Los dirigentes gremiales llamaron a la unidad del peronismo para las elecciones. Acusan a Alternativa Federal de ser “servil” a Macri, el principal blanco de la huelga de ayer.
El paro de ayer tuvo como protagonista a una nutrida columna de trabajadores nucleados en sindicatos adherentes a la CGT Nacional y Popular Rodríguez Peña que contó con la visita de dirigentes gremiales nacionales como Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores) y Pablo Micheli (CTA-Autónoma). Todos, en alguna medida, apuntaron al gobernador Juan Schiaretti y a Alternativa Federal (AF).
Con clara intención de electoralizar la huelga, Yasky resumió en una frase el tono del acto: “Tenemos que mirar a octubre”.
La medida de fuerza coincidió con el 50° aniversario del Cordobazo y los organizadores decidieron que la modalidad fuera paro activo, con movilización y acto. En el palco, el llamado fue claro: pidieron la unidad del peronismo y del movimiento obrero para enfrentar y “echar” al presidente Mauricio Macri en las elecciones.
“No existe la ancha avenida del medio, o se está de un lado o se está del otro, y nosotros estamos con el pueblo y con los trabajadores”, dijo el legislador kirchnerista Franco Saillén ayer.
Más temprano, en un plenario de la Juventud Sindical, en la sede de Luz y Fuerza, el dirigente Yasky, enrolado plenamente tras la candidatura de Alberto Fernández y Cristina Fernández, apuntó sin tapujos a los integrantes de Alternativa Federal: “Schiaretti, (Miguel), Pichetto y (Sergio) Massa juegan en contra de la unidad y a favor de (Donald) Trump, de (Mauricio) Macri y del FMI”.
Por su parte, el secretario general de la CGT Rodríguez Peña, Mauricio Saillén, también convocó a Schiaretti a la unidad.
“Quiero decirle al señor gobernador, si es peronista, y a ese PJ federal, que tiene que haber un solo camino, el camino de la unidad, que tenemos que ganar y Macri se tiene que ir”, advirtió Saillén en el palco ubicado sobre avenida Hipólito Yrigoyen, en cercanías al Paseo del Buen Pastor.
CGT. La marcha de ayer en el Centro fue convocada por la CGT Nacional y Popular Rodríguez Peña. (Nicolás Bravo)
Palco
Al palco subieron figuras enroladas en las filas K. Estuvieron los diputados nacionales Pablo Carro y Gabriela Estévez, el legislador provincial Martín Fresneda y algunos miembros de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Desde Buenos Aires, además de Yasky y de Micheli, vino y habló el dirigente de los docentes bonaerenses, Roberto Baradel.
Entre los oradores estuvo también Horacio Valdez, secretario general de las 62 Organizaciones Peronistas, miembro del Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona), la corriente que comparte junto con Yasky, Micheli y el mandamás camionero, Hugo Moyano.
En las segundas filas, también se vio a dirigentes justicialistas como Rubén Urbano, de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM); al abogado Ricardo Moreno, y a Sergio Fittipaldi, referentes de la misma línea sindical que Valdez.
Las referencias a Schiaretti no quedaron ahí. Luego de la cómoda elección en la que el gobernador ganó con el 57 por ciento de los votos en la provincia, Gabriel Suárez (Luz y Fuerza), que elogió al jefe del Centro Cívico, ayer fue más duro en su reclamo político de cara a las elecciones nacionales.
“No debe haber timoratos, no debe haber vendedores de sueños inconclusos”, dijo en referencia a los hacedores de AF, y continuó: “Son serviles al macrismo y generan una corriente interna de división”.
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“A aquellos que han tenido una elección importante y se les dio toda la política para tener el porcentaje que se ganó en la provincia, les digo que esos votos son del pueblo, no tienen que ir a Macri”, pidió Suárez a viva voz.
Postal. Las calles semidesiertas dejaron algunas postales. (Pedro Castillo)
Adhesión
Sin transporte urbano ni interurbano, las actividades en Córdoba se vieron afectadas y el movimiento fue casi nulo en los comercios del Centro. Según informó el Ministerio de Educación, el ausentismo docente alcanzó el 42 por ciento en el turno mañana.
Tampoco hubo atención en los bancos, no se prestó recolección de residuos y los vuelos de la mayoría de las aerolíneas fueron cancelados o reprogramados.
En el cordón industrial y en el sector privado, la medida apenas se sintió
La adhesión al paro general fue despareja en el cordón industrial cordobés, como así también en una multiplicidad de actividades, como el caso de la construcción, el comercio ubicado fuera del casco céntrico y los servicios, excepto los bancos.
La Voz consultó a medio centenar de empresarios de diferentes rubros, algunos inclusive del interior provincial, quienes hablaron de muy pocas dificultades para reunir al personal habitual en las áreas de producción.
En ese sentido, la industria autopartista y metalmecánica no habría sentido el impacto del paro. “Estamos nosotros y 20 empresas colegas que consulté trabajando con normalidad, dentro del bajo nivel de actividad que tenemos desde hace tiempo”, comentó un industrial.
El mismo escenario atravesaron las metalúrgicas que hacen maquinaria agrícola, actividad que, por la buena cosecha de granos, comenzó un sendero de recuperación. “Socios de Afamac, normal”, señaló una fuente cono conocimiento de todo el rubro.
La industria minera “está produciendo normal con muy poco ausentismo, reducida entrada de camiones”, comentó un empresario que reconoció “algún episodio aislado con el gremio de camioneros, sin mayores consecuencias”.
La construcción también habría verificado una jornada normal. “En mi caso, en una obra de 200 personas, un solo ausente. En administración, también la actividad es normal”, dijo un ejecutivo.
La industria plástica es otro segmento que no habría registrado un ausentismo notorio. “Tenemos 50 empleados, todos presentes. Se organizaron solos entre los compañeros para hacer car pooling”, apuntó el propietario de una pyme del este de la ciudad. Otra firma del rubro, con casi 90 empleados, expresó la misma situación. Lo mismo agregó una fabricante de envases: “146, todos presentes”.
En el sector comercial, un escenario fue el del Centro de la ciudad, con muchos negocios cerrados, y otro diferente, en la periferia de Córdoba. Los shoppings funcionaron con normalidad, lo mismo que la venta de materiales de construcción y las concesionarias.
“En nuestro caso, total presentismo”, señaló el titular de una cadena con cientos de empleados. En las industrias de panificación y alimentarias, el paro paso inadvertido. “Nosotros, 120, todos presentes”, acotó el ejecutivo de una distribuidora de repuestos.
Tampoco se verificaron repercusiones de la medida en el segmento de los servicios personales, como el caso de las firmas de higiene. En el segmento del turismo y hotelería, el paro no tuvo acogimiento al menos en grandes firmas.
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