un sindicato de bancos, pero ser financistas principales colisionaría con los topes crediticios que nos fija la Carta Orgánica”, explica Juan Curutchet, presidente del Provincia.    

Otro modo de sumarse a este negocio, asegura Inzaghi, es “la posibilidad de generar nuevas oportunidades a partir de la intervención de los bancos en el mercado secundario de los títulos que serán otorgados por el sector público a las empresas ejecutoras de las obras; la utilización de estos bonos para generar productos securitizados podría dar lugar nuevas oportunidades”.