Su principal problema son las dificultades para conseguir que los suministros de vidrio lleguen hasta las empresas.
Los indeseados efectos del paro patronal del transporte también se están dejando sentir ya en Aragón en el sector vitivinícola, donde podrían irse al traste las positivas expectativas con las que comenzaba este 2022 tras dos años de pandemia golpeado por los efectos de las restricciones, especialmente en aquellas bodegas más expuestas al canal Horeca.
Su principal problema son las dificultades para conseguir que los suministros de vidrio lleguen hasta las empresas, lo que está tensionando e incluso poniendo en riesgo su actividad habitual de embotellado. En Grandes Vinos (GVV), la mayor bodega de la Denominación de Origen Cariñena, tendrán que parar este viernes la línea de llenado, en la que producen 50.000 unidades diarias. Y tendrán que esperar al lunes para saber si pueden volver a arrancarla.
"Esperábamos tres camiones que venían de Portugal y a día de hoy (por ayer) solo nos ha llegado uno. Los otros dos están camino pero ni siquiera el proveedor sabe dónde, aunque nos ha garantizado que llegarán", explicó este jueves Francisco Latre, responsable de Logística y Compras de GVV, que destacó que han tenido que buscar alternativas de transporte para acceder a los suministros que tenían en distintos puntos de España.
Mantener la embotelladora parada supone un retraso en la organización de los pedidos, que hasta ahora van salvando "haciendo auténticos malabares", insistió Latre, que reconoció que la situación afecta a la empresa porque con su vino vende además "seriedad, servicio y marca". El representante de Grandes Vinos detalló que no solo es un problema el transporte que viaja hasta la bodega. También lo es el que sale de la empresa con su producto terminado. Unas dificultades que se centran especialmente en aquellas zonas en las que el paro es más conflictivo como Andalucía, Valencia y el norte de España. "Los camiones salen, pero no lo recogen y la mercancía termina parada en plataformas".
Sucede también a Bodegas San Valero (BSV), que si bien no tiene "de momento" dificultades en la recepción de las compras, como señaló su director de Márketing, Javier Domeque, se ha encontrado problemas para realizar las salidas. "Tenemos desde hace dos semanas distintos pedidos parados en la bodega porque las centrales logísticas, en nuestro caso concreto en Madrid, están completas y totalmente paralizadas por los piquetes", detalló Domeque, que aseguró que los clientes, con los que trabajan codo a codo, están entendiendo la situación.
No son ajenos a estos problemas en las denominaciones de origen Campo de Borja y Somontano, cuyos presidentes, Eduardo Ibáñez y Francisco Berroy, respectivamente, reconocieron que aunque las bodegas mantienen la actividad están sufriendo muchas complicaciones tanto para recepcionar las materias secas (vidrio, cartón, cápsulas) como llevar sus productos a los mercados.
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