Eduardo Germán Coudet tomó decisiones en la previa y durante el partido que no se condicen con algunos de los razonamientos que hizo tras el empate ante Colón.
Pese a su corto tiempo como entrenador, ya se habló demasiado de las condiciones hasta aquí expuestas por Eduardo Coudet. La mayoría, claro, de tinte positivo, por la sencilla razón de que su equipo cosechó una enorme porción de los puntos en disputa. Poco para objetar desde ese punto de vista. Sí hay cuestiones, comportamientos y decisiones que el DT canalla va descubriendo y que forman parte del aprendizaje. Sin ir más lejos, después del partido del viernes ante Colón, habló de lo complicado que resulta salir a jugar a defender la punta del torneo con un estadio colmado, cuando en el pospartido ante Temperley se había referido a la complejidad de tener que afrontar un encuentro con la cancha vacía, porque cuesta encontrar la concentración. Y puede parecer un dato meramente anecdótico lo sucedido, pero tiene íntima relación, especialmente lo del viernes por la noche contra Colón, con algunas decisiones del técnico. La inclusión de Maximiliano González en lo que fue su debut como titular y hasta la apuesta por Walter Acuña en el momento más complicado del encuentro pueden tomarse como casos testigos, teniendo en cuenta que Nery Domínguez y César Delgado, siempre apuntando al tema de la experiencia, quedaron afuera de la consideración.
Nadie podría pensar que Maxi González y Cachete Acuña fueron los responsables de la pálida imagen que dejó el equipo en el empate contra los sabaleros. Porque el inconveniente fue claramente colectivo. Es más, hasta recaer sólo en la figura del Chacho Coudet sería un grosero error. Sí hay decisiones que tienen su peso propio y sus consecuencias. Tanto cuando las cosas salen bien como a la inversa.
Si algo se le ponderó a Coudet en las primeras fechas fue su marcada personalidad para no sentirse comprometido con ningún jugador. Y eso lo tradujo en hechos. Alcanza con repasar los que entraron y enseguida dejaron el equipo, o viceversa.
Todo pasa por las lecturas de cada partido, que incluyen apuestas que en algunas oportunidades se toman de la mano con los aciertos y en otras se distancian de lo pensado.
Se insiste, Maximiliano González, a quien le costó el arranque del partido pero después terminó asentándose (pudo haber sido expulsado en el primer tiempo), no fue el problema del bajo rendimiento del equipo. Sí puede mencionarse que la otra alternativa era Nery Domínguez, quien tiene un largo recorrido en el fútbol grande y con la piel mucho más curtida. Con el mismo cristal podría analizarse lo que fue la decisión de dejar a Delgado en el banco y jugársela por Acuña, a quien le sobran condiciones y temperamento, pero a quien recién el viernes le llegó la primera posibilidad de estar entre los 18 convocados. Lejos de afirmar que ambas decisiones hayan sido equivocadas, lo que se trata de poner sobre el tapete es la contradicción entre una toma de decisión y la posterior lectura sobre la dificultad que tiene afrontar el tamaño desafío de defender el liderazgo o el protagonismo hasta aquí logrado por buenas decisiones.
“No es fácil para tantos chicos salir con un estadio repleto, siendo puntero y con la obligación de intentar mantener la punta”, fue una de las frases utilizadas por el DT canalla en la conferencia después del partido contra Colón, en tono autocrítico, otro de los buenos indicios claramente establecido pese al muy buen arranque. Es que sihay algo que no le falta a este cuerpo técnico es la mirada introspectiva, aun cuando los resultados le dan la derecha.
Hay situaciones que se presentan como condicionantes. La lesión de Gustavo Colman, la ausencia de Pablo Alvarez y otros tantos casos que le impiden al Chacho Coudet terminar de darle forma a un equipo que está realmente en vías de consolidación. Y contra eso también se debe luchar en este proceso de aprendizaje que está llevando adelante el Chacho en su primera experiencia en el banco.
Cuando todas estas cuestiones entren en un estado de armonía le será más sencillo al equipo, pero sobre todo a Coudet echar las bases para la consolidación de un fútbol que hasta aquí tuvo más chispazos que momentos sostenidos de juego asociado. Pero como tantas veces ya se dijo, el sostén de los números siempre será el mejor aliado para amalgamar la toma de decisiones y evaluar los rendimientos.
A evaluar el equipo de cara a Defensa y Justicia
Con el empate frente a Colón como último antecedente, el plantel de Central encarará una nueva semana de trabajo con la cabeza puesta en el encuentro ante Defensa y Justicia (el sábado, a las 18.10, en Florencio Varela) y como suele ocurrir el foco de atención estará puesto en lo que Eduardo Coudet decida en base a la conformación del equipo. Por lo pronto, la única confirmación es que Damián Musto ya está descartado para ese choque debido a la lesión en sóleo que ya lo dejó afuera el partido contra el Sabalero. En principio, el DT canalla no tendría la necesidad de cambiar, aunque habrá que esperar hasta hoy para ver si algún futbolista reporta alguna molestia.
Si hasta aquí el Chacho cambió en todos los partidos, aun sin tener en la mayoría de los casos la obligación de hacerlo producto de lesiones o suspensiones, para esta oportunidad sería extraño que obre de una manera distinta. Es que el rendimiento del equipo no fue el ideal. A tal punto que el partido del viernes fue catalogado por el técnico como “lo peor” que su equipo realizó en el torneo.
Con las ausencias obligadas todavía de Pablo Alvarez (problema familiar) y Gustavo Colman (desgarro), Coudet deberá barajar las cartas y actuar en consecuencia. Y esto incluye, entre otros aspectos, en la ratificación para varios futbolistas.
Que Elías Gómez siga marcando punta izquierda (y Villagra por derecha), como así también la permanencia en el equipo de Maximiliano González (Nery Domínguez es una alternativa) como volante central, pueden ser algunos de los casos a evaluar. Aunque teniendo en cuenta otros bajos rendimientos bien podrían aparecer nuevas apuestas.
Será una semana normal en cuanto a los días de trabajo en los que el Chacho hará las evaluaciones correspondientes de lo que le dejó el partido del pasado viernes en el Gigante y en base a eso decidir de qué manera intentar el fortalecimiento futbolístico de un equipo que venía acostumbrado a ganar, pero que hace dos fechas que no puede sumar de a tres.
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